La inauguración del Parque de los Niños esconde negociados entre funcionarios zamoristas.
A poco de terminar los fuegos artificiales y cuando se retiró el público, puso observarse que la mayoría de los juegos, los pisos de los puentes, los bancos, los aparatos de gimnasia, tienen un sello de origen: Forestal San Miguel, de Campo Gallo.
Esta empresa pertenece en propiedad al diputado oficialista José Fortunato Vittar, oriundo de Campo Gallo. Un Vittar que sigue la tradición de tantos otros que se destacaron por ser prebendaros forestales de todos los gobiernos de turno.
No caben dudas de que el negociado fue perpetrado por el jefe del Frente Cívico, el gobernador Gerardo Zamora que, en uno de “gestos habituales”, abrió el juego del enriquecimiento beneficiando a uno de sus nuevos diputados. De este modo, premió a Vittar para que elaborara los juegos en madera en su empresa, olvidando que, como diputado, tiene la obligación de ejercer el control sobre los actos del Ejecutivo.
¿Qué posición adoptaría éste legislador si alguien solicitara informes sobre los gastos erogados en este parque y pidiera la nómina de los proveedores? Seguro que lo rechazaría.
Esta es la modalidad de ampararse que tiene la corrupción, comprometiendo a todos en espurios negocios para conseguir la impunidad. Sencillo, al otorgarle una obra a un diputado, en este caso Vittar, de Campo Gallo, enredó a todo su bloque y ya nadie podrá “saltar”, como se dice vulgarmente.
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