Desde hace ocho
años Zamora impuso esta justicia corrompida, maneja a los jueces a control
remoto desde casa de gobierno, esto no es novedad para los santiagueños, jueces
sin experiencia en materia penal que fueron puestos a comisión y luego mediante
un concurso “trucho” quedaron como magistrados, dueños de los cargos. En el
colegio de abogados siempre se comento que están allí justamente porque son
manejables y útiles al ejecutivo, faltando al régimen republicano de gobierno,
donde el poder judicial tiene que ser independiente.
No cabe dudas, la sociedad
toda sabe que estos ímprobos están para brindarles impunidad total al propio
gobernador como a sus funcionarios cuando se los denuncia penalmente por
distintos hechos ilícitos que cometen, castigando a empleados rasos sin
responsabilidad, siendo que estos jerarcas ni siquiera son citados para una
testimonial.
También que
sabe que los jueces consultan al gobernador o ministro de justicia cuando deben
investigar un hecho de corrupción en algún organismo, si encuentran algún “perejil”
le dan para adelante, si tiene que caer algún funcionario, garantizan su
impunidad. Las denuncias penales contra estos, las cajonean o se pierden los
expedientes. Si un empleado público, que opina diferente a este régimen
autoritario que desde hace 8 años impuso el gobernador son perseguidos políticamente,
cesanteados sin sumario administrativo previo, al hacer un escrito para sacar
una medida cautelar, aunque tengan todas las pruebas y la ley en la mano son
denegadas, es así que el agente queda en
la calle. Peor aún, las personas son secuestradas o muertas por la corrupta policía
del jefe Pato, como es el caso de Raúl Domínguez, Norberto Llugdar, Rita
Coronel entre otros.
En este caso, nos
remitiremos al caso de Nelson Villagrán, quien desde los estudios de Radio
Prensa, el policía santiagueño que fue secuestrado y torturado en enero pasado,
pidió que se investigue quiénes fueron los responsables del hecho. “Soy policía y no me siento seguro en mi casa, qué seguridad se le puede brindar a los ciudadanos comunes”, dijo Nelson Villagrán, el policía de Santiago del Estero que hace meses fue víctima de un secuestro y de torturas en su provincia tras haber realizado denuncias de corrupción en las fuerzas policiales.
“Quiero que se investigue la verdad, si hay culpables que los encuentren”, pidió Villagrán desde los estudios de Radio Prensa al comentar que su causa, iniciada en la Justicia provincial santiagueña, pasaría a manos de la Justicia Federal.
El secuestro se produjo el 22 de enero pasado, cuando Villagrán fue rodeado por al menos tres hombres cuando iba a la casa de su primo en la localidad de La Banda, que lo bajaron de su moto, lo subieron a una camioneta tipo Trafic, y le taparon la cabeza con un buzo. Tas pasar seis días desaparecido, la madre del policía, María Celia Taboada, encabezó una movilización reclamando la aparición con vida de su hijo que marchó desde el Puente Carretero hasta la Plaza Libertad y fue recibida por autoridades policiales y provinciales.
En la noche del 28 de enero, alrededor de las 23:20, un llamado alertó a la policía que la víctima se encontraba en el cruce de la Ruta 1 y Castelli del barrio Villa La Rosita.
Todo comenzó con un reclamo salarial y se agravó cuando Villagrán denunció en octubre del año pasado ante el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos irregularidades en la policía de Santiago del Estero, como consecuencia empezó a recibir amenazas contra él y su familia.
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