La trompada que recibio Carlos Kunkel en su boca de parte de Graciela Camaño, es más que un golpe físico. Confirman los presagios de descomposición del kirchnerismo, el fin de un injustificado ciclo de fundamentalimo politico anti peronista que goberno al pais a partir del 2003. Los vencidos montoneros de los setenta, cuales Juan D. Peron expulso de Plaza de Mayo por "imberves y traidores a la causa popular" disfrazados de progresitas en los ultimos años, bien lo saben. Sus tiempos politicos se acortar y su anciada revolución progresista solo sirvio para sus propios enriquecimientos personales.
No fue casual la trompada de Ocaña, tampoco la humanidad del infortunado destinatario. Es la clase sindical peronista que se subleva ante el progresimo montonero. Es todo un simbolo politico. Tal vez marca el final de una lucha interna e ideologica iniciada en los setenta, cuando la rama armada del peronismo montonero pretendía desplazar la dirigencia sindical, ante la furia del General Peron por tremenda osadia.
Cuatro decadas despues la diputada justicialista Graciela Camaño esposa del sindicalista Luis Barrionuevo, parece sellar definitivamente el destino de aquel atropello montonero. Es que, su colega Carlos Kunkel es la figura emblematica de aquella izquierda armada hoy denominada "progresismo", es el vocero predilecto en Diputados de la Pte. Cristina Fernandez. Fue quien en octubre del 1975 enlutaba al pais en un manto de sangre, fue quien es sospechado de haber asesinado a conscriptos desarmados mientras se bañaban en dependencias de la unidad militar en la capital de Formosa durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Kunkel es todo un símbolo de ese extremismo de aquellos años.
De allí que la trompada recibida ayer por la tarde en el recinto de la Cámara de Diputados se convierta en un verdadero símbolo expresivo de la resistencias que despiertan entre sus propios correligionarios sus inclinaciones progresistas, el título bajo el cual se refugian los terroristas de antaño para poder actuar en los actuales momentos políticos.
Lo de ayer es mucho más que un entredicho entre legisladores enfrentados por una Ley de Presupuestos, es una lucha de ideologias entre la la izquierda revolucionaria y la ortodoxia peronista, que marca el comienzo del final de ocho años de engaño que vivimos los argentinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento sera eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptacion del Reglamento.