La inseguridad crece día a día y los santiagueños se sienten totalmente desprotegidos. No existe ya ni la más mínima duda de que la policía ha perdido el rumbo, sobre todo desde el preciso momento que ha quedado desnaturalizada su función objetiva que es la prevención.
Se veía venir esta situación desde que los políticos han comenzado a mellar la institución con la inclusión de elementos perniciosos, y con la intención de que los miembros de la policía, sobre todo los jefes, se transformen en punteros políticos.
Los extremos son malos. Si se trata de jefes políticos, el personal subalterno nada en un mar de dudas, pues recibe órdenes mal impartidas todo el tiempo, y se desvirtúa el trabajo policial.
Así podemos ver uniformados haciendo las veces de secretarios, edecanes, choferes (con móvil policial incluido), etc., de estos personajes, dejando de lado la seguridad. Por el contrario, si los políticos son subalternos, los jefes no pueden disponer de sus servicios, pues estos están alquilados a las voluntades de los referentes políticos barriales, y no pueden impartirles una simple orden o directiva. No están acostumbrados a salir a la calle, por ende se aferran al trabajo político.
Y se terminó de plasmar esta bochornosa situación, con el nombramiento de los actuales edecanes, correveidile del Ministro de Gobierno, Marcelo Pato y Omar Quiroga.
Cada vez que Pato abre la boca, solo parece tener la idea de mentir a la ciudadanía, e incluso al gobierno, de que todo está bien en Santiago. Que no hay inseguridad, y que cada vez más policías están en la calle. Miente sin un ápice de vergüenza, sin pestañear siquiera.
Si recordamos la nota aparecida en el canal oficial, parece que se filtró la información al periodismo, sobre la implementación del Cuerpo de Patricios Santiagueños. Y ante la consulta, Pato dudó, y empezó a balbucear que ya está definido, que los hombres seleccionados, y pronto estarán en la calle brindando seguridad.
Toda una ficción entremezclada con el cinismo característico de este innombrable. ¿Por qué no se le pregunta al personal seleccionado para estos denigrantes menesteres, como se sienten con respecto a la futura función que les cabrá?
Este personal no está nada contento, reventados de trabajo y encima recargados para capacitarse en la temática, pues si un turista los ve, o un ciudadano común, les va a preguntar sobre historia. Pobre de ellos, si se les acerca una maestra de grado o un profesor de historia. Será una verdadera vergüenza la que pasarán. Y Pato dice que están debidamente seleccionados.
No pueden aprender aún los artículos más elementales del Código de Procedimientos, que es algo que los puede salvar en un procedimiento, valga la redundancia y pretende que estudien historia. El 80 % de los que entró en los últimos tres años, durante la gestión de “Pedro Pica piedra y Pablo Mármol”, ni siquiera terminó la secundaria. Muchos a esta altura estarán diciendo, “yo si la terminé y por eso me admitieron en la policía”. Pero si se investigará como corresponde, se determinaría fehacientemente que estos elementos compraron sus títulos secundarios en una escuela secundaria próxima a la Sección Canes, y están percibiendo suplemento por título secundario, o sea defraudando al Estado Provincial en cifras varias veces millonarias. Y no sólo de agentes hablamos, también oficiales. Y ellos, saben a quienes nos referimos en estas líneas.
Y mientras todo esto acontece, los delitos están a la vista de todo el mundo, pues se cometen arteramente a plena luz del día, y cada vez más violentos.
Tomemos como referencia los dos hechos acaecidos en los últimas dias, donde resultaron damnificadas dos mujeres, ambas profesionales. Uno de los hechos sucedió en el Barrio Sargento Cabral, donde un sujeto, en un intento de robo, golpeó salvajemente a la abogada Alicia Carolina Arias, ocasionándole fractura en uno de sus dedos. El otro caso, sucedió en el Barrio Centenario, donde dos sujetos ingresaron al laboratorio y posteriormente a la vivienda de otra profesional, la bioquímica Marta Liliana Abido, robándole dinero, teléfonos celulares, y golpeando a su madre, una anciana de 77 años, mientras les apuntaban con un arma de fuego. ¿Y si las herían gravemente o las mataban?
Ambos casos sucedieron a plena luz del día y en horarios donde se presume que la policía no tiene problemas en recorrer preventivamente las calles. Pero como sucedió en tantos hechos anteriores, la policía no aparece, nunca está cuando se los necesita. Es la política de Pato. Salir al escenario de la retórica y pretender que sus palabras indemnizarán a las víctimas. Acotemos, para los lectores que no la conocen, la bioquímica Marta Abido, es profesional desde hace 20 años de la policía provincial. Si a los policías les sucede, que pueden esperar los simples ciudadanos.
Pero no dejemos de lado el caso de los policías nefastos de la Comisaría 37º, con el subcomisario Loto a la cabeza, que dejaron mal herido a un vecino del lugar, que tal vez su único crimen fue ser pobre y haber estado solo y no poder defenderse. Otro más que se suma a Domínguez, al testigo del periodista Bazán, y a los que aparecen muertos en una comisaría.
El jefe de la Comisaría involucrada, pero que se cree un intelectual de la nueva era, con su título de profesor de historia, si fue útil para tapar tamaño delito. ¿Tan podrida esta la institución por dentro? La respuesta es SI.
En tanto, el gobernador Zamora y el ministro Neder, que es quien defiende a capa y espada la permanencia de Pato en jefatura, a pesar de las atrocidades cometidas, hacen la política del avestruz, esconden la cabeza en el hoyo y pretenden desconocer lo que pasa a diario.
Esta es la policía que tenemos, y todo gracias a la incapacidad e ineptitud de estos siniestros personajes, que han acabado con la bueno que teníamos como institución.
Cabe preguntarse ¿Qué nuevo proyecto estará ideando el pel….. de Pato para engrupir a la gente?
Tengamos en cuenta que ni los foros de seguridad aparecen, cansados ya sus integrantes de llevar diálogo y propuestas, mientras Pato mira para otro lado, pues solo tiene una visión economicista de la cosa.
Miremos ahora desde otra perspectiva. Mientras más delitos haya, más necesidad de invertir en recursos humanos, tecnológicos, bienes de capital, etc., todo lo cual le permite al tipo seguir haciendo compras directas, sin llamado a licitación (como marca la ley) y en connivencia con autoridades del gobierno, seguir robando. Porque no cabe otra tipificación.
Esto es la antesala de lo grave que sucederá en el breve plazo, esperemos que sean capaces de aceptar sus responsabilidades. Pronto creemos, muy pronto, andarás cantando “se me está haciendo la noche, en el medio del camino….”
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