UNA PROVINCIA CONDENADA

EL ARTÍCULO 5º DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL PRIMERO EN LA AGENDA LEGISLATIVA.

Una vez más el pueblo de Santiago del Estero asume el compromiso de luchar por sus legítimos derechos. La lucha por sí misma no es mala ni perjudicial en la vida de cualquier ser humano, por el contrario, es, a mi entender, saludable y, sobre todo, en democracia, cuando lo que se discute o se reclama son cuestiones elementales para la dignidad, la razón de ser que es producto de la realidad, y la razón que es la realidad. Sólo en las dictaduras no hay reclamos.

Miles de empleados de los distintos sectores de la Administración Pública recorrerán este miércoles 16 de diciembre las calles de nuestra ciudad, hasta concluir seguramente en la Casa de Gobierno. El reclamo será el de siempre: aumentos salariales para el personal de la Salud, la Justicia, la Educación, fuerzas de seguridad, jubilados, empleados de las distintas reparticiones, por otras necesidades primordiales, etc.

Inmediatamente, las preguntan saltan de un lado a otro, ¿es un capricho?, ¿un antojo?, ¿un anhelo?, o ¿es una verdadera necesidad sentida? Para el gobierno, ¿será una maniobra política de los opositores? ¿Hay recursos o no para satisfacer o atender la legitimidad y justicia de estos reclamos? Son muchos los interrogantes, pero lo cierto es que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Existe el dinero suficiente como para satisfacer estas y muchísimas necesidades básicas insatisfechas o, más bien. la pobreza demoledora y agobiante que azota a nuestra provincia. Una afirmación que desde luego no es antojadiza, ya que si nos atenemos a las propias declaraciones del gobierno, Santiago sería una de las pocas provincia con superávit fiscal y, conforme a las publicaciones propias, una con la mayor inversión en la actividad económica y los extraordinarios gasto efectuados en la obra pública. Se dice que es la primera del país en la “construcción de caminos o en la red vial”.

De ser ciertas estas noticias o informaciones que buscan rédito político, nos cabe preguntar: ¿miente tremendamente el gobierno o bien es cierto lo que dicen los medios pagados, sometidos o complacientes con el mismo? Si es lo primero, que lo digan a tiempo. No es que uno pretenda, por más superávit fiscal que exista, que este se diluya así nomás, y se lo malgaste para después encontrarnos en igual o peor situación que otras provincias afectadas en su caja. O soportar por pretensión arbitraria del gobierno la asfixia económica de miles de familias de trabajadores públicos como de jubilados provinciales, cuyos salarios son de mala muerte, para vivir aunque más no sea mínimamente en dignidad, para mantener el clientelismo político y la servidumbre que vive la inmensa mayoría de nuestro pueblo. Porque conforme a información certera, también es cierto que los peores sueldos pagos en el país son los de Santiago del Estero.

El triunfo con el 84% del gobierno, el 28 de Junio, es un dato muy a tener en cuenta. Algunos en un principio lo vieron, tal vez sorprendidos en su buena fe, como fruto de una buena gestión, más allá de las lealtades o deslealtades de sus protagonistas. Hoy, con los cambios que se están produciendo en el país, muchos de aquí y de fuera de la provincia comienzan abrir los ojos y empiezan a preocuparse de ese 84%, propio y posible en gobiernos autoritario o más bien despóticos; donde los medios de prensa no existen. Incluso, el periodismo nacional, por distancia o directamente por falta de interés, se calla frente a los horrores producidos por la gestión Zamora.

Digo esto porque está naturalmente entrelazado con lo anterior. Mi opinión es que estamos viviendo una tremenda mentira: no existe superávit fiscal, y en esto se equivocan algunas consultoras nacionales, a las que haré llegar oportunamente el desacierto de sus estadísticas. Simplemente para que todos nos demos cuenta: el mencionado superávit fiscal sería de $ 57.000.000, ¿porque entonces en el presupuesto que todavía no se aprobó, que es inconsistente y al que desde el vamos no se puede aprobar, a renglón seguido se dice en el mismo artículo que estos teóricamente $ 57.000.000 están afectados a pago de deudas. ¿En que estamos, hay o no hay superávit fiscal?

Mi opinión es que hay mitades para ambos lados. Todo depende desde uno mire esa realidad fruto de la razón. Si miramos la realidad institucional, política, económica y social, con la mayor objetividad, por un lado, tenemos y somos la segunda provincia más pobre del país, entre Chaco y Formosa, fruto de la carencia total de políticas provinciales e incapacidad, sumada la perversidad de quienes nos gobiernan en desaprovechar cuantas oportunidades económicas se nos presentan, para redimir a nuestro pueblo de su pauperización creciente. Ejemplos sobran: mortalidad infantil, desnutrición, analfabetismo, desocupación, explotación de nuestros trabajadores, necesidades básicas insatisfecha, índices alarmantes de insuficiencias aterradoras en infraestructura provincial. Y aquí viene la peor de las contradicciones que revelan de cuerpo y alma la verdad de este gobierno anacrónico y tiránico, como el de las peores épocas vividas.

