Inseguridad al por mayor‏ en la ciudad de Sgo del Estero

El flagelo de la inseguridad no da tregua en Santiago del Estero, y los hechos delictivos golpean cotidianamente. Podemos ver esto, todos los días, pues la cantidad de delitos cometidos es algo que no tiene precedentes en nuestra provincia. En el interior, en las ciudades, en los barrios, a cualquier hora del día o la noche, los delincuentes y oportunistas están acechando a su próxima víctima, que puede ser cualquiera, Ud., Sr lector, nosotros o nuestros vecinos. Es una situación alarmante, que data de hace seis años a la fecha.

El inepto que está a cargo de jefatura, se ha llamado a silencio, pues no tiene más que decir. El consabido verso de que “estamos trabajando” y “tenemos una policía profesional, capacitada”, ya es recurrente y por tal motivo, cae en saco roto.

Los gobernantes también, nada dicen con respecto a ello, pues de salir a la prensa con una perogrullada similar, tendrían que explicar cómo es que ha bajado el delito, mientras los delitos se incrementan día a día. ¿O tienen en sus manos el  “dossier” elaborado por los estúpidos de jefatura que jamás pisaron una comisaría? Y con este calor, menos…

Pero no mencionemos solamente los delitos reconocidos por la opinión pública, como el caso de la pollería de Huaico Hondo ($500.000) o la carnicería de Avenida Belgrano ($50.000), entre otras. Podemos hablar también de policías denunciados por hechos ilícitos, entre los cuales está también el jefe de policía. Recordemos que se tomó este cargo teniendo en su haber causas abiertas, que hoy tal vez fenecieron por el paso del tiempo, pero que perdurarán por siempre. “Los antecedentes no se borran”.

También podemos hablar de lo que sucede en las comisarías, con detenidos (por cualquier causa, no viene al caso) que son molidos a palos por policías que son simples ratas, que aprovechados de una situación de detención, golpean y humillan. Es simple, hacen lo que no harían cuando los encuentran solos en la calle.

Hablando de detenidos, no debemos olvidar los numerosos casos de gente que se muere dentro de una dependencia policial. ¿Y la custodia permanente? ¿Y los celderos? Alguna explicación cabe a tamaños hechos, pero la justicia santiagueña, ciega sorda y muda, no investiga. Sólo lo hace cuando recibe la orden directa del Ejecutivo.

El delito crece, y pretender que la gente crea que con más personal (?) en la calle esto se soluciona, es como pretender que el jefe de policía sea un hombre honesto. O al menos sea un hombre.

¿Cuánto pasará para que el gobernador haga valer su status y decida por si mismo eliminar a esta lacra de la policía? ¿Cuándo designará un reemplazo de este delincuente, abusador, traidor, y demás, si tener que consultarle al ministro de gobierno? ¿Esperamos que pase algo gravísimo para que recién tomen conciencia? (sabemos que no la tienen limpia) de que esto se fue a de la mano hace rato.

Puertas adentro el personal que trabaja, está moralmente desarmado. Ven como sus jefes, que se dicen señores, son simples delincuentes amparados por una jerarquía. No digo por el uniforme, porque algunos  “rotosos”, que son apenas oficiales subalternos, se dan el lujo de andar de civil pavoneándose por ahí, ya que son los obsecuentes de turno de estos “pelagatos”.

Oficiales subalternos, que dicho sea de paso, ya delinquen, emulando  a sus superiores. ¡Superiores! A veces pienso en esta palabra y coincido creo que con mucha gente, en lo mal utilizada que está en la policía, al menos en la nuestra. ¿Superiores a quiénes? ¿Superiores a qué? ¿Superiores en qué?

Porque viendo lo que veo, y sabiendo lo que sé, Pato, Quiroga, Camaño, Ibáñez, Gerez, o cualquiera de los otros, no son superiores a nadie. Muy por el contrario, so infradotados, que han venido a menoscabar a toda la institución. Corruptos, viles, inmorales, “cagadores” que persiguen a los otros, a los que no son como ellos. Menos mal que son los menos. Pero algún día no muy lejano, quedarán sin la protección divina del gobierno, y ahí recién comprobaremos si eran buenas personas. Muchos se lo harán saber, de una forma u otra.

Mientras esperamos a que esto ocurra, los delitos siguen por doquier. Ni el proyecto “saturación”, ni el proyecto “senderos seguros”, ni el proyecto “corredores seguros”, ni el proyecto “peluquería y danzas tradicionales” (aunque no crean esto también los implementaron los “bici policías” con botella González como jefe), ni Lorenzo y su ladero Santiaguito, sirvieron para nada. Son ideas locas, como sus autores. Ideas, no “PROYECTOS”. Dejen de mentir, si ustedes inútiles, no saben ni escribir la palabra, por eso la puse en mayúscula (Capaces son de preguntar qué significa mayúscula).

No pueden explicar cómo en pleno centro, sobre la arteria más importante de la ciudad, entren y roben una caja fuerte (carnicería). Se supone que un móvil patrulla por el lugar. El Banco Santiago está al frente, con sistema de cámaras, con seguridad privada y del Estado, policía de la provincia. Si no resuelven esto, menos podemos esperar que resuelvan lo del Banco Crediccop. Y pensar que “estamos trabajando, hemos ordenado cierre de rutas, ya los tenemos identificados. De esto hace cuanto ya. ¿Un año? Corríjanme los estimados lectores por favor, ya perdí la cuenta. El único que está identificado es el Subcomisario Walter Guillermo Loto, que por estas horas anda “haciendo cebo”, inútil, delin…. Hombre de confianza de Pato, para más dato. ¿Qué podemos esperar de estos inservibles?

Así están las cosas Sr. Gobernador, pues a Ud. me dirijo. Ponga atención a la situación, una vez al menos durante su gestión, tomé la decisión y verá que lo acompañaremos. Nada puede ser peor que esto; no espere un acontecimiento de tal gravedad que no pueda subsanar. Recuerde: Ud. está rodeado de gente inútil, no podrán ayudarlo. Simplemente vea alrededor, y recapacite. Seguro que reaccionará frente a ello.