De financista a Senador?

Por Victor Daniel Nazar, ex director del sitio Arena Politica

Durante décadas el empleado público fue cautivo político en su libre albedrío y rehén silenciado de toda forma de opresión económica. No había delegado gremial por entonces como ahora que alzara  voz en defensa de sus derechos. 

Gerardo Montenegro

Eran ellos mismos, sus secretarios gremiales, cómplices políticos y socios financieros de la usura foránea quienes otorgaban los “códigos de descuentos” para esquilmar  los míseros salarios del empleado público quien con resignación advertía a fin de mes $ 0,00 de haberes.

Sumidos en la zozobra y la desesperanza miles de empleados públicos continúan cautivos en una espiral de vida que indigna al trabajador. Sabedor de que solo, bajo la siniestra modalidad de los “prestamos sindicales”  o “anticipos de sueldos” puede arrimar un pedazo de pan al diario y pobre sustento de sus hijos.

Pero los tiempos cambiaron, se reciclaron las formas de esclavitud y dependencia. Hoy no son forasteros los perversos capitales volcados con sobrada maldad al mercado laboral local. Son los propios de los sindicatos, mutuales y cooperativas los que inundan la oferta “financiera laboral” las que mantienen la perversa trampa de una “usura corporativa” cual nadie se anima investigar a pesar de existir múltiples denuncias en los tribunales locales. La famosa mesa de diálogo que conforman, son solamente protocolar, Zamora decide algún mísero aumento y los convoca para figurar y manifestar que fue en base al consenso gobierno- sindicatos. Los empleados públicos se preguntan, si los sindicalistas opinan en ese “circo” por que no exigen el blanqueo de las cifras en negro que perciben.

Engranaje bien aceitado:

Entonces vale interrogar sobre el origen del dinero? Su respuesta nos orienta entender del porque de tanta inactividad judicial como de la bien aceitada maquina de originar ganancias espurias a expensas del sudor y sacrificio laboral de los empleados públicos.