¿Inseguridad o sensación de inseguridad, son los asaltos y robos violentos que vienen sufriendo la ciudadanía santiagueña, amparadas por el gobernador de la provincia GERARDO ZAMORA, es el único responsable de los hechos, al no promovee políticas de seguridad y tener un inepto Jefe de Policía, así mismo una corrupta plana mayor policial que esta sospechada por tener vinculo directo con la delincuencia y liberar zonas para los delincuentes. Y qué decir del MINISTRO DE GOBIERNO, SEGURIDAD Y CULTO Emilio Neder, un nulo total en materia seguridad, pero si con mucha experiencia en coimas, defraudación y estafas fraudulentas reiteradas.
Volviendo al tema de los ilícitos que se comenten, esta mañana el CPN Julio Carrizo, con domicilio en Moreno sur 1326, se encontraba a bordo de su automóvil, cuando fue sorprendido por un delincuente que se movilizaba en una moto enduro, el cual emprendió la huida con el maletín en el que había más de 340.000 pesos. Lo grave es que la policía ni siquiera tiene una mínima pista, o mejor dicho no la quiere tener, este caso engrosara a los tantos que no serán esclarecidos por tener vínculos directos con funcionarios policiales como se denuncio oportunamente.
Mientras tanto algo grosso está pasando en nuestra provincia, porque de un tiempo a esta parte, los medios locales adictos al gobierno están comenzando a mostrar, aunque sea en pequeñas dosis, la grave realidad económica, política y social de nuestro terruño. Y en ese contexto, la inseguridad que tiene rehenes a los ciudadanos comunes, a los trabajadores, a quienes sólo buscan vivir dignamente y en paz.
Es llamativo ver que en los barrios la gente a determinada hora de la tarde, ya tiene cerradas puertas y ventanas, todas enrejadas, porque comprenden que están a la buena de Dios. Los choferes de remis dicen, inclusive esto fue publicado en el centenario periódico local, que a determinada hora ya no ingresan a ciertos sectores, y a ciertos barrios no entran ni siquiera de día. El plan de seguridad que Pato les mintió a los representantes de los trabajadores del volante no resultó, la policía no encuentra soluciones y los delincuentes no dan tregua, pero es justamente porque gozan de impunidad para actuar, a contrapelo de lo que los gobernantes de turno argumentan.
Basta leer las crónicas de los últimos días, para saber que esto es tierra de nadie. Los jóvenes son violentamente asediados cuando concurren a la escuela, los choferes asaltados, las mujeres sufren arrebatos, pero Pato y Quiroga siguen sosteniendo que la policía está trabajando bien, que el índice delictivo ha bajado. ¿Quién desarma las estadísticas? ¿Coyuyo Jaime?
Pero como esto es solo sensación de inseguridad, porque la policía está en la calle, no debemos preocuparnos.
La verdad, algo de razón tiene Marcelo Pato, pues los delincuentes, han disminuido su accionar en la calle. Ahora directamente entran en la casa de cualquier vecino a sabiendas de que nadie les pone límites.
Lo que le ocurrió hace semanas atrás al comerciante de Loreto es un ejemplo de esta situación imperante. Este pobre hombre relata las peripecias que su familia pasó hasta que el llegó a su casa, y como temió por ellos y por su vida misma, ya que los delincuentes le “gatillaron” varias veces en la cabeza. Podría haber muerto y todo quedar en la nada. La policía dice que todavía está investigando pero aún no cuenta con pistas firmes. Y bueno, sentado adentro de la comisaría no creo que recaben mayor información. Pero se entiende, hace frío para salir a la calle a investigar un delito, y más aún para hacer prevención. Dejemos lo proactivo para el verano.
Pero nótese una cosa. La ciudadanía exige respuestas, y ni Pato ni Quiroga salen a la prensa a dar explicaciones. Explicaciones que le son exigidas por los familiares del menor Bruno Cella, los familiares de Domínguez, el propietario de Refinor, el comerciante de Loreto, ahora el CPN Carrizo etc. Tampoco el gobernador da la cara por esta situación, y ni que hablar del ministro de gobierno, siendo que el caso de Loreto guarda estrecha relación con él, siendo que el damnificado es de su mismo pago.
