En el reino de Zamora, la mayoria de sus funcionarios SON DELINCUENTES

Sin sorpresa.... seria la  definición de la "familia" judicial ante el vergonzoso delitos en el cual se encuentran involucrados algunos de sus miembros.  Es que, nuevamente las desventuras de RAMONCITO los avergüenza en grado sumo; ya no por sus acostumbrados yerros judiciales "intencionados" con marcada ignorancia supina del "derecho", sino los más vergonzante: el delfín judicial Ramón Tarchini Saavedra, esta vez rompió todo limite y TOMO PARTE EN UNA ASOCIACIÓN ILÍCITA PARA DESFALCAR EL ERARIO PUBLICO DE LA PROVINCIA DE TUCUMAN. Hecho-conducta sin precedente en la vida institucional del poder judicial local.

Al RAMONCITO por el solo hecho de ser "primo político" del entonces gobernador y actual senador Gerardo Zamora se le  perdono las más insospechadas trapisondas. Recordemos que RAMONCITO es el funcionario judicial con mayor progreso económico en la era del zamorismo. Como empleado administrativo de baja categoría, fue recogido por Gerardo Zamora en  el 2005 de las cenizas del "juarismo"  para imponerlo como funcionario judicial. A partir de alli su crecimiento económico, que por cierto fue descomunal e inconsistente con sus emolumentos laborales. Flotas de vehículos de alta gama, camiones y camionetas que alquila a los organismos públicos (municipalidad, vialidad, etc.), casas, fincas y departamentos en provincias vecinas conforman sus "sospechado patrimonio" que lo hicieron uno de los privilegiados del "régimen" muy alejado de aquel humilde muchacho que llego al poder judicial de a pie, con saco prestado y un auto que le fue entregado como depositario judicial y que terminó vendiendo a un narcotraficante del barrio Borges.

El juzgado a su cargo (secreto en voces) era un verdadero "mercado de pulgas", donde las ofertas y demandas de favores judiciales estaban perfectamente tarifadas y; cuando el dinero no alcanzaba, como la época romana el "trueque" se imponía, recibía "televisores - aires acondicionados y demás electrodomésticos" a cambio de sus favores. Un conocido abogado del Foro con fuerte llegada al ex magistrado RAMONCITO y dueño de una casa comercial del ramo así lo hacia, conocido en cuanta confitería recalaba en queja.   

De a poco le fue tomando gusto al delito y al dinero fácil. No se conformó en participar en carreras de rally conduciendo "autos robados"; fue más allá, vendía los automóviles a "narcos" locales para comercializar sustancias toxicas. 

Organizó desde su despachos, los robos y asaltos mas importantes e impunes en la provincia; se asoció con los "piratas del asfalto" a quienes luego traicionó. Sus desventura las pagó el pobre secretario del juzgado quien debió soportar  la colocación de un explosivo en su vivienda. Pero como todo comienzo inexorablemente tiene un final; hoy RAMONCITO sin amparo político debe soportar denuncias penales como un delincuente común. En hechos que nos avergüenza como sociedad. Solo anhelamos que la justicia a la cual vilipendio por doce años, le depare una futuro castigo.  

En cuanto a los dos restantes, ahora ex magistrados y otros, por este medio lo dijimos hasta el hartazgo, que existen jueces corruptos y otros calificativos, sin idoneidad y sin conocimiento en derecho penal y procesal. Pero no importa, a Zamora le sirven igual, son serviles para poder manejarlos a sus antojo.

"Fraude en perjuicio de la Administración Pública de Tucumán; asociación ilícita; tráfico de influencias; cohecho pasivo agravado; prevaricato; denegatoria y retardo de Justicia y falsificación de instrumento público", sería la batería de delitos que el Estado tucumano endilga a los jueces santiagueños.

Si son personas de bien como dicen serlo, deberían tener ética y moral y no debieron renunciar a sus cargos. Manifiestan que son inocentes, entonces por que no se pusieron a disposición del yuri? para limpiar sus nombres y honores. Lo que está claro, es que AL RENUNCIAR admitieron las acusaciones que se les endilga y como son delitos lo que cometieron, SON DELINCUENTES. En el reino de Zamora todo es posible, ya nos acostumbramos a vivir con la corrupción y delincuencia de los tres poderes del estado manejado por Gerardo Zamora.