Sin
embargo, pasó un año y medio y el comerciante cortó la relación con la joven
muchacha, y volvió con su esposa, en octubre del año pasado, en una voltereta
que lo desestabilizó y enfermó hasta la locura.
Se
trata de la persona que el 12 de diciembre de 2012 (12-12-12), protagonizó un
hecho insólito en el Palacio de Tribunales cuando se presentó como “El Salvador”,
y tuvo que ser desalojado por la policía, e internado en una clínica
psiquiátrica de la calle San Martín, entre Garibaldi y Entre Ríos, en un caso
vastamente cronicado por la prensa local. Finalmente, se recuperó y volvió a sus
quehaceres como comerciante.
Pasada
la tormenta, la esposa de este comerciante, que es funcionaria judicial, inició
una verdadera campaña persecutoria con la jovencita que fuera amante de su
esposo, el comerciante.
Se
trata de la abogada Claudia Roxana Luna, a quien gusta hacerse llamar “Karina”.
Fue fiscal del juzgado del Crimen de cuarta nominación y ahora se desempeña
como defensora de Pobres, Menores y Ausentes.
Esta
funcionaria del Poder Judicial de Santiago del Estero viene haciendo uso y
abuso de su cargo y ocupando el tiempo y los recursos a los tribunales
ordinarios en una vergonzante persecución a la empleada del local comercial de
una empresa de telefonía móvil de la calle Absalón Rojas, en razón de que fue
en un tiempo “la compañera” de su esposo.
“Karina”
mueve cielo y tierra y día a día camina juzgados del Crimen interponiendo
denuncias contra la jovencita, a quien incluso sale a buscar a metros de su
casa e insulta públicamente en su lugar de trabajo. La muchacha le responde en
voz muy baja: “Sos funcionaria judicial…no sigas haciendo papelones. No me
insultes porque no voy a reaccionar. Eso es lo que buscas, pero no te voy a dar
el gusto”.
Transeúntes,
comerciantes y vendedores ambulantes son testigos de los abusos y atropellos
que comete la funcionaria judicial “Karina” contra la muchacha.
Ahora,
en una verdadera “tontería” judicial, logró dos resoluciones de sus compañeros
de Tribunales:
1).
El juez del Crimen Miguel Moreno dispuso que la joven empleada “tiene prohibido
acercarse” a su ex pareja y a su grupo familiar, en una distancia prudencial de
no menos de 100 metros, “así como también de su lugar de trabajo, de recreación
y lugares públicos y privados, absteniéndose de dirigirles la palabra o hacer
ostentaciones de gestos y/o actitudes agraviantes y/o provocativas, o entablar
comunicaciones”.
2)-
El juez del Crimen Darío Alarcón resolvió “prohibirle (a la empleada del local
de la calle Absalón Rojas) acercamiento y cualquier tipo de contacto personal
en favor de Claudia Roxana Luna y su
grupo familiar en un radio no menor a 200 metros, como de los lugares públicos
en los que se encuentran y especialmente de los locales comerciales de
propiedad de la denunciante; como así también todo contacto telefónico, bajo
apercibimiento de ley”.
Ninguno
de los jueces advirtió que la funcionaria judicial, su esposo y su familia
residen y trabajan en la galería Miguelito (con salidas a la calle Pellegrini y
a la calle Absalón Rojas), y la ex amante del comerciante trabaja de lunes a
sábado en Absalón Rojas, entre Pellegrini y Salta. ¡Imposible que esté más allá
de los 200 metros!
Como
cualquier dependencia de la justicia ordinaria de Santiago del Estero, Moreno y
Alarcón, casi con seguridad, deben tener los estantes y los depósitos repletos
de expedientes demorados por falta de tiempo y de recurso humano, en una
flagrante mora judicial.
Por
todo ello, resulta inadmisible perder el tiempo en caprichitos o cuestiones
triviales de una funcionaria judicial que cree que las estructuras de
Tribunales y de la policía tienen que estar a su entera disposición para que
haga uso y abuso de ellas, a fin de perseguir, acosar, insultar, denunciar y
limitar el libre tránsito de la ex amante de su marido.
Es
hora que el Superior Tribunal de Justicia (y su sala de Superintendencia),
tomen cartas en este y otros asuntos que desnaturalizan la esencia del servicio
de justicia para convertirlo en cualquier cosa.
para eso es rapido alarcon a mi me tuvo 4 meses detenido son encontrar una sola prueba en mi contra, 3 meses en infantería y 1 mes en la alcaldía en medio de los delincuentes que yo metí preso alguna ves le mande dos notas pidiendo que me traslade de ahí por que corría riesgo mi integridad física y nunca me las contesto, demoro 52 días para de negarme la excarcelacion por la peligrosidad de ser policía según el, cuando no tengo ni un dia de castigo en mi legajo en 6 años como funcionario policial y me tendria que haber contestado dentro de las 48 hs presentado el pedido de excarcelacion, pero para hacerles favores a su gente si, que vergüenza que da el juez alarcon
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