Me dirijo a ustedes nuevamente y a toda la sociedad santiagueña a
través de este medio como lo hice en el año 2012 indignada por la
injusticia que esta cometiendo el Consejo General de Educación con mi
persona.
En el año 2011 interpuse denuncia en el Consejo General
de Educación, lo hice ante la “inacción” por parte de mi autoridad
inmediata superior; la Directora de la Escuela, y solicité se investigue
y se sancione a la docente que durante un año mancilló mi buen nombre y
mi moral con dichos falsos (a mis espaldas) dentro y fuera del local
escolar. Y la directora no solo se lo permitió sino que no hizo nada
cuando tomó conocimiento de la situación y le solicité que intervenga
como autoridad.
A pesar de las pruebas y los testigos que
presenté la supervisora sumariante defendió a implacablemente a la
docente que mancilló mi nombre y a la directora que no actúo al respecto
como máxima autoridad del local escolar que es. Atacándome como si yo
fuera quien produjo las calumnias y éstas dos personas mis víctimas, tal
vez molesta por apelar a mi derecho de pedir justicia, como ciudadana y
trabajadora.
Toda esta situación afectó seriamente mi salud, ya
que por segunda vez se ponía en tela de juicio mi moral esta vez en
manos de las personas que realizaban la investigación, que supuestamente
debían impartir justicia y que sin embargo dichas autoridades me
presionaban para que desista de mi pedido de justicia e iniciaron una
persecución en mi contra, por lo que me sentí una víctima de violencia
laboral que nuevamente y reiteradamente era revictimizada por a traves
de mis superiores.
Mientras caminaba por los pasillos del Consejo
con mi abogada pidiendo justicia me enteré que esto es muy común que
pase en las escuelas lamentablemente pero si el docente se anima a pedir
justicia, las autoridades (que debieran velar para que los docentes
formen a los alumnos con valores a través del ejemplo y preservar el
buen ambiente laboral en los locales escolares); se encargan de
presionar y cansar al docente para que abandone la lucha por defender
sus derechos y su dignidad. Los abogados del Consejo me dijeron que
tenia derecho a pedir justicia pero que a pesar de las pruebas ellos no
pueden hacer nada porque son simples empleados del Consejo que resuelven
lo que les indican las autoridades, que muy pocos docentes llegan a
apelar tantas veces, que por lo general abandonan a mitad del camino
cansados.
En diciembre del 2013 me notificaron que la respuesta a
mi última apelación sigue siendo la misma sancionaron a la docente que
mancilló mi buen nombre con “apercibimiento leve” pues les parece “leve”
manchar el legajo personal y mancillar el buen nombre de una persona
que siempre tuvo una conducta intachable dentro y fuera de la comunidad
educativa durante 21 años, y verme manchada por sun simple capricho o
por un trafico de influencias tal vez? Y no conforme con eso también
castigarme a mi con un apercibimiento por no quedarme callada y reclamar
justicia? Acaso no vivimos en democracia??!!
Muchas personas me
dijeron mientras me encontraba con licencia médica “no vuelvas a la
escuela, pedí traslado, no vale la pena volver a la escuela donde te
hicieron tanto daño” yo les contesté que no tengo porque irme si alguien
no quiere verme ahi que se vaya, pero yo no abandonaría a mis alumnos y
a la comunidad a la que aprecio y respeto igual que ellos a mi. Y así
fué, cuando me reincorporé a la escuela la docente que atentócontra
mi buen nombre pidio traslado voluntario inmediatamente, no soportó
verme entrar con la frente en alto y ver que mis colegas y toda la
comunidad me recibian con el mismo cariño y respeto de siempre.
He
aquí otra injusticia mas del Consejo de Educación porque hay muchos
docentes enfermos o con problemas graves que piden traslados por una
verdadera necesidad y andan penando y suplicando durante meses por los
pasillos del Consejo, y a esta docente se lo dieron en forma inmediata
cuando lo solicitó siendo que ella goza de perfecta salud.
Lamentablemente esto es moneda corriente en el Consejo, y tambien ocurre
en las escuelas si uno se pone bajo los directivos de manera obsecuente
y máxime si ésta está bien “acomodada” (politicamente o por amiguismos)
en el Consejo General de Educación.
Hoy les contesto por este
medio a las autoridades no me cansaron, no abandono la lucha,
simplemente soy una docente sin amistades en el Consejo ni abales
políticos y con un sueldo (que es de público conocimiento como se paga
la educación) por lo que no me alcanza para seguir costeando los
honorarios de un abogado, inútilmente ya que para las autoridades del
Consejo aparentemente no existen las leyes ni la justicia. Y es por eso
que ya no espero mas la justicia de los hombres porque ya estoy viendo
“la justicia de Dios” a Él nadie lo compra, ni lo engaña.
También
le digo, a ésta docente y a todos aquellos que la apoyaron con mentiras
para cubrir sus faltas o por obsecuencia a la autoridad, que cuando les
pase algo en la vida y digan “Dios porque a mi” recuerden la injusticia
que cometieron conmigo y con tantos otros docentes y encontrarán la
respuesta. Yo tambien cuando me enteré lo que estaba pasando a mis
espaldas dije “Dios porque a mi si nunca tuve probelmas con mis colegas
ni autoridad alguna” y algunos colegas y amigos me contestaron porque
justamente ella quería el cariño y el respeto que siempre recibiste en
la escuela. Pobre no sabe que eso se lo gana cada persona con sus actos a
traves de su vida no se la consigue quitandosela a otra persona.
A
todos los docentes les digo nunca permitan que los menosprecien a o los
humillen por ser simples maestros, recuerden que todos tenemos el mismo
titulo docente, un cargo o un sueldo más alto no les da derecho a
pisotearlos. Todos somos trabajadores y ciudadanos y tenemos los mismos
derechos, espero que esta nota sea leída por muchos para que se enteren
cuantas injusticias se cometen en los lugares donde se imparte la
educación.
Prof. Auria Enriqueta Fernandez, docente de la
Escuela Nº 208 de la localidad de Mal Paso Dpto Capital con 21 años de
antigüedad en la docencia.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento sera eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptacion del Reglamento.