Sumampa no lo quiere ver “ni pintao” a Zamora

Otra frustración de Sumampa: una “empresa amiga” de Zamora inició trabajos de pavimentación, rompió el asfalto y paralizó la obra “por falta de plata”.

Gerardo Zamora ya lleva más de 7 años de gestión y a pesar de anunciar en reiteradas oportunidades con bombos y platillos su “proyecto” de una “reparación histórica del sur santiagueño”, no puede ni siquiera concluir obras de caminos que ya tienen los plazos vencidos.
La ruta de Sumampa a Pinto está por la mitad, y el camino de Los Telares hasta Santa Lucía no sólo que empezó tarde, sino que hace seis meses que está paralizada porque la “empresa amiga del gobernador” no cuenta con las maquinarias.
De igual modo, siguen siendo promesas los trabajos para llevar agua potable a nueve parajes del departamento Quebrachos, que Zamora publicitó profusamente en los medios de prensa de su propiedad y en otros oficialistas.
Mintió a los productores que siguen esperando desde hace más de cuatro años que Zamora les provea de tanques elevados, después de que el gobierno los afectara al disponer el desvío del agua del cauce del río Dulce para favorecer a “inversores amigos”. Fue cuando los “genios” zamoristas pretendían llevar un mayor caudal hacia otras provincias y terminaron afectando a más de 2.000 familias ribereñas de los departamentos Atamisqui, Salavina, Mitre, Aguirre y Quebrachos, así como el norte de Córdoba.

Escándalo por el barrio en Sumampa

Desde hace un año y medio que el gobierno de Zamora no resuelve el serio problema del agua domiciliaria en el barrio concluido y que no puede ser entregado a sus adjudicatarios.
Son 40 casas que siguen sin ser habitadas por la inoperancia de los técnicos del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (Ipvu) y de la Secretaría del agua.
Claro que la “empresa amiga de Zamora” realizó unos trabajos de perforación a fin de favorecer con agua al barrio y al colegio Técnico N°9, pero de nada sirvieron porque se extrae líquido con algo porcentaje de flúor.
Frente a ello, Zamora buscó hacer un gran negocio prometiendo la creación de una planta potabilizadora y dejó de lado otras perforaciones más baratas.
Lo cierto es que pasan los días y los meses, y las 40 familias sumampeñas no pueden gozar de una vivienda digna.

Robo de Vialidad y rabia vecinal

La mayoría de los vecinos de Sumampa coincide en que “Zamora ya no tiene vergüenza”, y traen a colación los robos cometidos en el seno de la zona Vial N° 9 del Consejo Provincial de Vivienda.
Según los sumampeños, Zamora se burló de la gente para amparar a los ladrones y quedar bien con el diputado (de licencia) y secretario de Trabajo, Andrés Bernasconi, quien también es secretario general del gremio de los viales santiagueños. La bronca con el gobernador es que ha “querido engañar” a todo Sumampa con “el circo” al publicitar la corrupción en esta zona Vial, donde los jerarcas tenían una carpintería y una carnicería de animales vacunos, que realizaban compra y venta de ripio y arena, y se hacían una fiesta con los vales de combustible.
Hoy, los dos principales acusados están libres gracias a las jugarretas y arreglos espurios de las autoridades viales y del gremio con la justicia. Los atorrantes de la zona Vial se ríen ahora de muchos productores que les dieron sus animales y no le terminaron los trabajos acordados.
Según el vecindario de Sumampa, “Zamora y Alfano (interventor del Consejo Provincial de Vialidad), se burlaron de la gente intentando mandar las maquinarias de una “empresa amiga” (Mijovi, con récord de adjudicaciones) para que empezara las obras del asfalto de las principales calles de la ciudad. Pero resulta que la durante una semana rompieron las calles y suspendieron las obras. Dicen que “no hay plata”, pese a que la obra fue adjudicada.
Por todo ello, Zamora no quiere saber nada con los sumampeños. El municipio lo invitó para el 18 de mayo a fin de que presidiera la inauguración de la Terminal de Ómnibus, pero se niega a pisar el suelo de Sumampa.
Teme un escrache. Tanto, que ni la fiesta mayor de Nuestra Señora de Sumampa lo motivó para llegarse por el sur santiagueño.