Quien controla la droga en Santiago?

A juzgar por la realidad nadie controla la droga en nuestra provincia. Para los traficantes, no existen límites ni escatiman esfuerzos a la hora de garantizar uno de los negocios más rentable del submundo criminal, sus millonarios ingresos permiten financiar una inagotable cadena de  sobornos, desde lo político a lo judicial, pasando por todas las fuerzas de seguridad y hasta un importante sector social se compran y venden con alarmante facilidad. 

En nuestra provincia contamos con los jueces y fiscales más permisivos a quienes un alto funcionario del Poder Judicial de la nación, como "los mayores corruptos" segun un informe de hastió y socorro remitido recientemente a la Corte Suprema. Y mal que les pese, razón tiene. Santiago del Estero ubicada geográfica y estratégicamente debería ser un muro de contención en la lucha contra el narcotráfico, las únicas vías terrestres de conexión con los países del norte productores de marihuana y cocaína convergen y atraviesan nuestro territorio; pero sospechosamente nadie advierte el paso de la droga. 

Los grandes golpes al narcotráfico son efectuados apenas sus organizadores o bandas abandonan suelo santiagueño, bajo las ordenes de jueces que ni siquiera informan a sus pares locales de las tareas de "inteligencia" que por meses llevan adelante en nuestra jurisdicción sin conocimiento de nuestras autoridades, clara muestra de la escasa o nula confianza que poseen nuestros jueces y policías ante colegas de otras jurisdicciones.

La vinculación política - judicial al poder narco es evidente, causas emblemáticas como las denominadas operación "langostino" "carbón blanco" y hasta la detención en la ciudad de Frías de uno de los mayores "capos" se llevaron adelante con gran éxito sin conocimiento de las autoridades locales. Y, para el colmo, cuando de casualidad algún traficante sabiéndose descubierto elige entregarse ante nuestros jueces, son beneficiados a los pocos meses bajo la modalidad del "juicio abreviado", recibiendo condenas "simbólicas" y de ejecución condicional, por lo que, su rápida libertad es algo previamente acordado. Es lo que sucedió muy recientemente en la justicia federal local, al liberar dos narcos detenidos con más de 400 Kg. de droga.

Hasta el "escudo norte" es una farsa. Con radares inapropiados a sus fines, por los cielos santiagueños de día o de noche las avionetas narcos bombardean los campos con paquetes de drogas, que luego son retiradas en vehículos de alta gama 4x4 que nadie logra ubicar. En alguna oportunidad un jefe policial venido en  desgracia supo comentar que eran sus camaradas los que hacían la logística operativa en favor de los narcos. De aquella época (2004) al presente nada parece haber cambiado. Hoy la fuerza de seguridad esta dividida en el ilícito mercado.

Muy recientemente "el hijo de un alto funcionario policial, devenido en agente infiltrado e informante, fue sorprendido comercializando dos kilogramos de cocaína" su padre ex jefe de policía y actual funcionario político con rango ministerial se encargo de "tapar todo"; hoy el morochito sigue en sus andanzas y lo mas peligroso con mayor impunidad, cual sus jefes parecen no poder controlar. Dios salve a mi Santiago.-