Sigue la corrupción en la administración pública “Estadística y Censo”

Muchas expectativas surgieron a partir del Censo 2010 en nuestro país, y con ello, la posibilidad de conocer más en profundidad, no solo sobre la población, sino aspectos económicos, sociales y culturales que surgirían con este trabajo de campo.

Pero en nuestra provincia, este trabajo estuvo organizado y dirigido por la Dirección de Estadísticas y Censo, dependiente de la Secretaria de Ciencia y tecnología.
En la dirección de Estadística y Censo, a cargo del Lic. Federico Scrimini, en ese organismo la cosa está que arde.
Para el último Censo en la provincia, le dieron la friolera suma de $ 1.200.000 para gastos y recursos, y el tipo se lo gastó todo. Ahora anda buscando amigos que le presten facturas truchas para justificar los gastos. Este funcionario no aguanta ni siquiera una "auditoría visual".
Mientras ello ocurre, la indignación en los empleados es muy grande, y sólo esperan que se tomen las medidas necesarias (corte de cabeza) antes de plantear estos atropellos ante la oficina anticorrupción.
Scrimini quiso justificarse echando la culpa sobre el Ministerio de Educación, que no colaboró con los docentes para el censo, pero en realidad, hubo un acuerdo previo entre este personaje y algunos directores y docentes responsables de escuelas, quienes mandaron a censar a parientes y amigos. En síntesis, los docentes que participaron del censo en la provincia solo fue el 20% del total. Imaginen, a $250y $300 pesos cada uno!!!!.
De hecho, en la edición del 15 de octubre del diario el Liberal, publicaron un aviso que CONVOCABAN A DOCENTES PARA TRABAJAR EN EL CENSO, necesitaban 1000, lo curioso que de todos los que se inscribieron, no llamaron a ninguno, claro esta, se cubrió con parientes y amigos. De hecho. el domingo pasado se vio a varios censistas caminar por la zona céntrica, censando a viviendas que estaban deshabitadas y que sus moradores no se encontraban el 27 de octubre pasado.
La cantidad de dinero que se gastó en capacitación y "refrigerio" comentan que es exorbitante. Es decir, acorde a lo que debía suministrar como alimento a los censistas. Una comida frugal pero nutritiva tras tantos días y horas de capacitación. Las clases se dictaban entre las 8 y las 18 horas, en dos turnos, de comer les dieron sándwich de miga. Hay quienes incluso dijeron que una amistad de este director, fue quien "ganó la licitación" para la comida.
La cosa esta que arde en estas oficinas, los que están a cargo no pueden justificar tamaños gastos, y se sostienen entre sí, pues al jefe de la oficina de gestión pública, lo recomendó el jefe de estadística y censo para ocupar ese cargo. Amigos entre sí, y el primero, empleado en ese organismo antes de asumir en gestión. Es decir, se cubren. Lamentablemente, tiran por la borda años de trabajo de los empleados, quienes esperan que el gobernador tome cartas en el asunto.
Es cuestión de horas, aventuró uno de ellos, porque tienen la intención de que esto llegue a límites insospechados.
Una empleada de estadísticas dijo que nunca se vio tanta corrupción en tan poco tiempo, y de parte de dos tipos que siempre fueron inservibles para todo. Se ve que los conoce a ambos, pues trabajó con los dos.
Como verán, la corrupción no se termina, y eso que estos dos son simples “pelagatos”. Sólo podemos imaginar lo que sucede en las altas esferas. Estas cifras son ciertas y concretas, aún si el gobernador los echara, ya están "parados".
Como se recordara en una nota anterior informamos a los lectores sobre un gravísimo hecho de corrupción que llevó a la "renuncia" de Horacio Salvatierra (en realidad no está en ningún cargo hoy, pero sigue con los negociados en el gobierno, merced a los contactos que hizo durante su estadía en el cargo de subsecretario, por ejemplo, alquiler de locaciones para que funcionen como oficinas de áreas de gobierno).
Los organismos dependientes de esta secretaria a cargo del Topo Costas, hoy muestran la mugre debajo de la alfombra. Una de ellas, oficina de gestión pública tiene a un inoperante como director, un joven ambicioso de poder y dinero de apellido Duarte, que se sostiene solo por la amistad con su jefe supremo, el topo Costas. Los comentarios sobre su tarea al frente de esa oficina no son nada halagüeños y Costas lo sabe, está enterado de todo. Tendrá que tomar una decisión sino el lodo lo arrastrará a él también.