Este 31 de agosto habrá que
abrir los ojos bien y estar alertas como en guerra, porque el senador
está dispuesto a ganar sí o sí y no va a dudar en hacerlo al mejor modo de Zamora. Fraude y aprietes, el mejor de los estilos conocidos.
En un plenario reciente, Zamora dijo en su discurso que los fiscales ya saben bien lo que tienen que hacer con las boletas de los opositores, y que de las urnas está "todo arreglado". Es por eso, los últimos días se ha notado
en nuestra provincia un frenético movimiento entre los punteros,
referentes y funcionarios del zamorismo. Pero no se trata de que estén
realizando labores sociales o de relevamiento de necesidades o de
aprestamientos finales para el comicio del 31 de agosto próximo. Lo que
habría provocado este enajenado ir y venir de capangas zamoristas
habría sido la colérica orden de Gerardo Zamora de que el 31 de agosto
por la noche el Frente Cívico y él mismo en particular, deben festejar
con no menos de un 63 % de los votos emitidos o rodarán ríos de cabezas.
Es que el declive porcentual del Frente Cívico elección tras elección es notorio, con severa tendencia a agudizarse.
Haciendo memoria y revisión,
recordemos que el ex jefe del ejecutivo provincial la reelección a la
gobernación en el año 2009 con un 85,3 % de los votos; dos años más
tarde su fuerza vuelve a imponerse en las legislativas nacionales de
2011 pero con una notable merma de votos, logrando el 70,46 %; y dos
años después año 2013, en el comicio en que resultara electa su esposa
Claudia Ledesma, el porcentaje de votantes por de la fuerza política
gobernante cae aún más hasta el 64,67 % de los votos emitidos, hoy su
encuestador estrella le informa sobre sumas de entre 55% y 60% como
tope.
Esta sangría evidente de votos
ya no le permite al senador Zamora exhibirse a nivel nacional como un
político con caudal electoral en crecimiento. Ni siquiera con caudal
estable. Y si se diera que el 31 de agosto hubiera una nueva caída en
los porcentajes, el zamorismo quedaría herido de muerte y a la espera
del zarpazo final por parte de muchos intendentes peronistas que ya ven
al “compañero” Sergio Massa como el puerto donde amarrar naves hasta
que la tormenta económica termine de hundir al ya escorado kirchnerismo y
se lleve consigo a las profundidades al zamorismo. Ese mismo zamorismo
al que ayer defendían a capa y espada, y al que hoy nombran en tercera
persona.
Con este desesperante panorama
a la vista, el senador Zamora habría autorizado a sus Ghurkas
proselitistas a prometer viviendas, contratos, pases a planta
permanente, más la abundante entrega de dádivas de elevado valor
(lavarropas, heladeras, televisores, tanques de agua, materiales de
construcción, pares de cascos para motocicletas, camas, colchones).
Asimismo, había otorgado carta blanca para el clásico “apriete laboral” y
para asegurar que se “alcance el objetivo”, ejecutar maniobras de
tacuche de urnas en las mesas que carezcan de fiscales opositores.
Recorran La Banda Código Rojo. Bean como opera el Zamorismo tapando y arrancando afiches opositores. Eso no es delito?
ResponderEliminares lo mismo que digo yo,pero me eliminan los comentarios y encima te barden sin fundamentos. Antes estaba bueno el blog,leias cosas que no habia en los diarios oficiales,ahora defienden a chabay sin conocer la banda.
EliminarEncima hablan de chabay,codigo rojo,chabay no es candidato,hablen de mirolo.