Elena Barrera declaró que el Intendente Humberto Salim, actualmente de vacaciones en el exterior " Grecia", tendria mucho que ver en el homicidio de su hijo. Asi mismo dijo que el jefe comunal tendria un vinculo con drogas y que Jony algo sabria, teniendo en cuenta que éste trabajo como custodio personal de Salim . Lo curioso es que el intendente, dias antes del homicio se fue de viaje “Él se fue porque, me da a entender, que tenía que ver con la muerte del chico mío. Muchos piensan lo mismo aquí en Frías”.
“Sabe, toda la campaña política del intendente mi hijo fue su guardaespaldas”, señaló Barrera al relatar que la víctima tenía un vínculo fluido con el jefe comunal. Ahondó: “Jony venía siguiendo el caso de las drogas. Ya sabía quiénes estaban realmente con la droga. Lo mataron para que no los mande al frente”.
Requerida sobre un hipotético vínculo entre algunos exponentes de la fuerza de seguridad con el submundo delictivo, Barrera dijo: “No digo todos, pero algunos policías pueden estar metidos con la droga o con delincuentes”.
En otras declaraciones Elena consideró que la detención de la cúpula policial de la ciudad de Frías puede llevar hacia el esclarecimiento de los hechos.
Mientras tanto desde el gobierno de Zamora ya se bajó línea sobre el horrendo asesinato al policía Jonatan Barrera: hay que dilatar todo lo relacionado con la droga, con el intendente Néstor Humberto Salim, y, en especial, distraer la investigación hasta que la gente se vaya olvidando. ¡Casi nada de instrucciones! Hay que dejar correr el tiempo, total, el que murió fue un policía.
¡Estimados lectores, anticipamos lo que pasará con el “caso Frías”! Cero de investigaciones y cien por ciento de impunidad, tal como sucedió con Raul Dominguez.
Ayer fue la policía la que mató a Domínguez, el valiente empleado de la dirección general de Rentas que se animó a decir y a firmar su declaración suministrando señas y marcas de funcionarios y empresarios que estafaron al erario público con timbrados apócrifos. A tres años no hay ni una corazonada de las pesquisas y ni un sospechoso de los jueces, aunque todos saben quiénes son los policías que lo condujeron a Delitos Económicos y que el entonces juez Juan Jorge fue el que dio instrucciones a que lo presionen y lo apremien.
Ahora fue Jonatan, en Frías. Los propios policías, sus compañeros, lo asesinaron porque se animó a investigar y a aprehender a miembros de uno de los tres carteles que distribuyen la droga en la ciudad del Oeste, gobernada por el salimnismo.
El estilo zamorista ya puso en marcha su operativo tendiente a confundir a la gente y, paso a paso, todo se irá diluyendo y nadie pagará por la muerte del joven policía. Tampoco no habrá una investigación seria y profunda, sino apenas trascendidos sobre las peleas de la madre y la compañera de la víctima. Se armará un circo con los dichos de las infortunadas mujeres, mientras todos los responsables políticos y administrativos de lo que pasa en Frías, con el tráfico de la droga y sobre el funcionamiento policial, irán ganando tiempos para permanecer en sus puestos. Nada se le dirá al intendente Néstor Humberto Salim ni al ministro de Gobierno, José Emilio Neder ni mucho menos al jefe de policía, Marcelo Pato.
Ah, y los abogados harán su aparición mediática y luego serán cooptados y comprados por el zamorismo, cerrándose el círculo que garantizará el silencio, el ocultamiento y la impunidad como ya nos tiene acostumbrado Zamora.
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