Los desbordes que debería contener Zamora

Los políticos de Las Termas de Río Hondo, Loreto y Bandera dieron la nota desagradable en la jornada democrática del domingo en el recambio institucional de las intendencias, con peleas y rencillas incomprensibles.

Concejal Livio Olmedo asumió interinamente la intendencia hasta que el pueblo elija al sucesor del fallecido Miguel Mukdise.

Consecuentemente, el escándalo producido en los tres casos fue la noticia predominante ayer lunes en los medios oficialistas o zamoristas que se encargaron de transmitirla al país y al mundo.
Es inaudito que representantes del pueblo y referentes de partidos políticos santiagueños se aferren a las viejas prácticas de los matones y prepotentes, como queriendo pisotear la fiesta cívica del 5 de septiembre cuando la gente animó la votación y dictó su fallo inapelable: eligió a los que gobernarían cada comuna y eligió a los que serán opositores.
A 27 años de vida democrática en la Argentina, es poco saludable dejar pasar estos procedimientos antidemocráticos que deslucen y dejan mal parada a la provincia dentro del concierto de provincias del país.
El gobernador Gerardo Zamora debería tomar las riendas y, con mucha decisión, aplicar la ley sin miramientos y poner en funcionamientos todos y cada uno de los mecanismos constitucionales. Por ejemplo, en el caso de Las Termas, si es necesario, debería utilizarse el remedio de la intervención a fin de lograr el orden institucional y favorecer a los ciudadanos, erradicando las situaciones caóticas que crean los mezquinos y retrógrados políticos.