Hoy como ayer nada cambio. Nuestros dirigentes políticos, encerrados por el odio, la soberbia, la arrogancia, el rencor, y la tozudez, parecen conducirnos nuevamente a revivir los preludios del gobierno Juarista.
Sin dialogo y en franca confrontación pretenden "disciplinar" a los rebeldes trabajadores de la salud a fuerza de golpes. Solo por cuestión de "genero" lo diferencia de herramienta, ha sustituido la "cartera" por "la mágica lapicera".
Pero fue en vano. Todo sigue igual o peor que hace seis años.
Como en abril del 2.004, el gobierno organiza desesperado y alocadamente "contramarchas" de apoyo. Ya no le basta, con silenciar bajo el soborno la prensa local y nacional. Las cesantías, despidos, descuentos de sueldos y operativos mediáticos para politizar un "legitimo reclamo salarial y una verdadera política en materia de salud pública", no le dieron los
resultados esperados. Nada sirvió para empalidecer aquel reclamo.
Peor aún, la efervescencia y resistencia cívica es cada día mayor. Es que, los reclamos de un sector se transformo en protesta "social". Cual poder negociador, cegado en su avaricia de novel empresario el joven gobernador parece no comprender. Hasta el ruego clerical de los Obispos le es indiferente.
Su filosofía de gobernar es único "lo que no se compra, se combate". Olvidando que "Poder" que ejerce le fue transitoriamente prestado, por su único, verdadero y soberano titular: “El Pueblo".
Allí radica la verdadera voluntad soberana de la democracia, cual puede válidamente en modo inmediato serle revocado.
Se compra o se combate. Es la estrategia de su gobierno: Diputados - Intendentes - Concejales - Comisionados Municipales - Empresarios de Prensa - Organizaciones Políticas y hasta la misma C.G.T., lo entendieron rápidamente y optaron por la primera opción.
Pero quienes, no vendieron su dignidad; abdicaron en sus principios, manteniéndose fieles a sus ideales y respetuosos al mandato popular sin traicionar "el sufragio del pueblo"; los que resistieron a la tentación del dinero fácil. Rápidamente fueron catalogados de "conspiradores y enemigos de su gobierno".
Sin advertir el amo y señor que, los verdaderos traidores y conspiradores los tiene enquistado en el seno de su propia corte.
Cuales vulgares y pagos bufones, mas tarde o temprano del mismo modo que Ud. los supo conquistar sumándolos políticamente a un "proyecto sin convicción "; otras billeteras también lo harán. Las lealtades compradas, entiéndalo bien Señor: no lo son tales.
Nuestra historia así lo demuestra. Hoy a su lado, se encuentran adulándolo: juaristas - iturristas - mujiquistas - lobistas y hasta intervencionistas. Son los acomodadizos y traidores de siempre, SIN LEALTADES, CONVICION O BANDERAS. Por todos conocidos. Siempre prestos a la traición del momento oportuno, en la consecución del logro patrimonial y el acomodo personal. Solo un necio, puede negar a esa realidad.
Como nunca jamás en gobierno alguno, Santiago del Estero tiene al presente la privilegiada oportunidad de salir de tremenda miseria y postración. Basta un solo elemento: HONESTIDAD en el manejo de la cosa pública.
Por el bien de todos no se equivoque. Si de tal requisito se adolece, relea la filosofía de vida de Arturo Ilia, Ricardo Balbín o del recientemente desaparecido Raúl Ricardo Alfonsín.
No convoque, quijotes o quijotas a la lucha, tal como intencionalmente lo hizo contra los servidores policiales. Tal vez, sea ese su ultimo y más grosero error en la búsqueda de un dialogo y solución que toda la sociedad hoy reclama y exige.-
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