Situaciones todas estas denunciadas a rabiar por nuestra parte en todo este año legislativo, frente a diputados de un oficialismo ciego, sordo y mudo, a lo que se suma la desinformación por parte de la prensa, con una sociedad totalmente desinformada de todo lo que se dice, hace y se deja de hacer en la Legislatura, donde los únicos testigo forzados son los taquígrafos. A todo ello se suman las tremendas arbitrariedades de sus autoridades, empezando por el vice gobernador Nicolai, no sólo cercenando arbitrariamente el ingreso a la misma de cualquier ciudadano, sino la permisividad a que entren barras pagadas por el gobierno para acallarnos con toda clase de ofensas e insultos, como si con esto lograrán borrar la realidad. Se olvidan que las ideas no se matan.

Se puede hablar de “superávit fiscal”, de grandes inversiones, etc., ¿a costa del hambre, de la miseria, de la pauperización de nuestra gente? Por otro lado, como otro mundo, las licitaciones arregladas entre los empresarios amigos del gobierno, las sobrefacturaciones en las obras públicas, etc. En este caso si pueden dar los números, como los de la red vial, por Km. como por precios convenidos, los sobreprecios en las adjudicaciones y compras directas violentando las leyes de contabilidad en todas las reparticiones públicas, el enriquecimiento ilícito de funcionarios, al mejor estilo del ex intendente Julio Alegre cobijado por Zamora, escándalo por el que tanto se conmovió la opinión pública. Vaya uno a saber por qué vuelto se terminaron peleado.

Todo esto protegido y respaldado por una justicia exclusivamente al servicio del poder político, con jueces que llevan más de 6 años en comisión, causal de intervención al Poder Judicial. ¿Qué ciudadano libre puede soportar semejante vejación, sin perder su dignidad? O una prensa que hace oídos sordos por conveniencia o por sometimiento, que anula las miles de voces opositoras que día a día se levantan a lo ancho y a lo largo de nuestra provincia.

Para terminar pregunto: ¿cuántos miles habrían en esas marchas si tuviéramos una sociedad con diversidad de opiniones, de libre competencia. ¿Existiría ese 84% del 28 de Junio?. Es el tiempo de empezar a golpear las puertas de los que piensan parecido, no digo igual a uno. En la diversidad, en el pluralismo de las ideas, pero todos embarcados en los comunes denominadores del ideario democrático.

Espero que este año nuevo, con un nuevo Congreso Nacional donde la oposición tendrá un mayor protagonismo, no sólo sirva para frenar los abusos de poder del kircherismo, los innumerables actos denunciados de corrupción, los aprietes a los jueces con un nuevo Consejo de la Magistratura, los superpoderes y facultades delegadas o más bien arrebatadas al Poder Legislativo, como las de emergencias, solo excusas utilizadas para justificar los decisiones arbitrarias del poder absoluto, los desmedidos ataque a libertad de prensa y a los medios que no comulgan con el gobierno, la reforma de un nuevo sistema tributario, para que el federalismo se haga realidad de una vez por todas, que fomente el trabajo y la producción. Lo más importante y a tener en cuenta es que este nuevo Congreso comience exigiendo a los gobernadores de provincia que justifican su servilismo denigrante e inmoral ante poder central.

O exigirles el respeto a rajatabla del texto de nuestra Constitución Nación en su art. 5º: “Cada provincia dictará para sí una Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantirías de la Constitución Nacional y que asegure su administración justicia, su régimen municipal y la educación primaria. Bajo de esta condiciones el Gobierno federal, garante a cada provincial el goce y ejercicios de sus instituciones”.



Esta situación creo que no solo la vivimos los santiagueños. Sin temor a equivocarme, seguramente también la sufren miles de compatriotas de las distintas regiones del país. No nos olvidemos, el país, la nación, nacieron desde el interior profundo, y si realmente queremos reconstruir el tejido social y en consecuencia nuestra identidad nacional, primero soportamos el desguace de nuestro patrimonio nacional, en la década del 90, y ahora el ignominioso desguace de nuestro sentido de pertenencia, en altar del más torpe mercantilismo político.

Es la hora de reconvertir el sentido auténticamente democrático para que las oligarquías gobernantes se sientan obligados a respetar lo más sublime que es la voluntad soberana con la dignidad que se merece nuestro pueblo.

Los saludos afectuosamente y les deseo de todo corazón una muy feliz Navidad y un Año Nuevo de verdadero cambio y renovación en nuestros sueños y esperanzas.

Gracias, José Luís Zavalía