INFORME ESPECIAL SOBRE LA INSEGURIDAD EN LA PROVINCIA

"INFORME DE INVESTIGACION PERIODISTICA EXCLUSIVO DE CODIGO ROJO"

Parece ser que el Sr. Gobernador de la Provincia, Dr. Gerardo Zamora, despertó de su letargo y modificó su situación de indiferencia en cuanto a la seguridad pública en la provincia, en su provincia. Esa indiferencia que marcó su derrotero en los últimos tres años de gestión, es decir, desde que nombró como jefe de policía al innombrable Marcelo Pato, secundado por otro ineficiente, Omar Quiroga en la subjefatura.

Ni hablar del resto de los inoperantes de la plana mayor policial, que no saben ni cómo llegaron ni que tienen que hacer, desconocen las cuestiones más elementales en la materia, no solo de seguridad sino organizativa, de funcionamiento, de gestión. Sólo saben llevar agua para su molino, para decirlo de una manera sutil, y lo demás que se funda.

De ser cierto que el gobernador le pidió la renuncia, creo que será la mejor decisión tomada durante su gestión de gobierno, lo cual obviamente no corregirá de ninguna manera todo lo que generó el ineficiente Pato en su cargo, pero por lo menos será un aire de renovación que la institución necesita desde hace largo tiempo.

Cuando analizamos la situación general, no encontramos explicaciones al hecho de decidir mantener en el cargo a este ineficiente e inoperante, un ser vil que perjudicó a la institución toda y a sus miembros, sobre todo a los de más bajo rango. Pero esperemos que la decisión de remover del cargo a este señor, sirva para depurar en parte la corrupción que existe en la fuerza.

Pero quiero preguntarle a Zamora lo siguiente: ¿La decisión, si es que la va a tomar, obedece a los reiterados robos a los choferes de colectivos? Por supuesto que estamos a favor de la protección de estos sacrificados trabajadores del volante, que diariamente arriesgan sus vidas en su trabajo, para encima tener que resultar víctimas de asaltos por ineficacia en los operativos de prevención. ¿Pero se olvida de lo que ocurre “además” de eso?

Insistimos con el tema, ya que a pesar de que los medios oficiales publican solo un 0,01% de los que sucede, filtrado en su mayor parte por la oficina de Relaciones Públicas Policiales, la cantidad de hechos delictivos va creciendo a pasos agigantados. En esa nebulosa de hechos delictivos, falta de decisión política, incertidumbre, desapego a la ley, sumado a la ineficacia de los operadores policiales en todos los órdenes, pero especialmente notorios en los mandos superiores, los “amigos de lo ajeno” hacen de las suyas con total impunidad, seguros de que no hay una barrera de prevención que los limite en su accionar.

Pero que podemos decir de ellos, si los mismos policías, los mismos jefes policiales que deberían ser el escudo protector del ciudadano, cometen hechos delictivos con mayor impunidad aún, en casos que han sido notorios por su crueldad. El caso de Raúl Domínguez, es un emblema de esto que sucede, lamentablemente, en nuestra provincia. Este hecho, desnudan la verdadera corrupción, y la impunidad con la que se mueven estos siniestros personajes. Solo falta que lo culpen a Tomás Garbi, o a Juan Bustamante, o al recordado Musa Azar. La pucha que resultaron buenos aprendices de éstos, Pato, Quiroga, Gorosito, Mansilla, etc,etc.

Hoy vemos azorados las crónicas policiales dando cuenta de que los delincuentes ingresan a nuestras casas, sin ningún problema, poniendo en riesgo a toda una familia. La policía, que supuestamente está en la calle haciendo prevención, se entera dos días después, cuando luego del susto, la familia radica la denuncia, si es que lo hace. Porque hasta tiene miedo de la misma policía, descree de ella y de la justicia, que no ofrece ninguna garantía al denunciante.

En las últimas horas se sucedieron varios hechos delictivos, en pleno centro de la ciudad, por ejemplo, un cadete que fue despojado de $120.000 por dos hábiles delincuentes, que actuaron a cara descubierta, con total impunidad. ¿Creen que esto es casual, que “trabajan” así porque si? No, parece que lo hacen porque están seguros de los que hacen y protegidos al mismo tiempo. La protección es según como reparte el botín obtenido. ¿Con quién? Imaginen ustedes estimados lectores.

