La Cámpora puso su "bandera" y tiró la azul y blanca, en una escuela entrerriana‏

Hasta donde llegó la ambicion de poder del gobierno K, acaso se intenta perder en las escuelas publicas los valores cívicos y patrioticos que nos dejaron nuestros hombres ilustres.
En la escuela N° 33 “Los Sauces” de la localidad de Sauce Pinto del departamento Paraná, se izó durante el fin de semana una bandera en el mástil del patio central que identifica a la agrupación interna del kirchnerismo denominada “La Cámpora”.

La imagen que generó revuelo en Entre Ríos: la bandera de La Cámpora, en lugar de la Nación Argentina.

Esto es de por sí muy grave en términos institucionales. Igual de grave fue la explicación a manera de justificativo del director departamental de Escuelas de Paraná, profesor Roque Caviglia, quien dijo que el izado de esa bandera de “La Campora”se debió a “un error”. Y para atemperar cualquier crítica argumentó que “igual esto se hizo durante un fin de semana”.
La explicación del funcionario es tan grave como el haber permitido ese izamiento en una escuela pública. Hay que tener presente -que es una forma de valoración- que si bien durante el fin de semana no hay actividad escolar, la escuela no pierde de ningún modo su representación institucional al que todos, -especialmente las autoridades públicas- deben velar por su resguardo.
Este izamiento como su posterior explicación es una ofensa a los sentimientos Patrios y no queda otro camino que establecer las sanciones administrativas que correspondan.
Tampoco es justificativo que en el transcurso del programa “Mil flores para mil escuelas”, que se entiende es una iniciativa solidaria, se usurpe de esa manera una identidad educativa e institucional de primer orden para toda sociedad.
Parece que para el director del departamental de Escuelas de Paraná, Roque Caviglia, todo es justificable. Sus palabras fueron: “Este trabajo se realizó los fines de semana, y que los chicos hayan izado la bandera… y bueno… fue un error… se habrán equivocado…”, dijo el funcionario. “A lo mejor no lo vieron mal de ninguna manera”, agregó como un insulto a la más elemental inteligencia.
No es la primera vez que La Cámpora se adueña de las escuelas públicas y lo que es peor aún tampoco es la primera vez que un funcionario público sale a justificar esa intromisión en una clara claudicación.

Ofensa e irresponsabilidad

Esta sucesión de hechos debería obligar a las autoridades educativas de la provincia, desde el gobernador hasta el ministro de Educación pasando por la presidenta del Consejo General de Educación y los supervisores y directores de escuelas, a instrumentar rápidamente estrictas normas para evitar el atropello al más elemental concepto de educación pública. No hacerlo los ubicaría en el plano de la complicidad.
¿Qué pasaría si en los mástiles de las escuelas comenzarían a flamear banderas partidarias de todos los signos o religiosas o ajenas al sentir Patrio que se debe honrar en esas instituciones?
Por eso tan grave como el haber izado la bandera es la actitud del titular de la Departamental de Escuelas de Paraná que todo lo apaña, ejerciendo en esa cultura de la justificación una dañina claudicación a los más elementales conceptos de educación integral. Por otro lado, La Cámpora -que no es la primera vez que se ve envuelta en estos escándalos- debería realizar una autocrítica, porque su avance lejos de ser liberador es colonizador e incluso debilita el elemental concepto democrático de la participación. A nivel provincial La Cámpora incluso tiene destacados lugares en la Cámara de Diputado, razón que también se espera que desde ese recinto se censuren estas prácticas reñidas con las más elementales normas de convivencia democrática.
Si hay un espacio sagrado en esta sociedad y de la que todos dependemos, ese es la escuela pública y todo aquel con vocación democrática debería estar obligado a defenderla.