Tendientes a cumplir las funciones de Estado, un gobierno suele disponer de partidas presupuestarías con fines específicos a fin de atender gastos protocolares. Siempre eventuales ante, ilustres visitas de dignatarios o funcionarios nacionales o extranjeros. Esto incluye, sus presentes, obsequios y hasta agasajos. Hasta ahí todo parece normal y hasta diríamos aceptable.
Pero cuando tales lujos y prerrogativas, se trasladada a la esfera privada, a mas de constituir una inmoralidad administrativa, constituye un claro ilícito penal de Estafa o bien una clara Malversación de Fondos Públicos.
Es que el Estado como institución general y los contribuyentes en particular, no tienen obligación alguna de solventar los placeres y lujos que al presente se dan todos los funcionarios y familia en el ámbito de sus vidas privadas, con el dinero del pueblo.
Quien, alguna vez no vio, los vehículos oficiales utilizados como verdaderos "transportes diferencial" para trasladar niños al colegio. Como también a muchos empleados públicos ( en especial policías ) cumpliendo tareas de calificadas niñeras o damas de compañía.
Es una realidad que a diario advertimos y constituye un claro abuso de autoridad y una clara degradación Moral, al servidor público.
Pero para diferenciarse de los anteriores, los actuales funcionarios a tales lujos le agregan un condimento especial: " sus dietas alimentarias”. En otros términos: HASTA SUS DIARIAS Y OPÍPERAS COMIDAS Y FIESTAS, LES PAGAMOS NOSOTROS, LOS CONTRIBUYENTES, o mejor como nos tienen catalogados: LOS GILES.
Existen dos prestigiados comercios, uno en Roca y Rivadavia el otro frente a Plaza Libertad, que diariamente preparan exquisitos "manjares" para el deleite y gusto del selecto paladar de nuestros representante. Diariamente y en modo puntual se observan a sus dependientes bajar en domicilios particulares abundante comida, debidamente acompañada de finos vinos y abundante gaseosa para los menores de edad. Esto sin mencionar las fiestas y agasajos familiares para los que son especialmente contratados (cumpleaños - aniversarios, etc.). Todos estos placeres, serian normal y hasta de la envidia de muchos. A no ser, que tales gustos, son abonados mensualmente con fondos reservados que maneja la Secretaria de la Gobernación, en la módica suma que rondan entre los diez y quince mil Pesos, por cada familia agraciada.
Al caso, existirá Ministro de Justicia o similar que pueda poner coto a esta situación? Se duda: pues en cinco días nada se puede cambiar, siendo este un plazo fatal a todo ser humano, antes de fallecer por inanición.
¿Cuantos JULIO FERNANDO ALEGRE restan encarcelar, por estas tierras ?
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