Campos fiscales: Abate Soria no quiere llegar a nada

Raúl Abate, desde el cargo de Fiscal de Estado, es el abogado de la provincia; de todos los santiagueños. Ahora encaró la recuperación de montes fiscales, después de los escándalos que han comenzado a ventilarse y en los que, indubitablemente, están involucrados organismos y funcionarios del gobierno provincial, y amigos y parientes de jerarcas zamoristas.

El fiscal de Estado hace “jueguito para la tribuna”, porque hasta ahora no hizo una denuncia contra los ladrones de campos fiscales.

Los nombres y apellidos los conoce el santiagueño común; menos los jueces, fiscales y el propio fiscal de Estado. Bah, se hacen que no saben.
Abate está haciendo “jueguito para la tribuna”, con los medios oficialistas por detrás que le dan manija y ofician de bufones del régimen.
Muchos se preguntarán por qué. Les respondemos. Nunca le interesó a nadie de este gobierno regularizar y controlar el manejo de los campos fiscales, y los responsables directos de resguardar los patrimonios de la provincia, como el caso de Abate, como fiscal de Estado, miraron para otro lado o ayudaron con trámites y documentación a los funcionarios, amigos y parientes para que pergeñaran los ilícitos apoderamientos de las tierras. En esa larga lista figuran escribanos y abogados parientes de ministros del Ejecutivo.
Ahora se despertaron porque hubo un tirón de orejas desde Buenos Aires. Ocurre que se quejó el ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, el arquitecto Julio Miguel de Vido (¡cuándo no Julito!), porque quiere cárcel para el abogado testaferro de un ministro de Zamora que estafó a un amigo suyo vendiéndole campos que eran de la provincia.
Por eso es todo el circo. Se hacen que investigan y el único que tiene que devolverle la plata al amigo de De Vido, o ir preso, es el pícaro que estafó a uno con “muchas influencias”.

Incoherencias

Por ello, no tiene coherencia lo que despliega el fiscal de Estado. Veamos.
-Dijo que son 270 mil las hectáreas recuperadas, pero no hizo referencia a los innumerables problemas con sus poseedores originarios o ancestrales, y que están causando conflictos diarios, y muy graves, como el crimen de Cristian Ferreyra.
-Dijo que salió a combatir a los grandes terratenientes que adquirieron tierras a precio vil, pero no dice nada de los funcionarios del gobierno (hermanos, mujeres y hasta hermanastros de altos jerarcas del Ejecutivo), que brindaron apoyo y cobertura logístico policial para el accionar de verdaderas bandas. (Hasta la mujer de un ministro es apoderada de una empresa que extrae la madera dura de nuestro monte).
-Dijo que critica y sospecha de los valores viles que dicen manejarse en la compra-venta de la tierra pública, pero omitió reconocer que con el mismo ardid, Pablo Toveggino, Nestor Schammas y hasta el hermano del gobernador se apropiaron de vastos territorios.
-Dice que busca y denuncia a cuento escribano certifica una operación, pero nada dice de los organismos provinciales como el Registro de la Propiedad, dirección de Catastro, Archivo de la Provincia, etc. que validan la venta de tierras públicas sin conocimiento del Parlamento.
Lo de Abate Soria es todo verso, porque no va a accionar contra los parientes, socios y testaferros de los funcionarios.