Zamora mueve los hilos del massismo

Por: U.H
No es un secreto que Gerardo Zamora ha distinguido con su amistad a Pablo Mirolo y al massismo todo en nuestra provincia (si es que a eso se le puede denominar distinción) y es que las entelequias maquinadas por el presidente provisional, son dignas de ser analizadas ya que ninguna de ellas es ingenua o carente de intención mediata.

Hoy Mirolo festeja los dichos de Sergio Massa que hablan más del candidato a presidente por el Frente Renovador que del Propio Chabay Ruiz, es que ambos están obligados a marchar al ritmo que impone el patrón, ya que es la única forma de captar votos con una campaña digna con fondos que facilita su mandante y que ellos aceptan de buena gana.
Hoy Mirolo claramente goza de más conocimiento pero uno estigmatizado ya que lo consideran tras bambalinas para que él no escuche “una traidor” a Ruiz, sin darse cuenta que los dichos que festeja son paladas de tierra que recibe pero que no logra percibir por su escasa capacidad de entendimiento en las cuestiones políticas.

¿Por qué Zamora prefiere perder una banca con Mirolo y no con Lugones?

A Gerardo vía Pablo y su sociedad, se le abrieron las puertas de La Banda que hoy gobierna por control remoto. Es más, el actual intendente es un mero objeto decorativo que espera fondos y órdenes desde la capital y como uno es dueño de lo que conquista, desde que esta enrolado en sus filas el ex primer mandatario provincial prefiere en caso de tener que perder una banca, hacerlo con el chaqueño y no con Marcelo Lugones por una cuestión muy simple, el joven alcalde sería en la cámara uno más de sus diputados como si fuera del propio “Frente Cívico”, mientras que Lugones representaría una pérdida material y de poder real de negociación con el próximo presidente. 

¿Si gana Scioli se queda en La Banda, si gana Macri se va al congreso?

En caso de ganar una banca (cosa bastante improbable) según las mismas fuentes que nos nutren, su futuro quedaría atado al destino de quien fuera a ocupar el sillón de Rivadavia ya que, si ganara Daniel Scioli, el hombrecito de rostro abuenado, el mismo que esconde su esencia, seguiría ocupando su cargo de Intendente de la ciudad de las fincas perfumadas.
El por qué es simple, si ganara el actual Gobernador de la provincia de Buenos Aires no habría necesidad de mostrar poder de número absoluto, la amistad está garantizada por la continuidad que representa el motonauta y los amores demostrados en el apoyo a su campaña poniendo el aparato, los fondos y el cuerpo, eso ya sería suficiente.

Por el contrario si el que ganara en una segunda vuelta fuera Mauricio Macri, luego de haberle hecho la vida insoportable a Rodrigo Posse y de haberlo llamado “pavo” desde su cuenta de twiter, necesitará mostrar que es el dueño de la totalidad de los escaños tanto en la cámara baja como en la alta para pararse ante una fuerza política que podría mostrársele hostil.
Esa cuestión no es menor para Claudia Ledesma Abdala y Gerardo Zamora ya que ambos están flojitos de papeles y un enfrentamiento con el poder central, podría terminar con el clan gobernante en nuestra provincia. Él lo sabe y es el escenario que más teme. Por esto la importancia de sumar lo más posible para el sciolismo, y quitarle a través del Frente Renovador la mayor cantidad de sufragios en nuestra provincia a Mauricio Macri. Ese y sólo ese, es el motivo por el cual ZAMORA MUEVE LOS HILOS DEL MASSISMO.