SI HAY ERRORES Y CORRUPCION QUE NADIE SE ENTERE O LO DIGA

A medida que se va conociendo el contenido del proyecto oficial de la Ley de Medios, los argumentos que lo sustentan y los entretelones de lo que está en juego, es cada vez más evidente que se trata de una iniciativa tendiente a perjudicar la libertad de expresión, al Grupo Clarín en particular y beneficiar a grupos empresarios vinculados a las empresas telefónicas.
Que este proyecto va en contra del Grupo Clarín, el más importante de la Argentina, es de público conocimiento. El hostigamiento sostenido y callejero de sus medios y propietarios no deja dudas. La reciente estatización de la televisación del fútbol tampoco.
El permitirle el acceso a las telefónicas, hoy vedado, para la televisión por cable y la posibilidad de operar el triple play (la oferta de internet, TV por cable y teléfono), les otorga una ventaja caída del cielo y sólo justificable en beneficiar a los amigos o socios del poder.
Se busca disfrazar al proyecto de libertad de expresión y lucha contra los monopolios en los medios de comunicación, cuando en realidad se trata de un proyecto que limitará al máximo la libertad en todos sus aspectos y perjudicará a toda la sociedad y a todos los medios de comunicación.
Se invoca siempre que se busca reemplazar la “Ley de Radiodifusión de la dictadura militar” utilizando perversamente, una vez más, el dolor de los familiares de miles de muertos, para lograr adhesiones. Se oculta que la ley, que obviamente debe ser modificada, lleva más de 160 modificaciones en democracia, con lo cual se convirtió en ley constitucional de Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde y Kirchner. Que cada uno asuma su responsabilidad.
Lo primero que hay que saber para entender el engaño, es que luego de seis años de gobierno, los Kirchner descubrieron que no hay libertad de expresión y que hay que sancionar una ley a las apuradas.
Lo segundo, es que esto se impulsa luego de una derrota electoral contundente donde, antes y después de los comicios, se demonizó a los medios de comunicación en general y a Clarín en particular.

No hay monopolio informativo
Se argumenta falsamente de ir contra “monopolios informativos” de la misma forma que se argumentó, maliciosamente, ir contra la oligarquía agroganadera cuando se impusieron las disparatadas retenciones móviles.
¿Qué es un monopolio? “Situación de mercado en que la oferta de un producto se reduce a un solo vendedor”, dice el diccionario de la Real Academia Española. Entonces está claro que no hay monopolio informativo en el país. Obviamente que hay grupos empresarios de la comunicación más importantes que otros, pero de ahí a hablar de monopolio hay un gran paso que no se puede ignorar.
Miles de diarios impresos y digitales, revistas, canales de televisión de aire y de cable, radios AM y FM, y blogs u otras formas de comunicación vía internet, informan a lo ancho y a lo largo de todo el país con sus distintos criterios periodísticos. ¿Cómo hablar de monopolio? ¿Porque algunos acaparan la mayor audiencia? Y lógicamente, si de eso se trata, de competir y mejorar la comunicación.
Desde el retorno de la democracia en 1983, nunca hubo tantos medios de comunicación para expresar las ideas libremente como en la actualidad. Gracias a Dios hubo cada vez más libertad. No hay que olvidarse que durante todo el gobierno de Raúl Alfonsín los canales de televisión eran del Estado, luego Carlos Menem los privatizó y abrió la puerta a la libertad total que respetaron Fernando De la Rúa y Eduardo Duhalde. Con la llegada de Néstor Kirchner comenzaron los problemas y se intentó amordazar a los medios de mil maneras.

La libertad es indivisible
La libertad de prensa y de empresa es indivisible y no antagónicas como se las quiere presentar. No puede haber libertad de prensa sin empresas, porque sólo queda espacio para el monopolio estatal.
La libertad de prensa se basa en la multiplicidad de medios de comunicación, que con su línea editorial propia, permiten canalizar la información pública hacia la población. Luego cada ciudadano elige por dónde informarse y consume uno u otro medio. Así funciona en el mundo entero, en el mundo democrático, claro está.
Con el nuevo proyecto, entre otras cosas, se pretende regular los medios mediante un organismo público que en vez de estar integrado por diferentes sectores de la sociedad y del Estado, está integrado por funcionarios del gobierno de turno, justamente al que debe ir dirigida la crítica de los medios.
Ese organismo definirá a quién otorgarle licencia o no y lo podrá condicionar en su línea editorial, en sus contenidos y en sus periodistas. ¿Quién podrá expresarse con libertad, entonces?
Pero además el Gobierno cuenta con la Secretaría de Medios que genera la información oficial y maneja la propaganda del gobierno y su abultado presupuesto publicitario.

Verdadera extorsión
Parafraseando entonces a la Presidenta de la Nación, que contrapuso irónicamente libertad de expresión con libertad de extorsión, ¿quién puede extorsionar a quién? ¿Qué inconfesable secreto guarda un presidente para que pueda ser extorsionado por un medio de comunicación? ¿Qué le impediría denunciarlo? ¿No tiene acaso todo el poder que le otorga la Constitución?
¿No será que la extorsión pasa por evitar, de cualquier manera, que la población se entere de los errores del gobierno y los innumerables casos de corrupción? ¿Acaso no es eso lo que se hace continuamente con los índices de inflación y pobreza? ¿O tanta valija de dinero no justificado, cartelización de la obra pública y despilfarro de fondos públicos mediante superpoderes?
Está muy en claro que este proyecto pretende controlar a los medios de comunicación y a los periodistas e imponer directa o indirectamente un monopolio estatal para silenciar a la sociedad. Curiosamente como ocurrió, en medida extrema, durante la dictadura militar.
Podrá haber mejores o peores medios de comunicación en manos privadas, pero siempre serán preferibles a los del gobierno de turno que son la voz del “todo está fantástico”, justamente la que lleva a la mayor desinformación posible. ( Fuente Diario El Liberal 04-09-09 )

El texto corresponde a la Editorial del Diario El Liberal.

El mismo constituye una fuerte, como dura critica al proyecto del gobierno nacional en referencia directa a la controvertida " Ley de Medios " que actualmente se debate en el Parlamento Nacional, impulsado por el gobierno de Cristina Fernandez y en lo político por el propio ex Presidente Nestor Kirchner.

Resulta llamativo que un medio de prensa fuertemente controlado y dependiente del Gobierno Provincial encabezado por el Dr. Gerardo Zamora, efectue una critica tan dura a un proyecto de Ley Nacional, impulsado en manera personal por las maximas figuras de la transversabilidad politica,a la cual se adhirio el gobierno local y en pago de cuya entrega recibe auxilios economicos exhorbitantes volcados mayoritariamente en la obra publica.

Este medio se atrevió a formalizar publicamente tremenda Editorial de Opinion contraria a los intereses de los patrones politicos a quienes afirman acompañar.
Nadie duda al presente que el paquete accionario del centenario periodico(hoy criticó al gobierno nacional ), pasó a formar parte del patrimonio personal de altos funcionarios del gobierno provincial.

Siendo ello asi la sorpresa resulta aun mayor.Algo esta pasando en la politica nacional que nos invita a refleccionar y preguntarnos ¿Por que Zamora es oficialista en Bs As y oposición en su tierra ...?.
Tal vez la respuesta este escondida entre lineas, en la pluma de su editorial.-