Nuestra inquietud es saber qué proyecto estará preparando “Pedro Pica piedra Pato” en su gran cabezota, para contrarrestar el flagelo delictual en la provincia. Calculamos que será algo de gran impacto, un golpe mediático que calle tantas voces de protesta.
El modelo de gestión que impuso (no existe tal cosa, pero démosle algún nombre) está agotado. Ni los fantasiosos proyectos de seguridad (proyecto Saturación, proyecto Corredores Seguros, proyecto de Robótica, proyecto Seguridad Rural, proyecto Policía Comunitaria, y tantos otros fatuos que sólo perviven en su fantasía) sirvieron para callar la opinión pública que hoy, ve como se desnudan las falencias en su accionar. Hoy la ciudadanía entiende que Marcelo Pato y su adlátere Omar Quiroga, son la muestra cabal de la inoperancia, y sus argumentos ya no son aceptados por nadie, ni siquiera por quienes los pusieron en el cargo.
En un arranque de histeria, Omar Quiroga dispuso personal proactivo en la calle, para realizar operativos de control vehicular, pero la verdad que este personal, con prestación de servicios en la Cueva de Alí Babá, (entiéndase jefatura de policía), no tiene ni la más “puta idea” de cómo hacer un control. Están dispuestos en cualquier arteria, con apenas dos conos que de refractarios ya no tienen nada. Ninguno tiene chalecos, sin balizas, sin medios de comunicación, y sin medios de movilidad. A otros se los puede ver en grupos parados en alguna esquina “haciendo cebo”, pues no tiene ni una directiva precisa ni un superior que efectúe un control. Bueno, si no se tienen directivas, es obvio que no podrá controlar que éstas se cumplan.
“Saturar” la calle de policías, no es una solución a nada, al contrario, expone al personal que no tiene ni la mínima capacitación a cometer un grave error de procedimiento, para luego someterlo tanto al escarnio público como a una sanción “ejemplificadora” de parte de sus cancerberos.Pero si para Marcelo Pato, Omar Quiroga, y los aduladores que los siguen, esto se trata sólo de sensación de inseguridad, permítanos hacer un breve comentario.
La sensación de inseguridad no necesita de las estadísticas delictivas para afectar el bienestar mental de la población, al provocarle ansiedad, aislamiento, fobia social, pánico y hasta delirio de persecución.
La inseguridad conlleva desconfianza y defensa permanentes, es decir, la necesidad de vivir permanentemente en un estado de alerta que impide distenderse un minuto por la sensación de que algo atacará.
Pero como eso es muy difícil de sobrellevar, la reacción inmediata es negarlo y decir que a uno no le va a pasar, ya que es imposible circular sin defensa en una situación general de riesgo. La sensación de inseguridad no se contrarresta negándola, sino mediante la lucha contra el delito y el miedo que genera.
Esta sensación de inseguridad, que lleva a la necesidad de vivir en un estado de alerta permanente, y el extendido descreimiento en las instituciones, es cada vez mayor. El flagelo se extiende e incrementa, y nuestro gobierno parece no importarle nada desde el área que le compete para enfrentarlo adecuadamente.
Los funcionarios designados para “hacerse responsables de la seguridad” (Macelo Pato y Omar Quiroga) carecen de los sólidos conocimientos técnicos necesarios para una comprensión completa del problema; nuestra policía enfrenta crónicas carencias. A las clásicas falta de asignación de recursos, se suma la falta de formación profesional y de tecnología (igual el caradura mandó a un agente para que presentara ese juguete que él pretende sea un robot antibombas, a presentarlo en la Feria de Ciencia en el Parque Oeste, que manga de caraduras. Ridículo, tiene un canastito de bicicleta arriba. Todavía no pueden hacer que arranque, y el Agente Domínguez decía que se puede operar mediante un programa de computadora).
En síntesis, estimados lectores, se necesita una rápida mejora, pero lamentablemente en nuestra provincia, esto está cada vez más lejos, sobre todo si Pato y Quiroga siguen en la policía, y siempre amparados por el Gobernador Gerardo Zamora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de sanciones legales. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento sera eliminado e inhabilitado para volver a comentar. Enviar un comentario implica la aceptacion del Reglamento.