Por Vision Santiagueña
La
obra fue inaugurada por la presidenta en abril de 2011 pero sigue sin funcionar
y ha traido graves problemas de contaminación. El presupuesto original fue
sucesivamente incrementado y el plazo de finalización prorrogado en varias
oportunidades. Aunque se presupuestó en $273 millones, se estima que el monto
invertido hasta hoy supera los $600 millones.
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| El Dique Figueroa a fines del año pasado. |
La ejecución del Dique Figueroa, que hace un tiempo fue rebautizado con el nombre del ex presidente Kirchner, representa uno de los casos más emblemáticos de improvisación e ineficiencia en materia de obra pública.
En su edición del domingo pasado, el diario Perfil incluyó a la reconstrucción del Dique entre las obras sospechadas de sobreprecios y ejecutadas por Panedile,
una de las empresas constructoras más favorecidas por el gobierno
nacional y que estaría vinculada con el Ministro de Planificación
Federal, Julio De Vido.
Se trata de una obra encarada por el
gobierno de la provincia de Santiago del Estero y financiada
íntegramente con fondos nacionales, con fecha de iniciación en el año
2007 y que debería haber finalizado en 2010 según la
propia contratista. Sin embargo, las inundaciones de los meses
posteriores y una concatenación de fallas técnicas revelaron que estaba todo mal hecho y allí comenzaron los sucesivos parches.
Ello no obstó para que la presidenta lo inaugurara via teleconferencia el 19 de abril de 2011.
Según reza un parte de prensa publicado ese día en la web del
Ministerio de Planificación, “la obra permitirá regular el uso del agua
recuperando para producción agropecuaria 30.000 hectáreas de la región” y
“permitirá asimismo atenuar las crecidas y abastecer de agua potable a
poblaciones pequeñas y medianas”.
Primera mentira:
La presidenta habilitó con toda pompa una obra que en ese momento y aún
a la fecha no concluyó, siendo prueba de esto que el 16 de marzo de
2011, es decir, un mes antes de la “inauguración”, el gobernador Zamora
firmó un decreto que incrementaba el monto de la misma en $91 millones
y establecía una nueva ampliación del plazo contractual en 305 días,
fijando como fecha de finalización el 29 de Febrero de 2012.
Segunda mentira: el
parte de prensa del Ministerio expresa literalmente que la
reconstrucción del dique “logró controlar las inundaciones” cuando
precisamente ese año se produce en varios departamentos de Santiago,
incluyendo la zona del dique Figueroa, la peor inundación en 30 años.
Lo cierto es que, habiendo transcurrido
dos años desde su inauguración y pese a que el monto que se viene
invirtiendo hasta la fecha ha duplicado el presupuesto original ($273
millones), la obra presenta graves falencias y sigue sin funcionar.
No sin consecuencias, ya que las
reparaciones iniciadas por Panedile en la compuerta principal obligaron a
cortar el caudal a fines del año pasado, provocando la mortandad de millares de peces a los largo de 300 km., contaminando el agua y generando graves problemas de salud en la población.
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