“Lalo”, subsecretario de Deportes, campeón para provocar escándalos en los boliches donde se divierten los jóvenes de Santiago. |
Éste subsecretario, en todo lo que va de la gestión zamorista, ha acumulado mucho dinero, propiedades, y otros bienes, y disfruta de innumerables viajes de placer por los lugares más exóticos del planeta, que él mismo se encarga de publicitar con cientos de fotos que publica en su cuenta de Facebook.
Otra marca de su enriquecimiento inexplicable es el automóvil de alta gama que ha adquirido en “el tiempo zamorista”, al que exhibe escandalosamente en la playa de estacionamiento de las modestas oficinas de la subsecretaría de Deportes (en los bajos del río Dulce); junto a otras “máquinas” de su segundo, su tercero y de toda la caterva de corruptos que se hacen llamar “justicialistas de Bases Peronistas aliados al zamorismo”.
Escándalo y agresión
Gracias a todas las mercedes otorgadas por el “rey de la corrupción”, Gerardo Zamora, es que “Lalo” Zani se siente todopoderoso y sale por las noches de los sábados a hacer ostentación de sus dinerillos producto de la plata dulce que arrebata a diario en la subsecretaría de Deportes donde su jefe directo, “Sugus” Suárez, siempre saca de la galera un subsidio, un viaje de escolares, una donación de equipos deportivos, etc., para que mediante facturas apócrifas extraigan fondos que van a parar a sus bolsillos.
“Sugus” Suárez el jefe y cómplice de “Lalo” Zani, y Zamora, el responsable de designarlo en el cargo de subsecretario.
Agrandado
por las ínfulas que le transmiten los Gerardo (Zamora y Montenegro),
“Sugus” y “Pichón” Neder, “Lalo” Zani es concurrente habitual a boliches
destinados a los jovencitos, donde “copa la parada” pagando todos sus
tragos de fernet con coca, whisky, champagne y otros cócteles, así como
los que consumen sus amigos y allegados.Hace algunas semanas bebió de más y protagonizó un incidente gravísimo. Golpeó alevosamente a un joven entre la multitud de un boliche de la avenida Roca. Se sacó la camisa y amenazó a la policía mientras pateaba en la cabeza a la víctima, que estaba en el suelo. “¡Ustedes no se metan. No saben con quién se van a meter. Los voy a hacer correr de la repartición!”, les gritaba a los policías que a las 6 de la madrugada fueron a intervenir en el grave incidente.
El pobre muchacho fue trasladado al hospital Regional donde lo atendieron de heridas y golpes. Más tarde llegó a la comisaría seccional primera y formuló la denuncia contra el funcionario de Gerardo Zamora.
A las 10 de la mañana del domingo, cuando llegaron los cronistas, observaron el parte donde figuraba “Zani denunciado”, pero los policías les rogaron “no decir una palabra porque hay orden de arriba de no publicar nada contra ‘Lalo’”.
El ocultamiento
Este hecho que ocultó el gobernador Zamora, el jefe de Gabinete, “Sugus” Suárez (de quien depende directamente “Lalo” Zani), los jueces y fiscales del Crimen, y el jefe de policía Marcelo Pato, para probar cómo se esconden los delitos y la corruptela de los funcionarios de este gobierno.
Los medios de prensa oficialistas no dijeron una sola palabra a pesar de delicado incidente y de la gravedad de la agresión que recibió la víctima del subsecretario de Deportes.
Por “orden de arriba”, lo citaron a “Lalo” al Palacio de Tribunales y declaró como imputado en una maniobra cómplice de los funcionarios judiciales que “lo escondieron” para que nadie advirtiera que estaba acusado de lesiones múltiples, desorden y agresión verbal a la autoridad policial.
Sin duda, ha llegado la hora de que el gobernador Zamora actúe contra estos enanos mentales que tiene como funcionarios y que le juegan en contra, justamente, en tiempos en que sus “cerebros” del Derecho Constitucional están hilvanando planteos para habilitar (violando la Constitución) la vía que le permita la re-reelección.
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