LAS NOTICIAS DE LOS LECTORES
Resulta difícil aceptar, que una provincia que, en la última década no tuvo más progreso que pasar de la mayor miseria a la mayor pobreza, haya hecho creer al resto del país que un gobernador inteligente y visionario, que llegaba al poder mimado por la suerte y el cansancio de soportar cincuenta años de caudillismo juarista y que apoyado por el gobierno populista y progresista de los Kirchner.
Y que había emprendido una de las mas desafiantes empresas de transformación social, económica y políticas de la provincia del nuevo milenio. La esperanza ilusoria del cambio hizo que, muchos percibiéramos equivocadamente te la realidad.
La mentira estaba oculta y poco a poco se fue elevando sobre el horizonte de esta tierra de oportunidades. Habíamos elegido a un falso profeta, vestido de progresista neoliberal. Un patético, anacrónico, decadente y autoritario señor, rodeado de una caterva de felones gremialistas, empresarios y amigos encumbrados en el poder.
Son los obsecuentes de siempre, sin voz ni opinión, que instalaron en el Estado una de las dictaduras jamás sospechadas y nunca merecidas, porque los déspotas más feroces de la ilustración solían ser reformistas que querían elevar el nivel social y económico de un pueblo, y en su demagogia no olvidan la felicidad mejorando la salud, la educación y la justicia de su gente.
Pero este monarca había sido elegido por el pueblo, para cumplir una cita con la historia.
Pero justamente los tres sectores de la sociedad en conflicto: salud, educación y justicia.
Y si nos referimos a salud, el sistema de provisión de salud, atraves del ministerio de salud de la provincia, ha fracasado. Una visión errática de creer que construyendo edificios costosos el pueblo ignorante iba a celebrar semejantes inversiones millonarias, porque ignoraban que, tras la obra pública estaban los saqueadores insaciables, aquellos de inevitable codicia y ambición.
Porque ignoraban que la falta de insumos y de medicamentos ocultaban a esos negociadores espurios, proveedores ilimitados que con facturas falsas, cometían desfalco, el único valor no oxidado que quedaba en la salud, defendido por inoperantes, incapaces y sin mérito.
Cuando en ese escenario de corrupción, los trabajadores de la salud, iniciaron justos reclamos por la recomposición salarial y de las condiciones de trabajo, fueron perseguidos, cesanteados y trasladados, sin sumario previo, sin causa que justifique, porque sí, porque tuvieron la ingratitud de denunciar los errores cometidos por las intolerancia. Y así quedamos encerrados en nuestra propia desgracia, porque los medios de comunicación como la radio, la prensa oficial y la televisión fueron cómplices necesarios y se cuidaron de difundir el conflicto. La ciega soberbia de un dictador que hasta ese momento consideraba nuestra lucha un tema de poca importancia. Hoy fueron franqueadas las alambradas de silencio y son muchos los diarios nacionales han tenido la consideración de darlo a conocer y divulgarlo a lo ancho y largo del país.
Hoy tenemos hospitales rigurosamente custodiados por la policía de la provincia, que tiene esa toda apariencia a la represión sufrida en tiempos pasados. Hospitales que solo prestan servicios básicos de guardia, cirugía de urgencia e internación.
Hoy, después de cinco meses, el gobierno se niega a dialogar para encontrar una solución negociada al conflicto...eso es lo verdaderamente terrible que miran, pero no parecen ver
A donde fue la democracia que elegimos? en qué lugar se ocultó? Dígame a que fuente iremos a beber la dignidad?
Dr. Claudio Cid.Frias.Sgo. del Estero 27 de enero del 2010
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