Varios legisladores quedaron en la Legislatura luego de las últimas elecciones en la provincia.
Por lo pronto el vicegobernador Ángel Hugo Niccolai, fue vapuleado en su ciudad, Añatuya, a pesar de haberse hecho cargo personalmente de la campaña, donde le ganó un peronista, Julio Ernesto Castro.
Y el principal operador del oficialismo y presidente del bloque del Frente Cívico, Manuel Humberto Juárez, perdió en su ciudad, Las Termas, a manos de otro peronista -Miguel Mukdise- que, para peor, tuvo una gran ayuda del ministro de gobierno, José Emilio Neder y del duhaldismo santiagueño.
Otros que se comenta que no tardarán en cobrarse las afrentas del oficialismo antes de las últimas elecciones son Gerardo Montenegro, el primero al que el gobernador Gerardo Zamora bajó de sus pretensiones de candidatearse a intendente; Graciela Navarro, “La Chaco”, quien jugó al quedo e hizo que se supiera; el empresario José Fortunato Vittar, que volvió a ser humillado por el peronista sobreviviente, Amado Tomás Chamorro*, en Campo Gallo.
La única intendencia que recuperaron de manos del justicialismo los radicales kirchneristas es Pozo Hondo, allí Claudio Nicolau le ganó al diputado peronista Jorge Enrique Bustos, que también quedó con la sangre en el ojo.
Una vez que pasó la elección, la dirigencia radical de Las Termas se dio con que desde meses antes se había venido pergeñando una trampa. El peronismo hizo que una gran parte de la población de Chauchillas cambiara de domicilio para votar en la ciudad termal. Una movida de esta magnitud tuvo -necesariamente- la anuencia del ministro de Gobierno.
La maniobra fue advertida recién el 4 de setiembre cuando no había tiempo para nada. A esto se suma el hecho de que gran parte del duhaldismo de la capital se volcó a las Termas para dar una mano al candidato peronista.
Por el momento el oficialismo dice estar unido en la Legislatura, pero en conversaciones privadas, peronistas y radicales tienen varias facturas que pasarse. En cualquier momento podría producirse una fractura. Que no se diga que no se lo advertimos.
Como puede verse, la traición de Neder a Zamora ya comenzó, previo a la elecciones, había reuniones entre dirigentes peronista para aliarse a cierto sector político y ganarle al candidato zamorista, la estrategia era que Neder no podía “figurar, pero aportaba económicamente a los candidatos para la campaña sin que supiera Zamora. Incluso los “Niños” de la CGT realizaron campañas en el interior para Neder.
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