La Gobernadora, divorciada de la realidad santiagueña

Por: U. H
El extenso mensaje de la gobernadora a la Legislatura dejó patente el divorcio del relato oficialista con la realidad del pueblo trabajador santiagueño.

Por ejemplo, dedicó largos minutos a cifras sobre vivienda. Pero la realidad es que Santiago tiene un déficit de más de 100 mil viviendas. La gobernadora evitó mencionar las viviendas de lujo que se están construyendo en la zona del aeropuerto y a la que la gran mayoría de los trabajadores santiagueños tendrán vedado el acceso, por sus bajos ingresos.
Sobre salud, más ilustrativa que la descripción ficcional de la gobernadora fue la presencia a pocos metros del senador Gerardo Zamora, quien fue trasladado a Buenos Aires por una simple intervención quirúrgica. El resto de los santiagueños no contamos con ese privilegio y sufrimos el desmantelamiento de la salud provincial.
Claudia Zamora felicitó con cinismo a los docentes, pero omitió palabra alguna sobre los educadores muertos en El Simbol, y no anunció ninguna medida para mejorar las condiciones de transporte de los docentes, que siguen arriesgando sus vidas cotidianamente a cambio del peor salario del país. Sí enumeró obras que implican grandes ganancias para las constructoras amigas del gobierno, pero que ya se están cayendo, como la Escuela del Bicentenario. 

El mensaje oficial buscó pasar rápido el eje sobre el trabajo: Santiago sigue sumido en el peor atraso productivo, al punto que los diarios destacan que los ingresos a la provincia por beneficios previsionales y subsidios del Anses son mayores a toda la masa salarial (pública y privada). Tenemos la peor precarización laboral del país y el más bajo promedio salarial. La “promoción industrial” y la “infraestructura con desarrollo social” sólo han servido para el enriquecimiento de los empresarios amigos del gobierno, mientras la provincia se sigue inundando ante fenómenos climáticos perfectamente previsibles.

Finalmente, la gobernadora ensalzó el rol de la policía provincial. Quiso ocultar así la impunidad en los asesinatos de Raúl Domínguez y Ezequiel Melián, en la desaparición de Leonardo Gallo, en los recientes crímenes de Tino Farías, Pamela Moreno y tantos otros casos.

El discurso divorciado de la realidad sólo tiene oídos en la comitiva de aplaudidores oficialistas. Los santiagueños que viven de su trabajo deben desarrollar una alternativa política propia para superar a este régimen de atraso. En esa tarea está embarcado el Partido Obrero y el Frente de Izquierda, con un marcado ascenso a nivel nacional.

PARTIDO OBRERO En el FRENTE DE IZQUIERDA