Por Juan Pablo Súarez
Lejos de ganar Gerardo Zamora, en el análisis fino perdió, y es que en esta ocasión lo importante pareció no ser el hecho de ganar, sino el de hacer perder al otro y con su codicia desmedida por conseguir las tres bancas para senadores, dejó al descubierto que él (al igual que Cristina), tampoco es eterno.
El número real del primer mandatario cuando queda solito y sin la compañía de “Bases Peronistas”, es 51,26%, entonces ¿Dónde queda el pretendido y prometido 80%? Pero el otro dato aún más curioso, es que en la lista a diputados donde sí fue de la mano de sus circunstanciales socios el número final da 70,48%.
Todo es pérdida para el jefe del Ejecutivo provincial ya que lejos quedó el 85,05% logrado el 3 de noviembre de 2008 cuando ganó su segunda gobernación. Es decir que en el mejor de los casos perdió casi 15 puntos porcentuales y si mañana sus socios políticos se abrieran de esta especie de S.R.L conformada desde los inicios del “Frente Cívico”, la pérdida llegaría al 35%.
Por todo lo expuesto, podría decirse que si mañana, Bases se revela,
puede tranquilamente dar batalla y los peronistas son frentistas desde
su génesis, lo que nunca dejan de ser es peronistas y como decía Perón, “Cuando parece que están peleando en realidad se están reproduciendo”.
Votos en la vida real
Nadie dudaba que el oficialismo ganaría por un amplio margen, el tema de interés era el segundo lugar
que llevaría un integrante a la cámara Alta en el Congreso nacional,
cuestión ésta que suele darle cierta entidad e importancia al partido
dueño de ese escaño.
Los números que difundió Última Hora el día viernes eran los que pusimos, de tres fuentes: Hugo Haime (HyH), consultor internacional, pero además se filtraron, los del mismísimo Zuleta Puceiro que quedó mal parado ya que serían los que encargó el Gobierno provincial y habrían arrojado entre el 60% y 63% para el partido gobernante, además de los informados por la SIDE a la Casa Rosada.
El segundo lugar era del FPV, tercero Emilio Rached y en el último escalón, Gerardo Montenegro.
Los votos del aparato
14:20, llega un auto a una escuela con el cartel de Gerardo
Montenegro en ambos flancos y capot, cinco ocupantes en su interior, el
conductor, un acompañante y tres personas en la parte posterior. Baja la
copiloto con un padrón en la mano, acompaña hasta la puerta a los tres
prisioneros, los mira entrar, los espera y a su salida tilda la planilla
donde figuraban sus nombres para recién dejarlos subir al auto y se
alejan con rumbo incierto.
18:10, los pocos vehículos con la sigla DZ que se movilizaron
ayer marchaban por Belgrano hacia el sur, dando por terminada la jornada
y los identificados con el “Frente Cívico”, hacen colas en el comité de
la “Chaco Navarro”. Terminó su jornada.
18:15, Independencia y Balcarce no se puede pasar, todo está
cortado, las únicas unidades que se mueven en tiempo de descuento son
las identificadas con el hoy “Dueño de la minoría”, los
autos de Montenegro no paran, el ritmo es febril, corren, las puertas
todavía no se cierran, los punteros meten gente desesperados, es la
hora, sobre el final hay que perpetrarlo. De pronto y casi entrada la
noche, ya está, se terminó, las mesas en el interior profundo serán más
fáciles.
Esperan las fotos, la gloria, los viajes, el crecimiento político que hasta hoy no existía como parte de su capital, y ser el ganador, el gran ganador, el glorioso ganador, la sorpresa de las elecciones dirán los matutinos con la tinta fresca.
Pichón, primer aparente perdedor
El ministro de Gobierno en un tiempo tendrá a nivel interno (dentro de Bases) un adversario
que lo va a mirar sin cara de estar ante su excelencia, sin el respeto
ni la verticalidad que exige el peronismo para ser parte. Uno al que la gente consultará sin que él se entere y quizás creerá que le hicieron la cortada, a lo mejor tema que negocie ese peronismo ya negociado una vez, de nuevo con Zamora pero ahora sin él y lo entregue totalmente.
Posiblemente en solo meses el mandamás decida desinflarlo y poner
sobre la tarima de los campeones al dueño de la pelota de básquet, al
secretario general de la CGT y representante de ningún trabajador. Campeón nuevo mata viejo líder,
la diferencia es la caja pero eso se soluciona, peligro de destierro y
muerte posterior por el abandono de manada, las situaciones a imaginar
son casi infinitas y cualquiera de ellas posible.
Zamora, segundo seguro perdedor
Son las nueve de la noche, la veda ya no es, el Gobernador Gerardo Zamora desde una escalera acompañado en primer plano por el siempre desalineado intendente tiene un micrófono entre sus manos, un escalón arriba el vice gobernador Ángel Niccolai sonríe, pareciera que es lo único que sabe hacer, desde la puerta donde muere la baranda, como un ladrón sin querer ser visto, Ricardo Daives saca por momentos la cabeza para ver el espectáculo. El blanco hombre lleva las ofrendas a su divinidad, pondrá todas las cabezas que cortó en la guerra santa en un morral, pero más tarde sabrá que acaba de morir su diosa.
Ahora despidió a todos, les agradeció, cierra la puerta y ya está, ganó, mató a todos, especialmente a Chabay, pero es tarde, acaba de nacer el monstruo, uno que el mismo engendró. Sin su protectora es ahora prisionero de su propia trampa, ella, está caliente pero yace sin vida, lo dicen todos los canales de televisión, el polvo que acaba de echar y que prendió va a dar una cría justicialista y quizás en un tiempo más lo abandonen por el líder natural que acaba de nacer.
Mi jefa de redacción me despierta del sueño en el que me había
imbuido mi nota al grito de jefeee, escuche le voy a leer una nota
genial y lo hace en voz alta, realmente lo es por lo que decido
parafrasear su título “ES EL PERONISMO, ESTUPIDO”.
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