Mariano II - A propósito de la Inseguridad

Por Víctor D. Nazar
Cuando la delincuencia no puede ser combatida eficientemente por las instituciones estatales que les corresponde hacerlo, la desesperación ciudadana puede llevar a la gente a pensar en hacer justicia por su propia mano. Esto ha comenzado a suceder en nuestra ciudad.

Hace unos días, una conocida pareja de delincuentes en moto asaltaron la panificadora Mariano II, a punta de pistola y bajo amenazas a sus hijos lograron que su propietario Pablo Ruso entregara el dinero logrado con esfuerzo y diario trabajo honesto.
Pero la cosa no termina allí. El comerciante decidió  perseguir a los delincuentes y sin darle alcance cruzaron recíprocamente disparos. Como siempre sucede en estos casos, cuando el humo se disipa llega  la policía y comienza a levantar huellas y rastros en el lugar de los hechos que, por lo general no sirven para nada.

Llamativo no es el asalto en sí mismo, pues nos estamos acostumbrando a convivir con la delincuencia, sorprende la reacción de la única y real VICTIMA (Pablo Ruso) quien arma en manos decidió hacer frente a los delincuentes cansado de los reiterados robos de los que venía siendo víctima, ninguno hasta la fecha esclarecido.

En horas de la noche y cuando la fuerza policial no tenia pista de los autores, uno de los delincuentes Olga Núñez se presenta al hospital público "denunciando haber sido víctima de un asalto" del que resultó herida con arma de fuego. Y allí, la trama comienza a develarse por su PROPIO PESO y no por labor policial. La victima Pablo Ruso identifica la delincuente herida y es rápidamente aprendida su "pareja" Darío Pogonza, sujeto de frondoso prontuario judicial y con "pedido de captura" por un hecho similar desde hacía un año atrás. Efectivamente, con “Pedido de captura”, lo curioso es que este delincuente no fuera detenido, siendo que es empleado público, en la dirección de transporte de la provincia, no hasta hace mucho este organismo funcionaba en la ex terminal de ómnibus, a pocos metros donde funciona la U.R1 de la policía provincial, que por cierto será próximamente llamada “DEPARTAMENTAL 1”  por decisión de Marcelo Pato, al estilo de Bs As.

Cabe destacar, Darío Pogonza no es sujeto desconocido para la fuerza policial, sus reiterados robos, asaltos a mano armada y la violencia física que aplica en sus víctimas son bien conocidas por las autoridades policiales. Su modalidad delictual es un sello que lo identifica y caracteriza. Sin embargo y contando con una orden judicial de captura inexplicablemente caminaba por las calles de nuestra ciudad sembrando miedo y terror con sus fechorías.  Esto demuestra la incapacidad y hasta la complicidad con que actúan  las instituciones del Estado ya no, en prevenir los delitos, sino peor aún, para detener a sus responsables. Entonces el problema es mucho más grave: ES LA IMPUNIDAD con que actúan estos ladrones, amparados por funcionarios del gobierno, judicial y policial. No existe otra causal ante semejante inoperancia Estatal, y si ello no es suficiente, debemos informar lo que otros medios de prensa y hasta la misma policía esconde: Pogonza, a más de resultar delincuente en tiempo libre, es empleado de la ADMINISTRACION PUBLICA provincial y su Madre DIPUTADA DE LA PROVINCIA por el signo político que representa Gerardo Zamora, quien la honro al nombrarla Pte. En la Comisión de los Derechos Humanos en nuestra Legislatura. Sabrá acaso la Diputada Jiménez de los Derechos que le asisten a las víctimas de delitos ?

Los índices delictivos alcanzaron en los últimos años cifras alarmantes y el número de víctimas aumenta día a día, aunque desde jefatura de policía, digan que bajaron las estadísticas, puede ser que sea así, pero no porque no se comenten ilícitos, sino que “LA SOCIEDAD MUCHAS VECES NO DENUNCIA, HASTIADOS DE TANTA IMPUNIDAD” . Es verdad que los ciudadanos no somos expertos en el combate a la delincuencia, muchas veces no sabemos ni manejar el arma que cargamos. Los delincuentes son “profesionales” y van decididos a todo cuando nos asaltan. Muchas veces hay otro delincuente que sin que lo veamos está cubriendo las espaldas del asaltante. A este último delincuente es a quien debemos temer, son aquellos que nos deben proteger y no lo hacen, también quienes tienen la obligación de encarcelarlos y los liberan, “NO SOLO ES DELINCUENTE EL QUE COMETE EL DELITO, SINO EL QUE ENCUBRE TAMBIEN.

Ante todo esto los ciudadanos nos sentimos impotentes y por ello muchas veces como lo hizo Pablo Ruso decidimos enfrentar la situación, no solo en resguardo de nuestro patrimonio sino también de nuestras propias vidas y la de nuestros seres queridos. Con esto no pretendo justificar nada, simplemente busco una explicación de estos hechos, que terminan enlutándonos más.

Cuando este fenómeno se generaliza, la sociedad entra en un peligroso proceso de descomposición. El Estado de Derecho desaparece, la inseguridad aumenta y todos como sociedad  perdemos.

Por ello, ante situaciones como la sucedida, la Sra. Magistrada (Rosa Falco) y Fiscal (Celia Musi) más que procurar CONDENAR a Pablo Ruso por lo sucedido, quien simplemente actuó provocado por las circunstancias no buscadas ni queridas por él, deberían junto a las demás Instituciones responsables del Estado hacer una "Meaculpa" auto imponiéndose urgentemente el compromiso de cambiar la situación de calamidad social en la cual nos encontramos. Son ellos, los representantes del Estado y no Ruso quienes tienen la obligación, el deber,  la palabra y la acción para revertir esta situación, a fin de no degenerar por su incapacidad en un verdadero "luto social".