Llega fin de año, época de balances sobre las distintas cuestiones que nos ocupan. Pero lamentablemente este año, el balance es poco menos que un desastre. Mientras nuestro excelso gobernador publicita obras e infraestructura en la provincia, tal como los grandes avances tecnológicos que nos diferencian del resto de las empobrecidas provincias que nos circundan, las noticias sobre los hechos delictivos cometidos por sus funcionarios, empañan el falaz discurso esgrimido, sólo para las huestes de ignorantes que lo siguen.
Puro clientelismo, a veces disfrazado de desarrollo social. Mientras el jefe de gabinete Elías Suárez, Lito Argañaraz, y sus secuaces han probado las mieles del éxito, gracias a la "ordenada gestión" zamorista, la corrupción enquistada, que ya hizo "hoyito" y está expulsando el pus por todos lados, a nivel nacional ya están enterados, y las ordenes son claras y precisas. El futuro cercando de este gobierno está próximo a fenecer, y se observan densos nubarrones en el horizonte.
Fue Zamora a la asunción de Nilda Garré en el Ministerio de Seguridad, y se aventuró decir (reconociendo) que el tema de la inseguridad es una problemática que se demoró en atacar, y que fallaron las políticas de seguridad. Punto aparte. ¿Y por que ESO no lo trasladó a Santiago del Estero? ¿Acaso cree que estamos en el limbo de la seguridad gracias a la gestión de Marcelo Pato y Omar Quiroga?
Bastó ver el acto de entrega de "distinciones" al personal policial, para saber de que estamos hablando. En la entrevista que le hacen los medos locales soltó algo de su acostumbrada perogrullada, hablando de los grandes avances de la policía local.
El nivel de capacitación alcanzado, y que inclusive a través del sistema "virtual", los cadetes de policía reciben capacitación desde la Universidad de Salamanca. A todo esto, los cadetes ni enterados.
Pero se olvidó de mencionar la muerte de Raúl Domínguez (tal vez no le conviene pues lo toca muy de cerca), la gran cantidad de robos y hurtos en las distintas modalidades, el robo al Banco Nación en Añatuya, donde no hay ningún sospechoso hasta el momento, menos un detenido, las grandes "cag..." del personal policial que se ve todos los días en los medios periodísticos locales, y un sinfín de etcéteras que ya ni es preciso mencionar.
Y el pobre gobernador (pobre, metafóricamente hablando) está jaqueado por la situación. Los quilombos en su propia casa, sumado a lo que sucede afuera, más su expulsión del partido, y la promesa de investigación a su entorno y a él mismo, le están produciendo un verdadero dolor de hígado.
Funcionarios amigos, a quienes el puso en el cargo depositando toda su confianza, le han hecho “la bicicleta”. Y los ha tenido durante mucho tiempo. Hoy los quiere sacar, pero UNO, el más pesadito, se le plantó. YO NO RENUNCIO, y hace lo que quieras. Pero agárrate fuerte, según lo que quieras hacer. Yo no soy Julio Alegre, dicen que se oyó decir al susodicho.
A pesar de la mala experiencia que por estas horas lo tiene desvelado, quiere seguir teniendo en el cargo a otro facineroso, que seguro le está cavando la fosa con una pala "lineman" que le alcanzó Pichón Neder. Encima, este ministro anda cabizbajo porque perdió en Termas de Río Hondo su candidato, mientras su acólito Silva Neder está "out" con ese tema.
Zamora, emulando a la "Presidente de todos los argentinos" quiere entregarle a “Pedro Pica” Marcelo Pato, la Secretaría de Seguridad en esta provincia. Proyecto que el mismo Pato armó, obviamente en propio beneficio. Se le recuerda que ese proyecto es una bazofia, aparte, copia fiel de lo que antes hubo en la provincia y que terminara de la peor manera. Época del matrimonio Juárez rigiendo los destinos de la provincia, el Tata primero y Nina después, la Secretaría de Seguridad funcionaba como un D2 paralelo, donde se hacían investigaciones paralelas, más al propio personal policial y a los políticos, que a los verdaderos delincuentes que venían a la provincia. Y eso a la larga LES COSTO EL GOBIERNO.
Musa Azar en la Subsecretaría de Informaciones desde siempre, y en la Secretaría de Seguridad Jorge D'Amico, Hugo Carabajal y Pablo González respectivamente, se disputaban año tras año el lugar más cercano al matrimonio Juárez. Los que mejor "data" llevaban, tenían ese año, mejores recursos, más confianza, y hasta la posibilidad de digitar el listado de ascensos al final del año.
Cuando saltó la verdad del caso Dársena, los delincuentes que se encontraban prestando servicio en la secretaría de seguridad, se apuraron en hacer desaparecer los informes confidenciales y las carpetas/legajos de las personas investigadas. Pero tal era el apuro que los tiraron en el Parque Aguirre, y ciudadanos comunes encontraron esa documentación perversa. Ahí terminó la era de la Secretaría de Seguridad.
Ahora el inoperante Marcelo Pato, quiere que le regalen el cargo de Secretario de Seguridad. Y de jefe de policía Marcelo Camaño u Omar Gorosito, otros nefastos delincuentes, pero amigos serviles del primero. Imaginemos lo que será nuestra provincia, el nivel de delincuencia que alcanzaremos, si estos siniestros personajes asumen esos cargos. Si hoy estamos así, imaginen lo que puede ser más adelante.
Aparte Sr. Gobernador, crear este organismo significa una mayor erogación presupuestaria, significa quitarle recursos a la policía para trasladaros ahí. ¿A hacer qué? Para seguirlo a Zavalía? A los periodistas independientes? Averiguar qué funcionario le roba a su espalda? No tiene sentido.
A esta altura, si esto se da, Marcelo Pato usará para cavarle la tumba a Ud., ya no una pala "lineman", sino una retroexcavadora.
Piénselo. Lo más saludable, atento a lo que le está sucediendo con su gabinete, es cambiar directamente la Jefatura de Policia. Incluso poner a cargo (esto es algo que antes nunca pensé llegar a decir) un civil, un profesional, pero no "profesional" de la era Pato. Ud. tiene al alcance cantidad de personas bien formadas, honestas y probas, que pueden ayudar a sacar la policía de la lamentable situación en la que se encuentra. Tal vez no sea demasiado tarde. Sólo el tempo lo dirá, aunque de Ud. depende.
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