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domingo, 10 de noviembre de 2013

Ahora se pelea por la fecha de la elección

El opositor Emilio Rached dice que legalmente es imposible votar el 1° de diciembre próximo, como pretende el gobernador. Por esa razón, pide la intervención federal y que se convoque a votar en marzo de 2014.

Gerardo Zamora termina su mandato el próximo 10 de diciembre. Apenas faltan días, horas. Cuando la Corte Suprema le cortó la soga a su ilusión del tercer mandato, sorprendió postulando de inmediato a su esposa, Claudia Ledesma. La pata peronista de su frente político, llamada Bases Peronistas, le exigió poner el vicegobernador, y así fue como Emilio “Pichón” Neder entró en la fórmula. El peronismo santiagueño, pese a que se encuentra intervenido y viene golpeado, esperaba poner el candidato a gobernador, hasta que Zamora sinceró su intención continuista.

La oposición interpreta que las fechas del calendario electoral ya no admiten que la elección pueda hacerse el 1º de diciembre como pretende Zamora, porque debe tener lugar por lo menos 45 días antes del final del mandato del gobernador.
El intendente de La Banda, el kirchnerista Héctor Chabay Ruiz, dijo a este diario que, ante el inminente fin de mandato de Zamora, “la única salida que queda es que se decida la intervención federal de la provincia, y que el interventor llame a elecciones a partir de marzo del año que viene”.

“Lo que queremos ahora –explicó Chabay Ruiz– es que se respete la Constitución provincial. Creemos que las elecciones que se hicieron en Santiago el 27 de octubre son inválidas, porque el oficialismo usó las boletas que tenían el voto para gobernador y vice, donde figuraba Zamora, en clara contradicción con el fallo de la Corte. Eso torció la voluntad popular porque parecía que el candidato era Zamora, siendo que la Corte dijo que no podía ser. Y como se está eligiendo el modelo de provincia, la elección de diputados nacionales y senadores tiene que ser un acto conjunto con la de gobernador, por eso la invalidez de esa elección”.
En ese caso, Chabay Ruiz dice que no cree que Zamora repita los elevados porcentajes con que ganó las últimas elecciones. “Esto que acaba de pasar quebró la hegemonía mediática que hay en Santiago, que muestra un gobernador perfecto, mientras los medios de prensa nacionales están mostrando otro Zamora, el que mantiene a buena parte de la población santiagueña sin cloacas, sin agua potable, en viviendas ranchos mientras gasta en canchas de golf y hoteles cinco estrellas. La intervención federal es necesaria, sobre todo, para normalizar el Poder Judicial, que sigue siendo absolutamente manejado por el poder político”.

El dominio del zamorista sobre la maquinaria electoral provincial le permitió en las elecciones de fines del mes pasado ganar todos los cargos en disputa: los tres diputados nacionales y los tres senadores nacionales. Para esto último, apeló a una operación que le permitió ganar los dos senadores que le correspondían por ser mayoría, y también el tercer senador por la minoría: creó una agrupación política diferente, que llevó como candidato a un político del zamorismo, el sindicalista Gerardo Montenegro, quien así arrebató la banca que se esperaba ganara el candidato radical y actual senador nacional Emilio Rached.

El control absoluto del zamorismo es fácil de apreciar: cuando se recorren las principales avenidas, el centro y los barrios de la ciudad de Santiago del Estero, las únicas pintadas en los muros son de los candidatos oficiales.
Es difícil encontrar alguna de los candidatos de la oposición. “Hay un uso del empleo público como recurso electoral, que es muy grave”, dijo Rached.
“Santiago del Estero tiene unos 150 mil empleados estatales, de los cuales 100 mil están en negro, con contratos basura, a los que amenazan con no renovárselos a menos que voten y trabajen para el oficialismo. Parte de ese trabajo es borrar las leyendas y romper los carteles que coloca la oposición”.
La imagen monocorde que se ve en los muros también se repite en los principales medios de prensa gráficos y televisivos santiagueños.

Durante la campaña incluyeron numerosas y amplias crónicas de los actos del zamorismo, y fue muy difícil encontrar los puntos de vista de los candidatos de la oposición. Una explicación de este fenómeno es que varias de las principales empresas periodísticas son, simultáneamente y a través de firmas asociadas, contratistas de obra pública y proveedoras del Estado provincial. Es decir, el Estado no sólo les paga con publicidad oficial sino también con contratos de obras y de compras.

El encargado de prensa del gobernador, Rubén Favarolo, no respondió las numerosas llamadas que hizo este diario, durante cuatro días, para tener la posibilidad de una entrevista con el gobernador, su esposa candidata u otros miembros del gabinete provincial.

http://www.lavoz.com.ar/politica/ahora-se-pelea-por-la-fecha-de-la-eleccion

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