Hasta hace un mes, Hugo Moyano vivía en el mejor de los mundos. Después de que los bancarios firmaran un aumento del 23,5%, el camionero acordó con la UIA que los gremios siguientes fijaran una pauta del 19%, para desalentar expectativas inflacionarias.
En el medio de todo esto, él y su sindicato siguen avanzando sobre otros gremios, captándoles afiliados. Así fue que su hijo Facundo le quiso "robar" a Empleados de Comercio sus afiliados a la concesionaria de autopistas AUSA, lo que motivó que Armando Cavalieri tomara la semana pasada dos super en la zona norte y oeste, a través de la seccional San Martín, que comanda Jorge Got, que integra la CGT Azul y Blanca de Luis Barrionuevo.
Esto hizo retroceder a Facundo y ahora Moyano avanza sobre Alfredo Atanasoff, el jefe de los sindicatos municipales, a los cuales Moyano quiere afiliar. Pero este avance generaría una guerra con los barones del conurbano, que están cansados de gastar fortunas para tener la recolección de basura de Covellia, la empresa de Moyano, que paga a los basureros un promedio de 5.000 pesos por mes, mientras los empelados municipales ganan de 1300 en adelante.
Si los municipales pasaran a manos de Moyano, los barones del conurbano podrían perder sus territorios, porque sus municipios estarían cerca de la quiebra. La convención colectiva de camioneros vence en junio y tiene sueldos superiores a los 6.000. Entonces aparecen.
Los postergados se rebelan
Cavalieri, Barrionuevo y Daher están reclamando con razón. Los dos primeros tienen afiliados con sueldos básicos de menos de 2.000 pesos, que reclaman entre el 40 ó 50% con toda justicia. Barrionuevo, por su parte, amenaza con una huelga para el bicentenario y lo mismo Cavalieri, con lo cual cerrarían con un básico de 2.800 pesos, mientras que Daher, corrido por la ultraizquierda y con un básico de 2.600, consigue un 35%, contra una Copal que se la tiene que aguantar sin chistar. Así es como fracasa el plan moyanista de acordar con el 19% que se había pactado con la UIA.
El pacto Kirchner-Moyano contempla que el camionero avance en forma mafiosa contra los otros gremios, en tanto no toque la caja del gobierno, y a cambio de que tampoco reclame el dinero de las obras sociales. Pero, como el líder cegetista reclama la suba del mínimo no imponible y avanza para controlar el PJ bonaerense, Kirchner lo mandaría apretar con la investigación sobre la droguería urbana y los negociados con la APE manejada por sus hombres. Así lo cual, lo tiene agarrado para que no jorobe con la caja del Estado, cuyo dueño sigue siendo Kirchner. Pero ahora Moyano siente que las convenciones colectivas se fueron de madre y que él va a tener que pedir más del 19% acordado con la UIA.
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