Desde el primer día en que asumió Gerardo Zamora se conformaron verdaderas asociaciones ilícitas en todas las áreas del gobierno. Son bien conocidas por la gente (aunque los poderoso se ufanen de ponerle mordaza a la libre expresión y a la libre información), no sólo porque constituyen grandes corruptelas, sino por lo mal concebidas y concretadas; todas desprolijas, llevadas a cabo “a lo bruto”. (Por ello se dice que “éstos no resisten una auditoría visual”).
Insistimos, irregularidades existen en todas las áreas de éste gobierno que quedará registrado, por lejos, como el más corrupto de todos; incluido el iturrismo, por supuesto.
Y, como el que mal anda, mal acaba, hoy, están comenzando a ventilarse algunas de las tantas trastadas. Aunque a veces tarde, la verdad siempre llega, pese a que jueces, fiscales y medios de prensa miren (o sigan mirando todavía) para otro lado.
Están, por ejemplo, el apoderamiento ilícito y la “venta” de grandes extensiones de campos que pertenecen a la provincia. Los corruptos, “amigos” y parientes de altos funcionarios, actuando con total impunidad, perpetraron hechos escandalosos de los cuales van a comenzar a rendir cuentas y por detrás de los cuales se los van a llevar “puestos” a ministros, jueces, fiscales y funcionarios del Registro de la Propiedad, dirección de Catastro, dirección de Bosques, etc., casi todas reparticiones manejadas a piacere por una abogada cercana a uno de los ministros de Zamora.
Sólo un ejemplo
Ahora se ha comenzado a rastrear a un “comerciante” que, además, es abogado y se llama Néstor Schammas. Amigo de mucha confianza de uno de los ministros de Zamora. La historia de la corruptela es la siguiente:
-Don Fortunato Jaime era dueño de 3.000 hectáreas en San Ramón, departamento Pellegrini. Don Fortunato adquiere préstamos en el ex Banco Provincia y termina entregando a la entidad crediticia la propiedad a la que había puesto como garantía. (Como se sabe, hoy, por hoy, las 3.000 hectáreas pertenecen a la provincia, en el ámbito del Ente Residual, en virtud de la privatización de la institución).
-En el año 1978, muere don Fortunato Jaime.
-En el 2006 (a un año que asumió el gobierno de Zamora), en una operación que se realiza en San Miguel de Tucumán, don Fortunato (que ya no vivía), figura vendiendo el campo a una señora de nombre Inés, que reside en la avenida Mate de Luna, en el barrio Yerba Buena de la vecina provincia. Un detalle fundamental, el difunto Fortunato Jaime “aparece” vendiéndole a Inés las 3.000 hectáreas y otras 1.200 (fiscales); lo que hacía un total de 3.200.
-Dos años después, en agosto de 2008, Inés vende las 4.200 hectáreas (3.000 del Ente Residual del ex Banco Provincia y 1.200 fiscales; todas del erario público) al abogado santiagueño Néstor Schammas.
-Schammas, muy rápidamente, dividió las 4.200 hectáreas en tres partes, vendiéndolas, alternativamente, a inversores bonaerenses.
-Uno de ellos se anotició de que se trataban de tierras fiscales y presentó la denuncia pertinente.
Concretamente, la tal tucumana Inés y el abogado santiagueño Schammas robaron y “vendieron” 3.000 hectáreas que le pertenecen al Ente Residual del ex Banco Provincia y 1.400 al fisco.
De antemano corresponde alertar que los jueces provinciales, sobre todo el actuante en la instrucción de esta causa, Ramón Tarchini Saavedra, no ofrecen ninguna garantía de mandar presos a los culpables de tamaña corruptela. Al contrario, como siempre va a cajonear el expediente sin ordenar ninguna investigacion y aprehensión de los sospechosos.
Y, como un anticipo a nuestros lectores, se posee documentación probatoria de al menos 17 campos que pertenecen al Ente Residual del ex Banco Provincia y que fueron “vendidos” por allegados a los más altos funcionarios del gobierno zamorista. Dichas pruebas seran enviadas a los medios nacionales para su amplia repercucion sobre la corrupcion y saqueo de Zamora.
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