No hay un plan estratégico de prevención, digo estratégico para adornar la frase. Simplemente no hay prevención. Eliminaron, por idea de quien sabe que iluminado, a los superiores de turno. Estos fueron reemplazados por actuales jefes de zona, uno mejor que el otro. Zona sur a cargo del Crio. Insp. Roldán, zona Centro “Cuchipelo” Ibáñez, y al Norte Crio. Insp. Castellani.

Nadie sabe, menos ellos, que función cumplen. Pero resulta llamativo que salgan en frecuencia ordenando que los móviles y las MT queden en determinado lugar hasta nueva disposición, mientras que en otro sector de la ciudad, sucede un hecho delictivo. Llamativo realmente. Los superiores de turno tienen una función determinada, pero en esa función, tal vez deberían intervenir, y los que los conocemos sabemos que cualquier oficial principal o subcomisario, tiene más conocimiento que estos “señores”, sobre todo Ibáñez. Y temen que un subalterno les pinte la cara.

Veamos, un pequeño raconto, de los últimos tres años de (hindi) gestión de Pato:

1. Comisarías diezmadas. Falta personal en todas las secciones, sobre todo en las guardias. Los traslados a estas dependencias, operan como castigo o desquite, más que en una necesidad del servicio. En esto Juan Campos es un maestro.

2. Carencia total de elementos, hablando de lo más elemental: conos y chalecos refractarios. Ni hablar de chalecos antibalas, totalmente vencidos.

3. Inexistencia de móviles, los pocos que circulan, no dan abasto y en breve pasarán al taller. No solo se ocupan de las novedades en su área de competencia, sino que deben colaborar con otras que directamente no cuentan con móvil.

4. Ingresos sin el debido proceso de selección, por política y por acomodo. Y en esto el gran responsable es el gobierno, en todos sus estamentos. Desde Neder y su sobrino Silva Neder, pasando por los diputados y otros funcionarios que propician estos ingresos, terminando con jefe, subjefe y plana mayor.

5. Ascensos por amiguismo, afinidad, y obsecuencia. Juntas de calificaciones “armadas” a un determinado fin, que es el de mostrar algo que no es real. En ese contexto, oficiales con 12 años de servicio subcomisarios, y oficiales principales con 8 años. Y el próximo ascenso nos depara muchas sorpresas.

6. Causas armadas para perjudicar a pequeños ladrones, o delincuentes de poca monta, mientras que les dejan el camino expedito a reconocidos delincuentes, para que estos operen con la impunidad que necesitan.

7. La investigación del caso Domínguez, viciada de nulidad. Hay evidentes pruebas del accionar policial en la desaparición y muerte de este hombre, y un encubrimiento posterior. Los abogados y la familia del occiso, deberían poner más atención en la relación que el juez de la causa mantiene con elementos del Departamento Investigaciones: Subcomisario Adrián Montenegro, Comisario Gabriel Mansilla, Crio. Mayor Omar Gorosito.

8. Policías exonerados, 74 en la calle (73, uno ya falleció), familias enteras destruidas por estos engendros.

Como ven, esto es simplemente superficial, creo que se podría escribir gacetillas diarias de las tropelías de estos delin… con uniforme, por lo tanto solo hacemos un pequeño comentario.

Pero detuvieron un individuo, sindicado como el autor de los robos a los colectivos, y armaron un gran circo, diez policías de la brigada para trasladar a este sujeto. Y Gorosito llamando a la prensa para mostrar su eficiencia. Que ridículos son. ¿Acaso creen que es el único que opera en contra de los choferes? Hay muchos más, que seguirán robando por la inacción policial.

El pedido de colaboración a la policía por parte del gremio que nuclea a los choferes, no es ni más ni menos un arreglo económico. Cuando ante tamaño reclamo la policía, o el Ministerio de Seguridad debería disponer directamente operativos de prevención, la policía arregla económicamente, como servicios adicionales. Pero no termina allí, ya que los jefes de zona, al amparo de Pato y Cía., envían personal policial como si esto fuera servicio ordinario, bajo la modalidad recargo de servicios. Y la tropa está más que “caliente” porque ya el encargado de una de las empresas, les confió que paga dichos servicios como adicionales. Es decir, los jefes se están tragando la plata del subalterno. Delin….

Sr. Gobernador, hace años que la institución policial viene reclamando un cambio. Si está pensando esta decisión de cambiar la jefatura, madure pronto la idea y hágalo, vera y notará inmediatamente el impacto. Toda la familia policial se lo agradecerá. No espere que pase algo más grave aún que lo de Domínguez, porque tal vez pronto, sea tarde igual.