Neder “manoteó” el Pami-Santiago

Mediante una artera maniobra, que no deja de tener sus ribetes mafiosos, el gobernador del “nuevo Santiago”, Gerardo Zamora, cedió a un pedido de su ministro de Gobierno, José Emilio Neder, para aprovechar sus influencias, su obsecuencia y su trato poco menos que filial con el kirchnerismo y solicitar al ministro de Salud de la Nación la remoción inmediata del gerente de la regional XXI del Instituto de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (Pami), contador Álvaro Rojo (actualmente de licencia).

Rojo es un profesional del elevado prestigio en el medio que ganó dicho cargo por concurso de oposición y antecedentes, y cuya excelente gestión es bien vista no sólo por los más de 200.000 afiliados de esa obra social, sino incluso por las autoridades del Pami central, que lo consideran uno de los tres gerentes más eficientes de la distintas delegaciones del país.
El propósito siniestro del colaborador de Zamora no es otro que politizar al organismo convirtiéndolo en una herramienta claramente clientelista, con miras a las próximas elecciones generales. Los bolsines alimentarios que habitualmente se entregan a los afiliados más desguarnecidos socialmente, y que forman parte de un programa orgánico del Pami, pasarán entonces al manejo discrecional de punteros que serán designados en forma irregular y transitoria.
Neder propuso para reemplazar a Rojo al ingeniero Néstor Machado, hombre que proviene del juarismo y que inició su carrera como director de Estadística y Censos durante la última era de Carlos Juárez.
Ahora, Machado es ladero de Neder, quien lo tuvo conchabado hasta hace poco en la dirección de Municipalidades.
Los que lo conocen aseguran que no sabe nada de ingeniería sanitaria, y que desconoce todo lo que concierne a materia de prestaciones médicas, especiales y complejas, derivaciones extraordinarias, tratamientos excepcionales, etc.

Temores

Allegados del Pami-Santiago temen que con el “hombre de ‘Pichón’ Neder manejando la filial Santiago, se incorpore a la gerenciadora de Oscar Ledesma Patiño, médico bandeño y suegro de Zamora; de pésimos antecedentes en el instituto santiagueño.
Deben comprender el gobernador y su ministro de Gobierno, que desde hace cinco años y por un decreto presidencial, las gerenciadoras o Unidades Transitorias de Empresas UTEs), que le prestaban servicios al Pami a través de sus clínicas y sanatorios asociados, han quedado definitivamente eliminadas del sistema.
Pero lo más triste de todo es que la politización del Pami traerá aparejada la caída de la calidad de las prestaciones, el celo y el trabajo altamente profesional y diligente que le imprimían a las distintas secciones del organismo tanto el gerente, contador Álvaro Rojo, como su jefa de Prestaciones Médicas, la doctora Judith Iñíguez, y todos los departamentos que se afanaban con especial esmero para solucionar los problemas de nuestros viejos.