Por fin, el Dr. Coria Vignolo se decidió a citar a declaración a dos policías de los tantos implicados en la causa. Téngase en cuenta el término utilizado “implicados”, lo cual denota irregularidades fácilmente comprobables. También debemos tener en consideración que este procedimiento viene siendo solicitado desde hace meses por los representantes legales de la familia Domínguez, tristemente célebre por resultar víctima de un homicidio por el solo hecho de denunciar. Miren a donde hemos llegado.
Y la policía en vez de acompañar al juez y al fiscal en su investigación, sólo se dedicaron a entorpecer la misma. Por ese motivo esta denunciado penalmente el Comisario Mayor Omar del Valle Gorosito, jefe del Departamento Investigaciones. Ese sujeto tiene que aclarar, como fue que desde su automóvil desaparecieron, supuestamente a manos de desconocidos, una radio portátil de comunicación policial a su cargo, y la última declaración testimonial del occiso Raúl Domínguez.
Si esta declaración, un elemento de vital importancia para el esclarecimiento de la causa por defraudación a Rentas debía estar agregado al cuerpo sumarial, el juez debería preguntarse, junto al fiscal por supuesto ¿Qué hacía la misma en el auto de este señor? ¿Por qué la tenía el en su poder, cuando debía estar en conocimiento del juez y agregada al sumario? ¿Qué elementos aportaba dicha declaración? ¿A quién o quienes mencionaba? ¿Qué motivo fundamentalmente, movió a Gorosito a tomarse esa atribución, y porque el instructor no dejó una mínima constancia aunque sea, para cubrirse él?
Se trata de un caso de aberrante abuso de autoridad viciado de irregularidades, que si juez y fiscal deciden, deberían determinar su imputación automática.
Para el caso de los otros dos policías, que ahora fueron citados a declarar, Subcomisario Adrián Montenegro y Cabo Hugo Castillo, parece que al citarlos para el 1º de diciembre, les está dando demasiado tiempo para armar su estrategia. De todos modos la justicia en la provincia, de por si lenta, tiene sus tiempos y debemos respetar la decisión del Magistrado. Por lo menos, este Juez tuvo en cuenta el pedido y el argumento de la querella, para citar a estos sospechados de tener algún vinculo en la causa.
Como el abogado de la familia Domínguez dice ¿cómo puede ser, que dos horas antes de encontrarse los restos de quien supuestamente era Domínguez, Montenegro cursó informe diciendo que Domínguez estaba muerto? Nada se sabía, eran restos corporales imposibles de identificar a simple vista, no se habían levantado muestras para su análisis de ADN, etc., y ellos ya aseguraban que era Domínguez. ¿Cómo puede ser esto posible?
Sencillo. Ahí entra a cobrar fuerza la tesis de que a Domínguez lo tuvo privado de su libertad la misma policía, luego de su última declaración. Altos mandos policiales, al tomar conocimiento de su última declaración, ordenaron que se lo “levante” en la calle, se lo someta a apremios ilegales, y posterior destino, el que todos ya sabemos.
A la policía se le fue la mano, dicen las fuentes, que además saben y precisan los nombres de los que hicieron ese sucio trabajo, asesinos. Para muestra diremos que uno de ellos lleva el mismo apellido de un famoso cómico de la década del 60 y 70 en Argentina, apodado “Pepe” o “Pepitito” B….
Citándolo a ese elemento, antes que desaparezca digo, pues son capaces de matarse entre ellos para no caer, la justicia tendrá todo en sus manos. Tampoco nos olvidemos de los otros “atorrantes” de Reyes González e Ybarra, que fueron comisionados a embarrar la cancha y hacer caer a un pobre “perejil”, como se dice ahora.
En el caso de los últimos citados, Montenegro y Castillo, también deberán explicar el motivo que los llevó, o por las órdenes de quien, a “patrullar” en un vehículo no identificable (FIAT UNO BLANCO), en inmediaciones de la casa de la familia Domínguez. Una vecina los fotografió, y luego ese auto desapareció. Para información del Juez, esos dos personajes, eran quienes se conducían en ese automóvil.
Sin embargo, el anterior juez de la causa, solicitó informes, y obviamente los informes emanados de la policía son incongruentes con la realidad.
Por ese motivo, y muchos otros que fue observando el magistrado a lo largo de la investigación inicial, es que solicitó el concurso de la policía judicial de Córdoba, pues era evidente que aquí le estaban embarrando la cancha.
Una crítica que debemos hacer al sistema de justicia de la provincia, es que muchas veces los jueces, al no tener instructores formados en investigación, están confiados en la actuación policial. Confían en demasía, siguen las teorías que éstos les acercan, y por eso se desvía el curso de las actuaciones. Ya deberían saber que Santiago del Estero, tiene una de las policías más corruptas del país, sobre todo desde que está Marcelo Pato en su jefatura.
Otra cosa que deberán indagar juez y fiscal es como puede haber habido antes, un rastrillaje “ordenado” por la jefatura de policía (citar a Pato y Quiroga también), en todo ese perímetro, y no encontraron nada. Y 48 horas después, aparece el cuerpo mutilado de este pobre hombre, a escasos 300 metros de su vivienda. Eso fue una burla realmente. Lo peor de todo es que ni siquiera le permitieron una muerte digna.
Un rastrillaje con cientos de efectivos, sección Canes incluida, y no encontraron nada. Es evidente que fue todo armado para un fin espurio. Pero ahí queda demostrado que son huecos para todo, hasta para delinquir. Todos van a caer, eso es seguro. Desde Pato para abajo, hay una trenza larga.
Las pruebas son evidentes, hasta groseras diría, denotando complicidad policial y encubrimiento en este horrendo crimen. Hay que poner blanco sobre negro desde el Sub Comisario Chávez, hoy en la Comisaría 35º como segundo jefe, quien al momento de detectar Domínguez lo apócrifo del formulario 08, estaba cubriendo servicio adicional en la Dirección General de Rentas, y tomo contacto tanto con Domínguez como con el formulario. Domínguez le exhibió el mismo, y le comentó las circunstancias. Sacó fotocopia del mismo, pero luego solo apareció la fotocopia, ya que no se puede peritar. Muy buena la maniobra, el original despareció.
Pero en el caso de Montenegro y Castillo, una buena serie de preguntas, los dejarán al descubierto.
Este Subcomisario vendría haciendo este tipo de trabajo sucio desde hace rato (causa Defraudación en Rentas, causa Homicidio de Domínguez, causa Defraudación Comuna Capitalina), de allí sus ascensos casi meteóricos, no por sagaz ni inteligente, sino por tener la misma escuela de MARCELO PATO, YA SE IMAGINAN….
Mientras él es beneficiado con ascensos como premios a su abnegada entrega, su hermano Carlos, que era Subcomisario bien antiguo, está exonerado de la policía hace más de tres años, por orden de Marcelo Pato y su Plana Mayor Policial. Saquen ustedes, respetados lectores, sus propias conclusiones.
Esperemos que la Justicia, tan alicaída en estos tiempos, tome los recaudos y evite la fuga de información, y pida apoyo a otras policías. Cuando comience a actuar direccionando la investigación, le podemos asegurar al magistrado que los testigos van a aparecer solos. Hay mucha información que nunca llegó a su conocimiento, por los delincuentes que entorpecieron la investigación.
