Hasta la hora en que se escribía esta nota, no había noticias del dinero que supuestamente el intendente Julio Alegre robo a la municipalidad. Con un equipamiento modernísimo, personal de Gendarmería Nacional buscaba en todos los domicilios que se le conocían a Alegre y también en la casa de sus padres.
La obsesión del gobierno de la provincia es lograr que el otrora aliado incondicional, salga pobre de la cárcel y no les haga pito catalán una vez que se encuentre nuevamente libre y en la calle.
Muy rápido el gobernador Zamora, solicito tecnología al ministerio de justicia de la nación con el fin de encontrar dinero enterrado.
Con la misma celeridad debería actuar solicitando colaboración para esclarecer LOS CRIMENES QUE SE SUCEDIERON EN SU GESTION DE GOBIERNO.
Mientras, la gente común se pregunta es por qué no se busca el dinero con el mismo afán en la casa de los contratistas de la comuna, que necesariamente debieron ser sus cómplices en los numerosos casos de corrupción de los que se lo acusa.
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