La muerte de la directora Saida Gimenez devela la violencia contra los docentes en Santiago del Estero

Es noticia nacional la muerte de la ex directora de la escuela bandeña 446, Profesora Saida gimenez. La agrupación docente Grito santiagueño, el pasado 25 de mayo marcharon a la Casa de Santiago del Estero en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El fallecimiento de la profesora Saida Giménez, directora de la Escuela Nº 446 Carlos Coronel, de la ciudad de La Banda, provincia de Santiago del Estero, generó un profundo dolor en la comunidad de educadores de esa provincia. Giménez padecía un severo cuadro de estrés que, sumado a otras afecciones, la llevó a un deterioro de su salud que culminó con su muerte el último fin de semana.

El 17 de marzo último, mientras se cumplía la segunda semana de un paro en reclamo de mejoras salariales y laborales decretado por varios gremios y apoyados por sectores de agrupaciones de docentes no sindicalizados pero de fuerte oposición política a la patronal gubernamental, Saida Giménez dio a conocer su apoyo a un supervisor de nivel primario, que activamente había adherido a las medidas de fuerza.
A través de su cuenta de Facebook, Saida Giménez afirmaba su “respeto y admiración al Supervisor Miguel Guzmán. Soy Saida Giménez, Directora de la Escuela N° 446. (Estoy) actualmente con problemas serios de salud (licencia médica) por los momentos vividos dentro del establecimiento, por el apriete y amenaza de sumario si no entregaba la nómina de los maestros de la escuela”.

En su carta abierta de hace poco más de dos meses, la profesora Giménez señaló que “con esta situación se faltó el respeto a Institución, una escuela de 88 años de prestigio y servicio a la comunidad de la ciudad de La Banda; al personal de la escuela y a mi persona, que tengo 26 años de servicio. Este apriete y amenazas las hizo el Vocal del Consejo General de Educación, profesor Leonardo Camal, que se presentó en una camioneta oficial y hasta tiene chofer personal. Qué injusta es la política educativa que llevan adelante las autoridades. Nosotros tenemos sólo dos canillas para que tomen agua 500 alumnos por turno, en recreos de cinco minutos. También les pregunté a otras autoridades que también fueron a la escuela si venían trayendo los 25 (aparatos) de aire acondicionado, anunciados en la inauguración de la escuela, o si ya pondrían el transformador de mayor capacidad que necesita la escuela. Pero nada respondieron. El objetivo era otro. ¿Como puede pasar todo esto? Mi cuerpo cayó, aún me cuesta caminar, perdí el conocimiento y tengo una tristeza enorme en mi alma. Luché mucho para que mis niños tengan lo mejor, como establece la ley. (Pido) mil disculpas a mis colegas, no estoy bien, ya no tengo deseos de vivir. ¿Con qué cara puedo enseñarles a mis alumnos lo que es vivir en democracia? Lloro todos los días y a veces no puedo caminar. Los médicos me dicen que ya no puedo volver más a la escuela. Para qué vivir entonces, ellos eran mi vida, la alegría de de la profesión que elegí.”

La carta cobró relevancia luego de la muerte de la docente, que ocurrió justo días después del viernes 20 del corriente, durante una manifestación callejera en Termas de Río Hondo, realizada en coincidencia con los actos de inauguración de la temporada turística invernal en esa ciudad. Una patota, que los gremios docentes vincularon al Poder Ejecutivo provincial, agredió brutalmente a algunos manifestantes que participaban de la marcha de protesta, ante la pasividad de los efectivos de la Policía de la Provincia de Santiago del Estero que estaban presentes en la zona de los incidentes.

Juan Carlos “Chungui” Chazarreta y Ziomara Blanco, de la agrupación Docentes Autoconvocados de Santiago del Estero fueron los más golpeados y la profesora Blanco sufre severas secuelas en uno de sus ojos.