PUBLICACIÓN EN DIARIO LA NACION

Cartas de lectores- Santiago del Estero

Miércoles 22 de julio de 2009 | Publicado en edición impresa

Se­ñor Di­rec­tor:

"Me es grato poder dirigirle estas líneas con referencia a un editorial publicado el 15/7, «Indignante alarde de corrupción». Estimo que allí se despliega una muy buena percepción de la realidad provincial imperante con el gobierno provincial de Zamora-Alegre. En tal ámbito, la corrupción es moneda corriente, de modo muy parecido al manejo de los fondos públicos que hace el matrimonio gobernante. Debido a ello no es una casualidad política lo sucedido con este radicalismo K, sino una verdadera asociación ilícita de ambos gobiernos: el nacional y el provincial.

"Comparto plenamente los conceptos centrales del editorial, incluso es lo que muchos santiagueños piensan, pero, desdichadamente, aquí no existe un medio periodístico a través del cual denunciar los constantes atropellos que ocurren. Esto debido a que, en Santiago del Estero, hoy se padece un total sometimiento de la libertad de prensa y de expresión. En cuanto a un probable apoyo de Alegre al radicalismo que presido, nada más alejado de la realidad. Por el contrario, fui el primero que, en total soledad, enfrenté a este régimen en 2006, cuando todo el mundo era kirchnerista y zamorista en Santiago. Y disputé la intendencia de la Capital, justamente contra este nefasto personaje, Julio Alegre. Hoy, todos lo desconocen, tanto en la provincia como en el ámbito nacional.

"Sugerir siquiera algún pacto con nosotros es sencillamente un absurdo, puesto que fueron los concejales de nuestro sector político los que lo demandaron en la Justicia, un mes y medio antes de las elecciones del 28 de junio. Y esto sirvió para que, pasados los comicios, se reactivaran por medio de la justicia zamorista las denuncias que, haciéndose eco de la realidad, nuestros concejales expresaron. Es cierto que aumentamos nuestros votos, no sólo en la capital, sino en toda la provincia, en relación con las elecciones pasadas. Considero que esto se debió más a que la gente comenzó a sentir, en carne propia, el deterioro social y económico, además de la precariedad institucional. Este avance en la conciencia popular se logró en gran parte por el influjo de los medios nacionales -entre ellos, su prestigioso diario-, lo cual ayudó a que mucha gente que anteriormente no nos había acompañado lo hiciera esta vez.

"Es muy valioso el editorial publicado y ojalá se repita en parecida escala, pero no sólo referido a Santiago, sino a todo el país. Es hora de que todos hagamos el esfuerzo y ejerzamos la autocrítica necesaria, para que a partir de este momento comencemos, sin dubitaciones y sin diálogos de sordos, a reconstruir la esperanza de los argentinos. Hoy tenemos la oportunidad, sepamos aprovecharla."