Los K nombrarán jueces y fiscales antes de dejar el poder, afines a sus ideas para garantizar su impunidad futura y no ir presos.
Hay 183 juzgados vacantes, de los cuales 159 están siendo ocupados
por subrogantes, como el desplazado Cabral. A su vez, falta designar los
jueces de las tres nuevas cámaras de casación y del fuero del
consumidor.
Por: Juan Pablo Parrilla
La decisión del Consejo de la Magistratura de poner fin a la subrogancia
del juez Luis María Cabral en la Sala I de la Cámara Federal de
Casación Penal y su reemplazo por un conjuez afín a Justicia Legítima
encendió las antenas en la oposición y en los pasillos de tribunales.
Sucede que hay no menos de 221 cargos de magistrados y camaristas en los
que están dadas las condiciones para nombrar a un titular. “Si el
kirchnerismo quiere, puede dar vuelta la Justicia de acá a diciembre”,
resumió a Infobae una fuente judicial.
Hay 183 cargos ya creados y en funcionamiento que están vacantes. De
esos, 159 están siendo subrogados por jueces que tienen otros puestos,
como Cabral. Esos guarismos son el resultado de la siguiente división:
- En las cámaras federales y nacionales hay 31 puestos vacantes, de los cuales 24 tienen subrogantes.
- En los tribunales orales hay 58 puestos sin titulares, 50 de ellos, subrogados.
- Hay 94 juzgados de primera instancia acéfalos, 85 de los cuales están siendo subrogados.
A los cargos ya existentes habría que añadirle los que fueron creados
en los últimos años y que aún no fueron conformados. Tal el caso de las
tres nuevas cámaras de casación instituidas con los votos del
oficialismo para los fueros Contencioso Administrativo, Civil y
Comercial, y del Trabajo y la Seguridad Social. Cada una de ellas tendrá
siete jueces, lo que da una sumatoria de 21 puestos vacantes.
Aquí hay que hacer un paréntesis, porque los cargos a cubrir no son
sólo de jueces, sino también de secretarios, prosecretarios, personal
administrativo, fiscales, defensores públicos y defensores de menores e
incapaces. Es decir que las nuevas cámaras, que actuarán como una
instancia de revisión para todas las causas -incluso las que están en
curso-, podrán ser copadas de punta a punta.
Un caso prácticamente igual es el del recientemente creado fuero del
consumidor. La ley 26.993 dispuso que tendrá ocho juzgados de primera
instancia con sus respectivos titulares, más una cámara de apelaciones
con seis vocales, lo que dispara un total de 14 magistrados a nombrar,
además de cuatro fiscales, cuatro defensores, secretarios y jefes de
despacho, entre otros.
Párrafo aparte merece la flamante Cámara Federal de Apelaciones en
Comandante Luis Piedra Buena, una pequeña localidad de Santa Cruz que ni
siquiera tiene juzgados provinciales, y que será cubierta por tres
vocales. La oposición denunció que el proyecto del Frente para la
Victoria aprobado hace tres semanas para crear el cuerpo aspira a
quitarle jurisdicción a la Cámara de Comodoro Rivadavia para que el
nuevo tribunal entienda en los expedientes sensibles que interesan al
Gobierno, como el de los 14 mineros muertos en Río Turbio en 2004 o los
que pudieran involucrar en el futuro a alguno de los Kirchner o al
empresario Lázaro Báez. Por ende, se descuenta que serán designados tres
nombres “leales al proyecto”.
Hasta aquí se repasaron 221 cargos que están listos para que el
antojo de la mayoría de turno imponga a sus inquilinos. Sin embargo, una
fuente judicial explicó a Infobae que habría que prestar atención a
otras dos situaciones. Por un lado, los Tribunales Orales en lo Criminal
y Correccional Federal de Catamarca, Formosa, Jujuy, La Rioja, Neuquén,
San Juan, San Luis, Santa Cruz, La Pampa, Santiago del Estero y Tierra
del Fuego, y el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Santa Fe, que la
ley 25.269 transformó en Cámaras Federales. “Hay que ver cómo termina
siendo la integración de cada uno y si se crean nuevos cargos”, explicó
la fuente.
Por otra parte, están los juzgados electorales, que fueron
establecidos tras el retorno de la democracia, pero cuya competencia
hasta hoy es absorbida por otros tribunales o subrogados por magistrados
o incluso por funcionarios judiciales de menor rango. “Todavía no se
crearon los juzgados especiales y la tentación de poner a algún aliado
en ellos está latente”, completó la fuente.
El ejemplo más palpable de lo que se describe en esta nota y podría
pasar son los 10 conjueces que el Consejo de la Magistratura nombró en
la Cámara de Casación. Todos ellos son leales al Frente para la Victoria
y algunos, incluso, miembros de Justicia Legítima. Y la pertenencia
tiene su recompensa: tres fueron nombrados el jueves en el tribunal, uno
de ellos en lugar de Cabral.