El senador Emilio Rached, uno de los legisladores que se comprometió a
impedir una reforma constitucional que habilite una nueva reelección de
la actual Presidente, y la pretensión reeleccionista del gobernador de
la provincia, que según el pinteño, “sobrevuela permanentemente sobre
la realidad política santiagueña, deformando el debate y creando las
condiciones para una nueva feudalización”.
Rached deploró el afán
de perpetuación de Gerardo Zamora y “sus cortesanos”, afirmando que
“esa tentación viola claramente el espíritu republicano que debe guiar
la conducta de los gobernantes”.
Asimismo enfatizó que en 2005 la
ciudadanía apoyó mayoritariamente la fórmula Zamora-Rached “para
terminar con el nefasto régimen que se sucedía a si mismo mediante el
miedo, el clientelismo, la censura y un oprobioso aparato de
intimidación y violencia estatales”. Y que fue el propio gobernador, a
poco de asumir, “el que aseguró públicamente, lo que implicaba una
solemne promesa, que no buscaría un tercer mandato consecutivo”.
“Zamora
-indicó Rached-, quiere traicionar su compromiso más sagrado. Pero la
desmesura de su aspiración se parece cada vez más a un sueño entrampado
en los límites que le impone la realidad, en la creciente contestación
social a los manoseos a la Constitución”.
“Entendemos que los
dirigentes, cuando son serios, deben muchas veces desafiar el humor
social. Pero en esta circunstancia, ese humor, adverso a la reelecciones
indefinidas, coincide con principios y creencias que adoptamos desde
siempre en nuestra militancia política y que ha impregnado todas
nuestras acciones”, profundizó el senador.
“La encuesta, cuando domina a la política, la enloquece”, concluyó.
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