Solo los ladrones compulsivos lo aman. Por eso Cristina impone a Zamora en el Senado y desata otra interna en el peronismo.
Hoy dió inicio a
las sesiones ordinarias de la Asamblea Legislativa, pero en los pasillos
legislativos hubo actividad digna de una sesión por una ley
trascendental.
Senadores, diputados, asesores de todos los
partidos y operadores políticos de todos los colores circularon por los
pasillos de puerta en puerta. El motivo de tanta corrida fue el nombre
que Cristina pidió para ocupar la Presidencia Provisional del Senado:
Gerardo Zamora.
El ex gobernador de Santiago del Estero ha sido
noticia en varias oportunidades en los últimos meses por los dolores de
cabeza que ha generado a los distintos armadores del oficialismo. Su
intención de ir por un tercer mandato en su provincia encontró freno en
la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La solución hallada por
Zamora fue pragmática: su esposa, Claudia Abdala, sin palmares políticos
para ostentar, se convirtió en gobernadora, mientras su marido era
electo para ocupar una banca en el Senado Nacional.
Ahora,
Cristina lo quiere en la línea sucesoria. Y pareciera ser la única que
lo quiere allí: los peronistas reniegan de su radicalismo, los radicales
desprecian su oficialismo. Desde el bloque de la UCR afirmaron que no
proponen a nadie a cambio, sólo que no apoyan la presidencia del recién
llegado. Otras fuentes radicales indicaron que, por lógica, el indicado
del oficialismo para presidir el Senado, debería ser Miguel Ángel
Pichetto.
Desde el entorno del veterano senador peronista
también manifestaron su rechazo a la designación de Zamora, a lo cual se
añade otro ingrediente: Pichetto no tiene intenciones de ocupar cambiar
de cargo, dado que se siente cómodo en su rol de presidente de la
bancada del justicialismo.
Para poder dimensionar el conflicto
que se generó, basta remarcar que Pichetto llamó al jefe de Gabinete,
Jorge Capitanich, para que se acerque al Senado y explique las
intenciones de Cristina. De este modo, Capitanich tuvo la misión de
lograr el alineamiento del bloque oficialista, algo fundamental para las
pretensiones de la Casa Rosada: para elegir al Presidente del Senado se
necesita mayoría simple, algo que el kirchnerismo lograría entre los
senadores propios, y los aliados.
Finalmente, voceros del
bloque oficialista comunicaron que Capitanich habría logrado la unidad
de los senadores del Frente para la Victoria. De los aliados, no se
emitió una palabra.
Un presidente provisional sin poder. En
medio del congelamiento de las relaciones entre Cristina y su
Vicepresidente, la importancia del cargo que pretenden que ocupe Gerardo
Zamora es trascendental al ser el tercero en la línea de sucesión
presidencial en caso de fuerza mayor. Una licencia de Boudou, un viaje
de Cristina y Zamora queda al frente del Poder Ejecutivo con el poder
que le da no contar con el apoyo real de ningún senador, sólo con el
apoyo forzado de quienes lo aceptaron recién después de una larga
negociación a puertas cerradas con el jefe de Gabinete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento sera eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptacion del Reglamento.