La causa penal contra el vicepresidente Amado boudu, parece haber sido asumido, finalmente, por los más altos funcionarios y espadas del oficialismo, como un caso perdido, a juzgar por las cada vez más tibias y estereotipadas defensas que ejercen en favor del vice: Es una maniobra de Clarín y La Nación; Es una operación para desgastar al gobierno; Es un tiro por elevación para Cristina.
Senadores, legisladores y políticos en general, todos provenientes de la región norte del país, habrían advertido a horrorizados ministros y a la propia presidenta de que los dolores de cabeza que traería una eventual exposición continua de Zamora a nivel nacional resultaría demoledora para la gestión presidencial de Cristina Fernández, y de sensible impacto negativo en cualquiera de los posibles candidatos presidenciales del Frente para la Victoria para las presidenciales de 2015.
Los cientos de miles de contratos de locación (léase trabajo en negro) existentes y en constante ascenso numérico ya explicaron a los ex maravillados porteños el por qué de los abultados porcentajes logrados por Zamora en sus elecciones.
Los sueldos-limosna que se paga a la administración pública en Santiago, con el implícito lema zamoriano “Tómalo o déjalo. Pero no protestes, ni te manifiestes, ni marches”, tapan la boca hasta al más fanático de El Modelo que pretenda decir que en nuestra provincia hay inclusión, movilidad social, defensa de los trabajadores o que se cuida la mesa de los santiagueños.
Las marchas, protestas, despidos y las brutales represiones de la policía profesional del Comisario Marcelo Pato habrían llegado en formato de video a los más estrechos círculos presidenciales, y a los no tanto, dándoles la impresión de que si esas imágenes se vieran en blanco y negro, bien podría decirse que se trata de eventos ocurridos en los años de plomo.
Los costos de sus pasiones y las de su esposa, junto a las apremiantes necesidades y carencias de la mayoría de los santiagueños habrían arribado a capital federal de la mano de “comedidos” ex aliados, serviciales opositores, e indignados santiagueños, provocando indignación por la torpeza política y económica con que se manejó quien fuera muchas veces puesto como ejemplo de gestión y liderazgo por la presidenta.
Gran parte del periodismo nacional, perseguido, vituperado y escrachado por el kirchnerismo y algunos de sus ultra secuaces mediáticos y políticos, parece haber tomado conocimiento de esta veta negra y olorosa, y estaría dispuesta a gozar con ella. Prueba de ello sería el caso de un programa deportivo de la cadena Fox Sports, en el cual sus panelistas no tuvieron empacho en debatir el desarrollo de la última carrera de TC llevada a cabo en el circuito de Las Termas de Río Hondo, junto a la pobreza, la indigencia y los graves problemas que atraviesa el sistema de salud que existen en nuestra provincia.
En fin. Con las cosas puestas de esta manera, hasta se podría arriesgar que la heroica, épica y espartana defensa que la primera línea kirchnerista ensayó sobre la causa Boudou y sobre el vice mismo, deberán ser ensayadas nuevamente cuando el hoy vicepresidente provisional del Senado avance un casillero, tomando la posta que dejaría el vice en caso de hacer un paso al costado. Lo que desconoce Cristina es que la historia Boudou/Ciccone será un cuento ensayado desde Paka Paka en comparación a los secretos que esconde el accionar en el pago chico o reino de los Zamora.
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