BAJO LA INSEGURIDAD

Bajó la inseguridad en la provincia, y mejoró la sensación de seguridad de la gente. Con esta frase, Marcelo Pato pretendía engrupir a la ciudadanía en su discurso al finalizar la semana de la policía. 

Un verso sacado de su cabeza, que ni siquiera él lo cree. Cada vez que abre la boca, hasta sus aduladores miran el piso, para no cruzarse con la mirada de los buenos policías, que saben que esto se fue al “cara…” hace mucho tiempo.

¿Bajó el delito? Recordemos la cantidad de hechos delictivos en el último tiempo, no hablemos del mes que se fue, sino de las últimas semanas. Los comerciantes en La Banda que fueron asaltados, a quienes tras amenazar de muerte y lesionar le sustrajeron la suma de $ 30.000. Detuvieron a cinco sujetos los hombres de la brigada, pero sólo "recuperaron" la tercera parte del dinero y algunos electrodomésticos. ¿Y la policía proactiva de Pato? Aquella fuerza que trabaja sólo en la prevención del delito, ¿A dónde estaba? Los damnificados sufrieron, fueron víctimas de este atropello, en su misma casa, y la totalidad del dinero nunca se recuperará. Es decir, que ya perdieron. Aún si lograran recuperar la totalidad de sus bienes y dinero, el trauma psicológico persistirá por mucho tiempo. O sea que la sensación de seguridad, ellos ni su familia no la percibirán. Si sentirán sensación de inseguridad constante, e inseguridad misma de la que fueron víctimas.
El adulto mayor de esta ciudad Capital, de calle San Martín, a quien también le sustrajeron dinero, en una importante cantidad. Entraron a su departamento mientras dormía, lo maniataron y golpearon, trabajaron con total impunidad, sabedores de que la policía jamás se enteraría.
Preguntémonos ¿qué siente este hombre aparte de impotencia? Sensación de seguridad o inseguridad.

Un empleado de transporte, un chofer de colectivos, que fue robado durante su recorrido de línea, mientras trabajaba. Amenazado con un arma de fuego, y despojado de la recaudación, de su ropa y de su propio dinero, quedando semidesnudo a merced de cualquier peligro. ¿Y los operativos que se implementarían para proteger a estos trabajadores del volante, y a los usuarios del transporte? No salió el inoperante de Pato a decir que ya tenían todo planificado para ello?

Un comercio de peatonal Absalón Rojas, entre Salta y Jujuy, sufrió la rotura de un vidrio y el robo de un costoso LCD. ¿Quién le paga este perjuicio a sus propietarios. Deben reponer lo dañado y esperar que la policía recupere su televisor. Nada más que eso. Es indigno que tengan que pasar por esa situación, víctimas de la inseguridad en plano centro, donde el "operativo Saturación" de Pato y Cía, trabaja en la prevención.

Policía proactiva (?)
Nadie desconoce, y menos los lectores de Código Rojo, que esto lo venimos anunciando (entiéndase denunciando) desde hace mucho tiempo.
Los delincuentes gozan de total impunidad, entran en nuestras casas y nos roban, saquean nuestros bienes, y ni siquiera podemos ir a denunciar pues si fue en otra jurisdicción, los policías de guardia, te mandan a otra dependencia, cuando su obligación es recibir la denuncia y ellos derivarla, según corresponda. Un ejemplo más de la policía profesional que pregonan los inservibles.
Y para matizar, otro detenido que "aparece" muerto en una comisaría, y van...?
Nadie se explica cómo puede suceder esto, si hasta un efectivo cumple las funciones de celdero. Y lo más extraño es que el pibe no estaba solo, había cuatro detenidos más, según consta en los registros de la comisaría 9na.

Ahora, convengamos que esto que decimos también lo denunciamos antes. El juez decide tener un detenido más de un mes en una dependencia, a sabiendas de que el personal policial no es idóneo. No es eficiente ni para cumplir su propia función, encima le endilga aún más responsabilidades. Ahora ese personal de guardia estará jaqueado por la situación, se comerá el garrón, y el juez? Todo bien, gracias.

El dolor es para la familia del muerto, más allá de que fuera un delincuente, no merece morir, y menos en un lugar en donde se supone, está protegido.
Y la otra cosa que siempre decimos, es que esto es ya tierra de nadie, donde impera la ley del más corrupto. ¿Cuántas veces anunciamos., y le preguntamos al gobierno, inclusive en cartas abiertas a través de  Código Rojo, que esperaba para propender al cambio? ¿Que muera un policía para que esto pase? ¿Recuerdan? Bueno, días pasados pasó, o mejor dicho casi...

Dos efectivos de la brigada fueron baleados por un caco, pero bueno es parte de su función no?
Si se recuperan bien, y es lo que todos deseamos de corazón, deberían percibir su seguro. Pero ¿lo permitirán los cancerberos?
Al ideólogo de muchas amalgamas jurídicas, Luis Rafael Gigli, jefe de Asesoría Letrada de la policía, se le ocurrió un ensayo jurídico, que hasta terminó por sacar a la luz sus dotes de escriba. Cuando un policía que sufrió heridas durante el cumplimiento de su labor policial, y reclama con razón su derecho a percibir el seguro que la ley establece para estos casos, dice Gigli: "Todo acto de arrojo es un acto de servicio, pero no todo acto de servicio es un acto de arrojo". ¡¡¡Qué bárbaro!!!

Con esto quiere significar que si no hiciste algo extraordinario en el momento de que te hirieron, policía, estás “cagado”. No te corresponde percibir nada.
Se nota el esmero que pone en su afán de perjudicar, siempre perjudicar, evitando el bienestar del policía que se lastimó. Y pensar que vos Gigli, cobraste un seguro por accidente de trabajo, cuando andabas de joda en Brasil.

Señores, lo que está pasando es inaudito, robos todos los días y a cualquier hora, los arrebatos son moneda corriente. Los delincuentes de medio pelo, entran a las casas de cualquier ciudadano pues la gente está desprotegida. No hay policías en la calle haciendo verdadera prevención, muy a pesar de lo que los inoperantes Pato y Quiroga pretender hacer creer a la gente.

¿Hasta cuándo? El pueblo se está cansando, y cuando un pueblo se para, ruedan cabezas.
¿Que pensará el Gobernador de todo esto, único y máximo responsable de la desolación que siente el santiagueño, ante todos los delitos que suceden? ¿Qué pensará de la corrupción policial generalizada, enquistada hasta la médula de la institución? ¿Qué pensará luego de las elecciones del 5 de septiembre?
Esto ya no puede seguir así.