CASO ALEGRE ,EL TEMOR DE LOS DE ARRIBA

Muy de a poco los temores de toda la sociedad se van haciendo realidad. Es que, a lo largo de la historia, los hechos graves de corrupción institucional en los que se vieron involucrados nuestros representantes políticos cayeron en el saco roto de la justicia y hasta en el olvido.

Para dar origen a un nuevo ciclo de corrupción e impunidad que se nos presenta cada dos o cuatro años, cuando debemos elegir entre los nuevos o bien reciclar a los viejos políticos, algunos hablando sin rubor, de moralidad, comprometiendo sus desquiciado honor, en promesas jamás cumplidas. Todo como requisito previo, que los habilite y legitime a llenar sus alforjas con el dinero publico a expensa de los mas necesitados-

El " Caso Alegre " marcara un hito en la historia santiagueña. Jamás ningún gobierno fue tan sospechado de corrupción como el presente. No hay lugar ni sitio en la provincia, desde confiterías a pulperías y hasta en la mesa diaria familiar, donde el denominador común de asombro y conversación, no sea el alarmante alarde de riqueza, ostentación e impunidad que caracteriza a los hombres del ahora denominado" Frente Cívico Sociedad Anónima ".

Y no es para menos, en una sociedad casi familiar en la que vivimos, los secretos son pocos y las realidades muchas. Por ello, cuando estallo en la cartelera publica el robo del ex Intendente Julio Alegre, el menos sorprendido fue el pueblo santiagueño, pues solo se rotulaba el robo y desgobierno evidenciado a lo largo de toda su gestión.

El único sorprendido, fue el Dr. Gerardo Zamora, quien hasta tubo que expresar ”vergüenza ajena” ante la conducta de uno de sus delfines, pero aclarando que en su gobierno no existen hechos de corrupción o lo que es lo mismo, negándose reconocer el enriquecimiento publico de todos sus funcionarios. Evidentemente, alguien vive realidades distintas, pero la mayoría cree que es el " pueblo " quien tiene la razón.

Tal ves, nunca los santiagueños sepamos el verdadero perjuicio que nos ocasiono el socio político del gobierno provincial, muy a pesar de que estos, como Judas, lo nieguen un millón de veces.

En los inicios de la investigación se menciono como cifra tentativa del fraude la suma de quince millones de Pesos. Fuentes confiables han manifestado que ese importe al presente conforme lo que se lleva auditado seria diez veces mas elevada.

Pero al caso, con el importe de lo robado, se hubieran concretado para Santiago:

La construcción de setenta escuelas prototipo, tres aulas, en el interior provincial;
La construcción de sesenta UPAS con equipamiento medico completo, para los barrios santiagueños;
El equipamiento de todos los hospitales públicos de la provincia, con tecnología de ultima generación;
La construcción de trescientas cincuenta viviendas;
La compra de doscientas cincuenta ambulancias o bien trescientos móviles policiales;
O bien, el aporte alimentario diario para trescientas mil familias durante un año.

Cuantas cosas hemos perdido los santiagueños en manos de estos sabandijas que aun continúan con sus spot publicitarios de un " Santiago mejor, o Sigamos Creciendo ".

Pero es nuestra responsabilidad y compromiso ciudadano, que hechos como los acontecidos sean esclarecidos, para que aquellos temores no se hagan realidad. Hoy nadie duda de la existencia de un acuerdo entre investigador e investigado, es decir, entre municipio y gobierno provincial.
Acuerdo en el cual, los medios de prensa monopolizados en la provincia no son ajenos. Todo a fin de ir retirando de la escena publica la corrupción institucional y el avance investigativo contra Julio Fernando Alegre, pues este levantó amenazas contra todos ellos de llevárselos " pegado " para el caso que su situación procesal y libertad no sea resuelta en corto tiempo.

Las instrucciones partieron de inmediato y consisten: 1.) Sacar de la consideración publica, mediante un paulatino silencio en los medios de prensa ( radios - diarios - Tv., etc. ) la causa Alegre; 2.-) Desviar el foco de atención social y ciudadano hacia otros objetivos o hechos que deben ocupar las primeras planas de los diarios; 3.-) Autorizar al Juez el dictado de un auto de procesamiento contra Julio F. Alegre, sacando la figura de " Jefe de una asociación ilícita ", pero manteniéndolo privado de su libertad; 4.-) Lo anterior habilitaría la intervención de la Cámara de Apelaciones, cual igualmente fue autorizada para habilitar la excarcelación y consecuente libertad del Julio Alegre mediante el pago de una aparente " fianza real ".-

Todo este despliegue, al solo fin de evitar que las verdades del ex intendente, pueda salpicar a muchos " alegres funcionarios " que aun se mantienen en libertad.-