La camioneta del gobierno de Zamora, conducida por un empleado borracho, acompañado por un amigo, también alcoholizado, que mataron a un remisero y se dieron a la fuga. |
Héctor Francisco Domingo Ferrado, ebrio, conducía a más de 160 kilómetros por hora, y estaba acompañado por otra persona de sexo masculino, cuyos datos esconden la policía y la justicia intervinientes. Los dos estaban alcoholizados y en la cabina de la 4 x 4 llevaban varias botellas de whisky.
“Operativo ‘tapada’”
Los cronistas policiales comenzaron a movilizarse a las 8 de la mañana del sábado. Concurrieron a la escena de la tragedia (debajo de la pasarela entre los barrios Misky Mayu y 1 de Mayo) y a la seccional 12, a metros del lugar del hecho. Captaron notas gráficas y se informaron de que la camioneta era oficial y afectada a la Casa de Gobierno, que llevaba dos ocupantes, ambos borrachos y empleados allegados a funcionarios zamoristas, que abandonaron al remisero y que se dieron a la fuga.
Antes de las 9 de la mañana se apersonó a la seccional 12 el ministro de Justicia, Ricardo Daives, y “operó” con los policías para que se “tapara todo”.
La “prensa” pagada por Zamora cumplió al pie de la letra la orden y retiró a todos sus cronistas para cumplimentar el “operativo ‘tapada’”, y cuidar al gobierno, a sus funcionarios y a los empleados borrachos y criminales que andan de juerga en vehículos pagados por todos los santiagueños.
No es la primera vez
Si es empleado del gobierno de Zamora y si se maneja en un vehículo de este gobierno, puede chocar, matar, andar borracho y hasta fugarse. Quédese tranquilo que la “prensa independiente” no lo va a escrachar.
(Ahora, si es cualquier hijo de vecino, prepárese para ser escrachado con fotos y con datos hasta de sus hijos y vecinos. “Prensa selectiva”, que le dicen).
Esto de los dos borrachos criminales que mataron al remisero este sábado, no es nuevo. Todavía están frescas las escenas dolorosas y desconsoladoras de humildes familiares de una joven madre y de su pequeña hija que fueron atropelladas, abandonadas y asesinadas por un cuñado del gobernador Zamora, en la Belgrano, del barrio San Martín de La Banda. Los vecinos cuentan cómo se movilizó a todos los bomberos para que lavaran la ruta a fin de no dejar huellas de tamaño “asesinato” de un “loco del volante”.
Del mismo modo, siguen en las memorias de los santiagueños la muerte injusta de un joven matrimonio (la señora empleada de Recursos Hídricos) que viajaban en motocicleta y Daniel Zamora (hermano de Zamora), alcoholizado pasó por encima con su automotor a la pareja y la mató en el acto.
Otro hecho escandaloso fue protagonizado por Daniel Russo, el mal recordado interventor del Consejo Provincial de Vialidad, y “referente” político de Zamora en La Banda. Russo, también borracho, chocó y mató a dos personas con su vehículo automotor. Fue procesado y condenado por la Cámara del Crimen de segunda nominación, y recibió la prohibición de conducir.
Sin embargo, alcoholizado, hace un año, el 20 de octubre de 2010, mató a una persona a la que chocó en el autopista Capital-Banda. ¿Saben cuánto tiempo estuvo detenido en la seccional 12? Dos horas. Vino el ministro Daives y “ordenó” que lo liberaran.
¡Qué jusiticia! ¡Qué policía! ¡Qué funcionarios del Poder Ejecutivo! ¡Qué prensa!
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