Historia de rufianes

Con este título se explaya el blogs santiago tierra politica, en alusión al supuesto vinculo de dos hijos del poder en Sgo del Estero.

La nota esta publicada en Ámbito Político y nos etiquetaron como una manera de que se conozca este episodio que no dudamos se corresponde con la verdad. 
Estas pequeñas historietas de pago chico, se suceden de tiempo en tiempo y casi siempre son los mismos protagonistas quienes abonan las paradojas continuas que se mezclan con los engranajes del poder. 
 

Ellos desconocen que la tortilla se cocina vuelta y vuelta y alguna vez tendrán que ser meros lectores de los próximos protagonistas o puede ser que sus nombres se inscriban en las paginas policiales porque uno de ellos apretó el gatillo.

LA DULCE VENGANZA DE GUSTAVO ICK

“El Rock del Pedazo” de Ratones Paranoicos sonaba al palo en el estéreo de la camioneta blanca de la empresa Curi Hnos. Al volante iba un entonces muy joven abogado y al lado iba el “Gordo” Enrique Curi, hijo de Don Victorio, el padre y dueño de la patria contratista juarista durante décadas.

Había caído en desgracia ya. El grupo Ick lo había desplazado de la UTE (Unión Transitoria de Empresas) Panorama y usando la gran influencia de un entonces muy joven Gustavo Ick sobre “Nina” Juarez, que gobernaba la provincia, se empezó una suerte de “cacería” judicial en contra del antes todopoderoso empresario de la construcción. 

Estaba prófugo por entonces Don Victorio en el marco de la investigación sobre la AGE (Auditoria General Externa) del IOSEP. El grupo Ick gastaba horas de en televisión a seguir el caso.

 

La voz de Juanse seguía a todo lo que daba: “yo quiero mi pedazo, porque no me lo dan” y el cigarrillo de cannabis pasaba de la mano del abogado a la del gordo Curi. Venían circulando por la Avenida Belgrano, en sentido norte-sur. Al llegar a la esquina de calle San Juan los frena el semáforo, momento que aprovechaban para darle prolongadas pitadas al porro. 

Entonces Enrique miro a su derecha y vio como un BMW gris se estacionaba al lado. El gordo se exalto y le dijo a su amigo y conductor “mira, es gomina, lo voy a matar, lo voy a matar a este hijo de puta”. 

En ese momento saco un revolver calibre 38 de la guantera, quiso abrir la puerta, era de madrugada, cerca de las 3, su amigo intento detenerlo pero este se lo saco de encima de un tirón. Bajo, camino los pocos metros que había entre los dos vehículos y con el caño golpeo el vidrio del BMW

El vidrio se bajó y Gustavo Ick, quien manejaba el auto importado, jamás se imaginó que quien le golpeo el cristal era el hijo de entonces el enemigo público número 1 del grupo Ick. Con la mano izquierda Enrique lo tomo del cuello de la camisa y con la derecha lo encañono en la sien. Fueron segundos de silencio, eternos, interminables.

A Enrique algo le llamo la atención en la zona genital de Gustavo y el grito de su amigo “vamos gordo”, lo devolvió a la realidad. Fue entonces que le dijo “dejen en paz a mi viejo porque los mato a todos, hijos de puta”. 

Enrique se subió a la camioneta que salió rayando, perdiéndose en el sur de la ciudad. El BMW y su chofer quedaron quietos, por un tiempo largo en esa esquina.

“Vamos ya a La Rioja, le ordeno el gordo Curi a su amigo abogado” y seguido le dijo “gomina se ha ishpao, te juro, se ha ishpao”. Seguramente ese detalle fue que le llamo la atención a Curi al bajar la mirada debajo del cinto cuando lo tenía apuntando. 

“Gomina” es el apodo que de niño tenía Gustavo Ick, en los tiempos de escuela por su peinado siempre firme. 

 

Los meses pasaron y don Victorio finalmente fue detenido. 

Gustavo jamás olvido ese día y juro que el tiempo le iba a dar la chance de venganza y ese día finalmente llego.

Todos los que transitan la política y las calles de Santiago saben que Enrique Curi es quien maneja la droga en la provincia y que tiene una suerte de “ejercito” de dealers a su servicio. Mucho de ese ingreso lo blanqueaba con el rock, representando y financiando recitales, principalmente del género “pesado”. 

Pero el gordo cayó en desgracia y días atrás allanaron una propiedad suya donde encontraron 1,5 kilos de cocaína. Junto con el fueron detenidos varios de sus soldados, algunos de ellos con larga experiencia en la venta callejera de drogas. 

 

Cuando Gustavo Ick recibió la noticia en su teléfono primero hizo silencio. Luego se recostó en su cómodo sillón y sonrió. El “hola, hola” del parlante del teléfono lo trajo a la realidad y rápido dijo “tapa, va en la tapa con fotos, nombres, apellidos y edades de todos y quiero que sigan la noticia todos los días, ¿me entienden no? Todos los días. Y si de tribunales no hay nada contamos de vuelta la historia, pero la quiero todos los días y con fotos. Que se turnen los fotógrafos o manden dos a cada guardia, pero quiero las mejores fotos”. Del otro lado del teléfono el canoso jefe de redacción solo atino a un “comprendido”, aunque tuvo tiempo de pensar para si que antes las ordenes las daba don Victorio. 

Y así se hizo. Desde que la noticia exploto no hubo una sola vez que El Liberal y el resto de los medios del grupo Ick no se hagan un “festín” con las imágenes del gordo Curi desfilando por tribunales.

http://santiagotierrapolitica.blogspot.com.ar/2014/09/la-nota-esta-publicada-en-politico-y.html