La profesora Silvia Witte publicó su recibo de sueldo en las redes sociales

Ahí va mi recibo de sueldo de la Junta. Lo publico para que se sepa que los vocales electos tenemos fueros que el gobierno desconoce, no así a muchos funcionarios, diputados (hay honrosas excepciones) y ñoquis, entre otros, que cobran aunque no laburen, aunque nunca presenten un proyecto, sólo levanten la mano, duerman en sus lugares de trabajo, estacionen sus vehículos de alta gama donde les dé la gana, falten cuando quieran, viajen gratis en avión, etc.

 

 

Esto lo hago no para diferenciarme de mis colegas ya que soy docente como todos y así me siento, sino para que se sepa que no tenemos los privilegios que algunos suponen. No nos hicieron los aportes obligatorios: jubilatorios, de la obra social (que aunque es un desastre nos obligan a tener y es la única con la que contamos), lo que es ilegal. ¿Pensarán descontar cuando por fin cobremos algo? Porque a algunos ya descontaron dos meses y a otros uno. Seguramente sabré cual es mi sueldo real cuando me terminen de descontar, así como todos los colegas en esta situación.

Ese del 35 % de aumento sobre el básico más bajo del país más el negro que nos volvieron a sumar, sin que les importe de quienes se jubilan para padecer más que para descansar , ni del achatamiento de los que más trabajan y los que más trayectoria tienen. Que sin duda no es el monto que dice el diario que cobré y seguro no me publicará ahora, aunque yo lo pida. Y que también publicaron e hicieron circular los perros gregarios del gobierno por este mismo medio y todos los que tuvieron al alcance. Piensan que nos quedaremos tranquilos y callados con los descuentos. Que nos portamos mal y nos hicieron chas chas en la colita y se terminó todo. Que ya aprendimos a no hacer berrinches. Que esperaremos hasta que se les antoje dejar de descontar, esperando que algo blanqueen el año que viene, aunque los tarifazos, la inflación, la canasta familiar superior a los ingresos medios, etc. son ahora.
No esperan a 2017. Pero ellos saben que el modo de someter y sojuzgar es condenando a la pobreza. ¡No podrán! No me importa este descuento. Los docentes sabemos trabajar en otras cosas, además de enseñar. Y somos solidarios. Y somos humanos y ayudamos hasta a quienes no son docentes. Porque tenemos valores que enseñamos y demostramos, como enseñamos a luchar por lo justo, por lo legal, por revertir lo que está mal. Señores, ¡la libertad de hacer, pensar y decir no tiene precio! Esa no nos pueden descontar. Es parte de nuestra esencia y nos hace dignos. Con ella honramos la vida y enseñamos a nuestros alumnos a honrarla. ¡Fuerza, compañeros!