Por; U.H
En los tiempos intensos que vivimos, los argentinos nos hemos vuelto
expertos en advertir síntomas políticos, aun cuando éstos estén en etapa
embrionaria, y en diagnosticar males gubernamentales o partidarios con
certeza casi profesional. Tomando como base esa experiencia adquirida, y
a la luz de los hechos públicos, podemos afirmar que el Frente Cívico
gobernante padece sonoros crujidos que preanuncian profundos y
encarnizados quiebres.
Una impactante solicitada en la que se denuncia al titular del gremio
de UPCN por serias “desprolijidades” en su gestión no resultaría
extraña ni llamativa en nuestro país, donde los sindicalistas no gozan
precisamente de fama de administradores transparentes ni ordenados. Pero
si hilamos un poquito más fino, y pensamos que las desprolijidades,
trasladadas al ámbito judicial, constituyen en realidad delitos graves,
notaremos que nuestra percepción primera cambia, y ya no la veremos como
una solicitada común sino como un poderoso mensaje que entraña un agudo
síntoma.
Igualmente ocurre con el jefe comunal de Las Termas y ¿aliado? del
oficialismo provincial, Miguel Mukdise, quien por estos días es un
asiduo presente en los medios de línea gubernamental, y no precisamente
por el Moto GP o el inicio de la temporada invernal. Mukdise fue
denunciado por sus propios ediles por los supuestos delitos de fraude en
perjuicio del Estado Nacional, abuso de autoridad y violación de los
deberes de funcionario público, y éstos hasta arriesgaron el monto que
el jefe comunal habría defraudado: 500 mil pesos.
Hasta aquí, la noticia nos estaría hablando de un caso de corrupción
más en la que se ve inmerso un político, y de la inquietud de varios
concejales a los cuales les preocupa sobremanera el destino y uso de los
fondos de los vecinos que los eligieron como representantes. Pero
nuevamente hilemos fino: Mukdise es intendente de la ciudad turística
más importante de Santiago y la que más fondos recibió por parte del
estado provincial, y por sobre todo, es parte del Frente Cívico que,
como todos sabemos, no es precisamente un implacable depurador de
corruptos y malversadores de entre sus filas. Ni siquiera manda a
cuarteles de invierno a sus sospechados, no, los sostiene, los banca y
los apuntala con férrea lealtad. Nuevamente advertimos un rol importante
de los medios de comunicación aliados, que publicitaron y publicitan
profusamente la denuncia. Con estos elementos para el análisis, nadie
cree que detrás de esto haya un repentino y bienvenido despertar del
gobierno para comenzar a luchar contra la corrupción, no. Vemos otro
mensaje, algo así como “ya nos enteramos con quién te contactaste, así
que va a ser mejor que nos devuelvas la intendencia”.
El secretario general del gremio de ATSA, José Arce, es denunciado
penalmente por los delitos de estafa en varios millones de pesos, y su
caso es ventilado hasta el cansancio. De acuerdo a trascendidos, esta
denuncia habría sido decidida en represalia por la actitud de Arce de
haber justificado y avalado, veladamente, los reclamos de los
trabajadores de la salud, quienes se manifestaron con multitudinarias
marchas y fueron apoyados por amplios sectores.
Paralelamente, el Hospital Regional atraviesa una crisis que, gracias
a medios independientes, trasciende el silencio y llega a la sociedad.
Esto motiva una visita sorpresa de la primera mandataria, Claudia
Ledesma, quien recorre el nosocomio y entrevista al personal.
Preguntémonos: ¿Presencia en el lugar para intimidar a los disconformes y
potenciales rebeldes?, ¿O sensible interés en conocer la situación y
diagramar soluciones?.
Ahora bien. En Santiago del Estero se aplica el Modelo nacional a
rajatabla, sin fisuras, innovaciones ni desvíos dogmáticos: absolutismo,
soberbia, cultos personales, obediencia ciega y muda, y rigor siberiano
para los traidores (hasta en la cuestión de los nombres el modelo se
replica en Santiago. Claudia Ledesma es ahora Claudia Zamora en lo
provincial, como Cristina Fernández es Cristina Kirchner en lo
nacional), por lo que las vendettas y escarmientos, cuando es para los
propios, están siempre motivadas por una desobediencia al líder; alguna
loca idea de adherir a un proyecto distinto; o tan simplemente por el
hecho de dar a conocer las naturales ambiciones políticas personales.
El run run de café y la voz de la calle hablan de la desesperación
del gobierno por la manifiesta rebeldía de algunos de los integrantes
“gordos” del Frente Cívico en seguir pegados al senador Gerardo Zamora,
quien se empecina neciamente en continuar aferrado a un proyecto
nacional que va cuesta abajo y cuyo horizonte más optimista llega a
diciembre de 2015.
Esa desesperación lo llevaría a Zamora, siguiendo el Manual para
Enemigos del Frente para la Victoria, a intentar neutralizar mediante
denuncias y presiones a todos aquellos que acuñen ideas de salto
político, de cambio de líder, o de mudanza a otro proyecto. El mismo
manual que aplicara Cristina a sus enemigos en las legislativas de 2013,
y que le redituara en la ocasión un lastimoso 32% de los votos, muy
lejos de aquel glorioso 54% con que accedió al poder.
